jueves, 31 de mayo de 2012

TE NOMBRO Y TE CONFORMO PARA SIEMPRE


Si digo corazón estoy sintiendo
cómo se funde en vida la palabra.
MI voluntad altiva
te saca de la nada,
te convierte en actriz protagonista
de una hermosa tragedia y en solista
del concierto infinito y del teatro
de las intuiciones que luchaban
por hallar un camino hacia la vida .

Con solo los sonidos
te nombro y te conformo para siempre,
en representación definitiva.
Por ellos te conozco y me conozco,
desvelo tus acciones, acaricio
todos mis movimientos,
oscuros negativos
 de mi oculta pasión desenfrenada
por lo que proclamamos como vida.

Mi cuerpo se define en paralelo
con el trabajo de mi entendimiento,
como objeto entre todos los objetos,
como matriz eterna del conocimiento.
Y todo toma forma en paralelo,
más allá del fiel orden de las causas
y de las consecuencias.

Lo que quiero y lo que hago,
lo que intuyo y entiendo
forman parte de mí,
son yo mismo bifronte y entregado.

Por eso aspiro a un salto más difícil
en el trapecio oscuro de la vida,
más lejos de los límites tan pobres
que organiza en sus redes la razón:
los pesos, las medidas y sus causas,
los tiempos, los espacios
en lenta sucesión.

Hoy quiero eliminar tus adjetivos,
desnudarte de todo lo impreciso
para quedarnos solos y en silencio,
como estatuas al viento,
gozando en sudor frío la pasión.

miércoles, 30 de mayo de 2012

VOY A CAMBIAR EL RITMO

                
Me encuentro como desinflándome, como perdiendo densidad, como ganando poso y asiento. Y no me sucede nada especial. Simplemente es que esta misma tarde he terminado mi curso de inglés en la Escuela de Idiomas. Como acabo de dejar atrás también las clases de la UNED, ahora solo miro hacia las próximas semanas y meses con la obligación mañanera del Buen Pastor. No es poco lo que me queda, pero dejo un lastre muy importante.
Veré la conveniencia de seguir el próximo curso o de dejarlo ya. En realidad, mi paso como alumno por la Escuela de Idiomas me hace reconocer varias cosas. Creo que he prestado muchos ratos y no poco esfuerzo; me parece que puedo empezar a defenderme en la lengua del imperio; no tengo claro para qué necesito más conocimientos; es bueno pensar qué edades son las adecuadas para según qué cosas, y un montón de ideas más.
De momento me daré unas merecidas vacaciones escolares y procuraré concentrar el esfuerzo y el tiempo en otras ocupaciones. Me esperan desde hace tiempo y también tienen derecho a salir a la luz; tengo que darles su oportunidad.
En realidad echo la vista atrás y me veo muy atareado, con no demasiado tiempo libre y atendiendo tal vez a demasiados frentes. ¡Y eso que oficialmente estaba jubilado!
Lo contrario tiene también sus inconvenientes, y muy serios. En cuanto se acaba un deseo o se alcanza una meta, si no se sustituye por otra, llega el vacío y el aburrimiento. Y con ellos, el dolor y el sinsentido. Aún me resisto a darme por vencido. Qué iluso, como si no estuviéramos todos puestos a plazo fijo.
En fin, estoy contento por mi esfuerzo y algo menos por la adecuación entre esfuerzos y resultados. Y no me refiero a notas pues espero noticias positivas sino a los tiempos gastados para los niveles alcanzados.
A ver si cojo otros ritmos de verano. Voy a ello.

martes, 29 de mayo de 2012

LA SIMPLEZA DE SER, SENCILLAMENTE


LA SIMPLEZA DE SER, SENCILLAMENTE
Cuando “mi cuerpo se consagre al frío” Aníbal Núñez.

Nacimos de un asombro
y volvemos al seno del silencio,
transidos de otro asombro menos pleno.
Por el medio, tan solo los destellos
fugaces y confusos de las sombras.

Nacer es siempre al borde del abismo,
como con la certeza del intruso
en los predios del tiempo y del espacio,
por un rato inconcreto y peligroso.

Después, cualquier imagen
que a veces nos detiene y nos recuerda
la simpleza de ser, sencillamente.
Vemos sombras que visten desnudeces
cuando la tarde marcha lentamente
camino de la noche y las estrellas.
A veces cualquier línea deja el poso
de lo que pretendió ser luz o sombra,
o las nubes se alargan
en estériles formas inconexas.

La lluvia deja el poso sempiterno
de lo que fue rocío y ahora es brisa
que nos ha de llevar hasta el olvido.

Qué densa lentitud la de las sombras,
qué obsesión de avanzar en las tinieblas,
qué gravidez la de inmensa noche,
qué brisa sobre el tiempo las estrellas.


Cuando el silencio suene limpiamente,
“cuando mi cuerpo se consagre al frío”,
se habrán cumplido todas la preguntas,
mi desierto sentir será la nada.

domingo, 27 de mayo de 2012


2012-05-27                        GRACIAS A “NO TE SALVES”
Ayer asistí al acto de clausura de un espacio cerrado pero muy abierto al mundo de la cultura en Béjar, el Contenedor de Arte “No Te Salves·. Han sido varios años de aire fresco en esta ciudad estrecha. Hoy solo quiero recoger el recuerdo y el abrazo a los que tuvieron la idea y dedicaron generosamente el esfuerzo para que aquello haya sido una realidad sorprendente. Dejaré constancia con la copia que ellos mismos enviaron como invitación final.
Gracias, Luis,  Josetxo, Concha, Maika, Enma y Marina
NO TE SALVES
No te quedes inmóvil 
al borde del camino 
no congeles el júbilo 
no quieras con desgana 
no te salves ahora 
ni nunca 
no te salves 
no te llenes de calma 
no reserves del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
no dejes caer los párpados 
pesados como juicios 
no te quedes sin labios 
no te duermas sin sueño 
no te pienses sin sangre 
no te juzgues sin tiempo 

pero si 
pese a todo 
no puedes evitarlo 
y congelas el júbilo 
y quieres con desgana 
y te salvas ahora 
y te llenas de calma 
y reservas del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
y dejas caer los párpados 
pesados como juicios 
y te secas sin labios 
y te duermes sin sueño 
y te piensas sin sangre 
y te juzgas sin tiempo 
y te quedas inmóvil 
al borde del camino 
y te salvas 
entonces 
no te quedes conmigo


Mario Benedetti

jueves, 24 de mayo de 2012

"¿VERDAD QUE ERES MI HIJO?"


Para todos los ancianos, especialmente para los
que viven en el Buen Pastor de Béjar.
Ella intuye que el sol es algo bueno
aunque nunca llegó a entender sus leyes;
debe de ser que algún duende le ha dicho
que es primavera en toda la ciudad
y con eso le basta.
Viene de más allá del horizonte,
de cuando el tiempo hilaba y recosía
las telas y los hombres se fajaban
en la eterna sesión de las tabernas.

Pero ella no lo sabe a ciencia cierta
pues ha perdido el norte y el oeste
y ya no mide el tiempo ni las horas
a ritmo del telar ni del reloj.

Acaso tuvo un hijo al que lavaba
y daba de comer o lo vestía;
tal vez le dio el empuje de la vida
y lo acunó en sus brazos con cariño.
Dicen que tuvo amores, desamores,
algunas cosas buenas, otras malas,
en fin, lo que es normal en todo caso.

Hoy nota que llover refresca el tiempo
pero se moja siempre y coge resfriados
porque no se protege de la lluvia.
Recorre lentamente los pasillos
y merodea los patios
besando a todo quisque
y poniendo su cara de extrañeza
cuando al que besa pica con su barba.
Susurra en breves ecos el pasado:
“¿Verdad que eres mi hijo?
déjame que te bese, que hace tiempo
que no vienes a verme.
Aféitate la barba y esa cosa
que tienes por encima de la boca:
me picas con los pelos
y yo quiero besarte muchas veces.”

Después sonríe y mira fijamente,
como desde otro sitio muy lejano,
te toma de la mano y la acaricia
buscando la existencia de otro cuerpo.
Por fin se queda quieta en el silencio
y parece decir con sus abrazos:
“Sé que fue alguna vez y que fue hermoso
aunque no lo recuerdo con certeza.”

Los demás, en el patio, sonríen en voz baja
y yo me desdibujo y me hago agua,
y me dejo abrazar un largo rato,
y me marcho a la esquina donde nadie
puede saber que vuelven a mi mente
los días del pasado
en que viví, tan triste, ese milagro.

Ella tenía un nombre, hoy no lo tiene:
a nadie le conviene bautizarla.

martes, 22 de mayo de 2012

ME PERSIGUE EL DESEO DE OTRA DICHA


Me persigue el deseo de otra dicha
más honda y duradera, más desnuda
del cuerpo y el vestido de las cosas.
Quiero vivir tranquilo al otro lado
del muro de las leyes y las causas
que me dan razón cierta
de todo lo que muestras a mis ojos:
tu talle y tu sonrisa,
la curva de tus senos, las tormentas
del mar de tus olvidos,
tu mirada y tus gestos,
en suma, la rutina en que la vida
convierte la matriz de nuestra historia.

Porque, lo sabes bien, el tiempo pasa,
se rompe la ecuación por cualquier parte,
se alteran los sumandos y la vida
se despoja, a su modo,
de cualquier alegría satisfecha.
Al fin -hay que aceptarlo-,
todo nos fue prestado por un rato.

Y, si se va la luz de la concordia,
nos acecha el dolor, como si un vado
se quedara al secano en el estío.
La vida es un anhelo intermitente
de montañas y valles que caducan
y dejan el dolor de las ausencias,
el impulso irredento
de volverlos a hallar en cualquier parte.

No me siento culpable; no depende
sino de la conciencia insuficiente
de las leyes que impone la razón.

Por eso te conjuro y me conjuro
para lo que depende de nosotros,
de nuestra voluntad por ser los dueños
de todos los ataques a las leyes,
de la ruptura estricta
de lo que huela a causa y consecuencia.

Ya lejos de las normas, de los nombres
impuestos por los otros, por nos-otros,
venceremos al mundo y viviremos
en la verdad sublime y duradera,
sin noticia del tiempo y del espacio.

¿Bailamos este vals de la alegría?

lunes, 21 de mayo de 2012

CÓMO SE PUEDEN TENER DOS AMORES A LA VEZ...


¿Ha de atender mi amor a las llamadas
que la razón le manda cada hora
o ha de encontrar que se reafirma en cada
impulso que al instante lo enamora?

¿Acaso quema menos que la brasa
la gris ceniza que en el suelo llora
por no poder arder cual fugaz llama
que se deshace en luces cegadoras?

Amo con la razón que me da cuenta
de tu tiempo y espacio cada tarde
y gozo incontrolable con la fuerza

que me eleva hasta sitio inconfesable
en el que nada ni explicar intenta
por qué vivir es causa razonable.

sábado, 19 de mayo de 2012

VECINOS DE ESTE LUGAR

El coche de línea, la tartana, la empresa, hacía el recorrido diario entre Jezimeque y Villar del Campo; no, perdón, Villar del Río. Por el medio dejaba desperdigados algunos pueblos diminutos que andaban adormecidos y anclados en la niebla de la Historia.
En el coche de línea, que conducía Julián, un antiguo soldado de la guerra de África, apenas montaba nadie. ¿Para qué, si no había nada que traer desde ningún sitio? Y eso que no circulaban apenas coches particulares. Apenas alguna motocicleta -ninguna con sidecar- y alguna bicicleta. Ni siquiera el alcalde de Villar del Campo; perdón, del Río, tenía vehículo de su propiedad. Y eso que era dueño de medio pueblo entre casas y tierras de labor.
En la paz de Villar del Río vivían las fuerzas vivas, como en todos los demás pueblos: el médico, el cura, el boticario (porque en Villar del Río había botica desde la que se repartía para la comarca), y hasta el representante hidalgo de una antigua dinastía venida a menos. La maestra, por ser maestra, apenas contaba en las decisiones del vecindario; su labor quedaba circunscrita al ámbito de la escuela. Los demás, pues ya se sabe: el alguacil, las viejas que cosían al serano, los labradores con terrenos y los labradores dependientes, y los jornaleros. Y poco más. Cada cual con sus ambiciones, cada cual con sus sueños, cada cual con sus preocupaciones. La Historia se había detenido en sus calles y parecía que cada uno había aceptado con resignación su función en la vida. Tal vez porque nunca se habían planteado si tenían alguna misión que cumplir.
Pero, en medio de esa niebla de resignación, reinaba una serenidad hecha de tardes y de noches repetidas, de domingos de remudarse y de ir al bar, de paseos por la alameda más próxima al río. Seguramente nadie se atrevía siquiera a imaginar la posibilidad de otra forma de vida; o, si lo soñaban, lo hacían en silencio y entre las paredes de sus casas.
Alguien, desde fuera, vino a turbar su paz y a ponerlos en otra velocidad distinta para el tiempo. Alguna ilusión que hablaba de mejoras, de regalos, de dádivas, de otras formas más diferentes a las que conocían.
El sueño se apoderó de ellos y cada cual engendró su propia historia desde ese sueño. En esos sueños se desató la imaginación de cada uno y, si se hubieran juntado todos ellos en una realidad segura, al pueblo de Villar del Campo; perdón, del Río, no lo habrían conocido ni sus propios vecinos. Qué maravilla verlos soñar y hacerse otros por un momento. De hecho, desde sus sueños, vivieron algunos días en los que cada uno salía y entraba, comía y dormía, vivía, en suma, lejos de sus posibilidades y sumidos en la niebla de sus fantasías.
Pero esa ilusión, traída desde fuera y no nacida al amparo del bar ni del barbecho, compuesta por los de otros lugares y no materializada desde el día a día de Villar del Río, pasó de largo y solo dejó un poso de desesperanza y de desilusión. O acaso de realismo más sereno y comprensible, más propio de los días y de las noches de Villar del Río.
Porque el pueblo siguió viviendo, en sus calles siguió pregonando su alguacil, las tierras se siguieron labrando, con la gente mirando siempre al cielo como quien espera la decisión para sus cosechas,  y cada noche se siguieron oyendo los lloros de los niños que no querían dormir y los ecos de algunas discusiones tras los cristales de cualquier ventana.
Y es que las cosas pasan, y el tiempo pasa, que es lo que siempre pasa, y el sol vuelve a salir y todo se renueva con las gentes que pasan, como pasan las cosas que tienen que pasar, ajenas a su manera a esos vaivenes bruscos de la vida y de las imposiciones de más lejos.
Quiero decir que, de nuevo, he visto la película cincuentenaria “Bienvenido, Mister Marshall”, y me he vuelto a emocionar, y he vuelto atrás en el tiempo pues que yo pude ser uno de ellos en aquella leche y aquel queso de mi niñez escolar, y he pensado que, a su manera, hoy mismo hay muchos pueblos como Villar del Campo; perdón, del Río, tranquilos en su historia y su intrahistoria, sufridores sin voz de tantas voces como les mandan desde los altavoces que se les meten en sus casas y en sus saloncitos, vengan estos de Madrid o desde Bruselas o Alemania.
Casi siempre la Historia pasa de largo si no es la que cada cual escribe con su ánimo, con su libertad y con su impulso.

jueves, 17 de mayo de 2012

SE LO PREGUNTARÉ OTRA TARDE



Defender la existencia, los derechos y la protección de todos los seres que componen nuestro mundo no significa exactamente reconocer que tienen los mismos horizontes ni las mismas posibilidades. Que un oriental no toque una hormiga no quiere decir que esta posea las mismas cualidades que el que no la debe pisar.
El ser humano posee, según creo, algunas posibilidades que no poseen los demás seres. Frente a los vegetales, posee el poder del movimiento, poder que comparte con los animales. Frente a los animales, posee la capacidad de pensar y, a través del pensamiento, de saber. El animal siente y percibe, y esos sentimientos y percepciones los expresa en sus movimientos y en sus gritos. Por encima de ellos, el ser humano es capaz de elaborar pensamientos y de expresarlos con el arma poderosísima, aunque imperfecta, del lenguaje articulado.
Leí no hace muchos días cómo los primitivos seres humanos utilizaron los gestos y la risa antes que el lenguaje para compartir experiencias con sus semejantes y para organizarse socialmente. Naturalmente, los gestos y la risa son más inmediatos, más instintivos y más universales, pero no poseen la elaboración ni la complejidad del lenguaje articulado. Tengo menos claro que a esos seres sin posesión del lenguaje, aunque sea en formaciones muy rudas, se les pueda dar el apellido de humanos. Más bien me parece que el milagro de los milagros, el hito definitivo que marca el salto último, el día de la fiesta general, la fecha de las fechas es la del momento en el que esos seres dieron con la piedra filosofal del lenguaje como algo articulado. Ese fue el milagro de los milagros.
Desde el lenguaje, el ser humano expresa y comparte la elaboración de sus pensamientos y aprende a almacenar y a poner en conserva su razón a través de la escritura, algo muy posterior y también absolutamente fantástico.
Entre esos conocimientos que el hombre puede aprender, se halla el de la experiencia de la muerte. En cuanto es consciente de ella, se convierte en un referente inevitable que articula toda la vida como camino hacia ella: la vida del ser humano es un ir muriendo constante.
Como no hay mal que por bien no venga, de esa se han librado los animales pues ellos no son conscientes de la muerte hasta que no la sufren, no pueden adelantar conscientemente su experiencia y, así, ojos que no ven, corazón que no siente. Por ello, sus divisiones temporales y espaciales obedecen no a criterios de razón sino a instintos o, en todo caso, a relaciones infinitamente menos elaboradas que las nuestras. Nosotros somos capaces de construir conceptos abstractos y no solo representaciones individuales, por eso elaboramos conductas razonadas y elaboramos la ciencia. Incluso somos capaces de conducirnos con relativa certeza, algo impensable para los animales. Sin hacernos demasiadas ilusiones, pues nuestra razón y nuestro grado de certeza llegan solo hasta darnos a conocer de alguna forma las cosas, pero sin la seguridad necesaria de que sea esa forma precisamente su esencia y verdad duradera. Lo que percibimos es su situación en el espacio, su continuidad en el tiempo y la causalidad que las explica para nosotros. Nada nos asegura que sea el conocimiento definitivo y esencial.
Pensaba algo de esto esta tarde sentado en mi terraza mientras un perro ladraba sin cesar desde un balcón cercano. No sabía si envidiarlo o compadecerlo. Como sus ladridos se repiten muchos días, se lo preguntaré con más calma.

martes, 15 de mayo de 2012

LA VIDA EN LA DISTANCIA DE LA MUERTE

LA VIDA EN LA DISTANCIA DE LA MUERTE
Cómo pesa la vida en la distancia
de la meta infalible de la muerte.
Todo se torna en pena y no hay ganancia
en buscar lo que de ella nos aleje.

No he de aromar de olores ni fragancias
lo que ni en ilusión me pertenece,
pues todo es sueño y humo en la constancia
de vaciar el tiempo en el presente.

Andar, trotar, correr, lanzar el vuelo
es tan solo engordar la fantasía
y recibir dolor después del sueño,

morir tan solo un poco cada día,
sentir muy cerca el peso del empeño
y no poder parar en la porfía.

lunes, 14 de mayo de 2012

LA FORMA Y EL CONTENIDO


No me resisto a la tentación de dejar una nota acerca del 15-M, movimiento que cumple aniversario y que parece que sigue queriendo mostrar a la comunidad que la cosa pública y la privada no solo no han mejorado sino que claramente han empeorado en los últimos doce meses.
Me siguen pareciendo estas manifestaciones muestra inevitable del enfado de mucha gente que no puede entender por qué, si los medios naturales de subsistencia se producen en la misma o en mayor cantidad que hace algunos años, ahora se vive peor. Supongo que mirarán, de manera genérica -como yo miro- a esos parámetros y deducirán que falla, hoy más que nunca, la distribución justa de esas producciones.
En Béjar se han vuelto a juntar unos cuantos animosos supongo que para algo similar. Asistí el sábado a la reunión convocada en la Corredera y me volví con un saco de desilusión. Me gusta el punto de frescura que imponen los elementos más próximos a los movimientos ácratas pero, cuando se sobrepasan ciertos límites, termina siendo peor el remedio que la enfermedad. Después de más de una hora de reunión, nada se había comentado con alguna trabazón y todo se había ido en prolegómenos formales acerca de si el método de la reunión era galgo o era podenco.  Por el espacio y por el tiempo pasaron voces variopintas -y algunas demasiado variopintas- que solo consiguieron disgregar la atención y dejar todo peor que al principio. Tengo que confesar que propuse como actividad releer las conclusiones que todo el movimiento había recogido con el fin de escucharlas y de imaginar -y después reflexionar si había tiempo para ello- si habían existido cambios y en qué sentido. Ningún éxito pues la metodología se llevó todo el tiempo y el esfuerzo. Hasta un grupo de chicas, antiguas alumnas mías, que había acudido a la reunión se aburrió y desistió cuando aquello era evidente que no les aportaba nada positivo.
Muy poco más ayer domingo salvo unas propuestas que, desde lo que entiendo, exceden absolutamente la capacidad y la responsabilidad de los allí reunidos. Un ejemplo. La Escuela Universitaria de Béjar corre peligro en su continuidad en alguna especialidad. ¿Qué pueden hacer veinte personas que no representan a nadie y que en buena parte desconocen los datos reales de la situación en alumnos, profesorado, necesidades sociales…?
Hoy sencillamente ya no me he sentido con ganas de acudir. Mañana tampoco iré.
Me sigue pareciendo que el fondo es verdadero y necesario. Quiero conceder cualquier oportunidad a la espontaneidad y a la participación igualitaria. No me interesan las intervenciones sin sentido y desorientadas en fondo y en forma, procedentes no pocas veces de espontáneos y ocurrentes. Sigo viendo defectos notabilísimos en los partidos políticos pero me siguen pareciendo de las representaciones menos malas que tenemos los ciudadanos.
Ojalá el 15-M y su espíritu permanezcan. Ojalá lo hagan con mejores métodos e intervenciones que los de la ciudad de Béjar.
Uno de los esquemas más sencillos y sustanciosos para el comentario de textos tiene solo dos apartados: análisis del fondo y análisis de la forma. Pues eso.

sábado, 12 de mayo de 2012

LEUCÓNOE RESPONDE A HORACIO

Leucónoe responde a Horacio tras la invitación de este al CARPE DIEM
Necesito, maestro, que me aclares
tu amable invitación al carpe diem,
sea en clase de retórica o gramática,
o en simple magisterio de la vida.
¿Soy yo fruta madura y sazonada
que invite a la comida y al deleite?
¿Me he de comer yo misma
en acto de perfecta antropofagia,
o he de darme sin orden ni concierto
al festín opulento
que la vida me ofrece a cada instante?
¿Por qué no me declinas ese “diem”
buscándole la fe de sus entrañas?
Señálame el sentido de los postres,
selecciona las frutas y licores
que me han de dar placer, gozo y deleite,
pues no debe olvidar tu magisterio
que elegir es dolor y ocultamiento
de todo lo que queda en el olvido.
¿Es que Apolo mañana, como siempre,
no ha de enlazar con mimo sus caballos?
¿No velarán la noche y sus misterios
hasta abrazar con fe la luz del alba?
Me apenan, buen maestro, tus palabras,
pues más bien acreditan el fracaso
en la búsqueda inútil de la esencia
que en las cosas traspasa con hondura
los límites del tiempo y del espacio.
Ubi sunt quique… me contestas siempre,
y yo asiento rendida
a la autenticidad  de tus palabras.
Maestro, qué bien poco
nos alcanza la luz de nuestras fuerzas,
somos pasto del tiempo y en sus llamas
ardemos sin saber si hacemos fuego
o solo consumimos nuestro espacio
sin dar calor a nadie en el proceso.
Me gustaría gastar toda la fuerza
que de mi voluntad brota en torrente
en tomar todo el fruto que la vida
le ofrece en cada hora a mi deleite,
pero quisiera ver con buenos ojos
que mañana es también otra jornada
tan luminosa y densa como esta.

Pero si he de hacer caso
a tus sabias palabras, buen maestro,
predispongo mi cuerpo y mis pasiones.
Hoy me ofrece este fruto sazonado
la vida y el azar.
Me lo voy a comer con avaricia,
deleitándome en todos sus bocados,
dejándome hechizar por sus olores,
surcando con paciencia
la lentitud exacta de sus mares.
Me olvidaré de todos los criterios
que me ha dictado siempre la razón
y acaso habré aprehendido el carpe diem,
pues ya serán el tiempo y el espacio
conceptos sin sentido
para el gozo perfecto,
para el mundo completo del amor.

jueves, 10 de mayo de 2012

CARPE DIEM

Me invitaron mis antiguos compañeros de enseñanza a asistir a una conferencia que iba a pronunciar Juan Antonio González Iglesias, profesor de la Universidad de Salamanca, con este título: “Del carpe diem a la coca-cola”. Y allá que me fui.
Hacía tiempo que no los veía y que no me acercaba al lugar que ha sido mi cobijo en la educación durante casi toda mi vida. A Juan Antonio González Iglesias lo conozco como poeta y me parece que es un muy buen poeta. No sabía qué giro le iba a dar al contenido de su intervención, aunque el título ya daba pistas.
Y fue un repaso del tópico clásico del carpe diem horaciano, que procede del pensamiento griego de Epicuro y que recorre como tópico todo el pensamiento occidental y hasta humano.
Carpe diem; Collige, virgo, rosas; Ubi sunt; los clásicos renacentistas; el Barroco; los poetas modernos; las diversas manifestaciones publicitarias que tienen como eje este principio. 
Como buen conocedor del mundo clásico, se detuvo en los ejemplos griegos y romanos y, para contraste, en un anuncio célebre de coca-cola.
A casi todos los profesores universitarios -se lo tienen que hacer mirar o me lo tengo que hacer mirar- les noto un tic profesoral que acentúa el apartado de documentación y que vacía, más de lo que a mí me gusta, el aspecto de consecuencias actuales. Será la estructura. O será que yo no pongo mis mejores ojos. Por lo demás, me parece que la altura y el dominio fueron notables.
En sus diversas variantes, este tópico del carpe diem se ha convertido en clásico entre los clásicos y da para cualquier comentario y nivel del mismo.
A mí, por ejemplo, me parece un tópico muy negativo, en contra de lo que suele defender la gente. Primero habría que definir con precisión el significado tanto de carpe como de diem; solo entonces estaríamos en condiciones de opinar con fundamento. En segundo lugar porque, sea cual sea el significado último que otorguemos al tópico, implica seleccionar y eliminar todo el resto de posibilidades que no se hayan elegido para vivir o gozar el momento o el día. En tercer lugar porque creo que su afirmación procede de un fracaso: el de reconocer nuestras limitaciones para llegar más allá de nuestra propia vida realizada en un tiempo y en un espacio tan corto como nuestra vida. Y así muchas más consideraciones. Tampoco sería de las menos importantes la de hacer entender que este tópico no se refiere a un viva la virgen sin templanza y sin argumentaciones.
Me parece también que el tópico viene a poner de manifiesto que el ser humano ha avanzado mucho en la representación de la realidad (técnicas, formas de vida, espacios…) pero, que en lo más permanente, en los conceptos, no ha cambiado casi nada. Los principios básicos tal vez sigan siendo los mismos y acaso no demasiados. En ellos se ha apoyado la raza humana desde casi siempre. Y no se vislumbran cambios notables en el horizonte del tiempo.
Desde el punto de vista filosófico, este tópico viene a estar en la base de muchos de los sistemas filosóficos, tanto clásicos como modernos: epicureísmo, idealismo (por negación e intento de superarlo) frente a realismo, existencialismo…
Se defendió la idea de que no existe clara separación entre el tópico y el cristianismo. Yo creo que esto no es en casi nada verdadero: lo que más le puedo echar en cara al cristianismo es ese empeño enfermizo en situar siempre un mal ante el ser humano, mal que tiene que ser superado con penitencias para poder ser redimido. Yo no veo cómo se puede encajar esto con el supuesto ánimo del tópico clásico.
Eché, en fin, en falta alguna aportación de textos modernos que trataran el tema. Los hay a centenares y Juan Antonio González los conoce bien. Quizás el tiempo no se lo permitió. Me quedo con uno que tal vez ya haya pasado por esta ventana. Es de Miguel D´Ors
Lo dijeron Horacio y el Barroco:
“Cada hora nos va acercando un poco
más al negro cuchillo de la Parca”.
¿Qué es la vida sino un triste sueño?
Hoy lo repite a su manera el Marca:
“Mañana se retira Butragueño”.
Como se ve, la plantilla está ahí para ser tomada por quien quiera aventurarse a echar su cuarto a espadas acerca del asunto. No hay más que variar los actores y las circunstancias pero manteniendo la esencia. Con Butragueño o con la coca-cola, que eso poco importa. ¿O no es, por ejemplo, toda la publicidad un ejemplo revelador del carpe diem?

martes, 8 de mayo de 2012

SI TE INTUYO Y ME QUEDO EN EL INTENTO


Yo sé que toda tú me perteneces
si te intuyo y me quedo en el intento,
pues si me atrevo hasta el conocimiento
se anulan tus potencias muchas veces.

Aspiro a conseguir que no me dejes
la duda en la razón, el desconcierto:
nada es peor que el arrepentimiento
si te someto a leyes de mi mente.

Déjame que te sueñe como quiero,
no como quiere el tiempo ni el espacio,
que te quitan la esencia y mi contento.

Así te creo yo, desde el contacto
de mi contemplación más absoluta
de todo lo que es cierto en tu hermosura.

No le des atributos, hazla nada,
que así es la rosa en su mejor mañana.

QUÉ BUENO QUE ME ECHARON


Hace mucho tiempo que no compro ni casi leo periódicos en papel. Para algo está el desarrollo digital. Y para algo está también el hartazgo que llevo en mi cuerpo de lo que hacen casi todos los medios de comunicación.
Esta tarde me quedaban cinco minutos antes de comenzar mi clase de inglés (ya me voy defendiendo en esa lengua) y pasé a ver a Vicente. Mientras me procuraba una cosa, tuve tiempo de echar una ojeada a un periódico provincial que estaba encima de una mesa. Se trataba de El Adelanto, periódico editado en Salamanca. En él participé como columnista durante unos años. Nunca cobré ni un euro por mis colaboraciones. Me echaron en un momento en el que había que barrer todo para el convento de unas elecciones en las que, fuera como fuera, tenía que ganar la derecha. Allá ellos. Ya lo conté en los comienzos de esta ventana.
Este era el titular de El Adelanto del día de hoy, siete de mayo de dos mil doce: “Decenas de salmantinos sin opciones por la suspensión de las oposiciones en Andalucía”. El titular aparece con grandes caracteres, en primera página y a cuatro columnas. Debajo, por si fuera poco, una gran foto que tiene que ver con equipos de fútbol. Le faltaban los toros y la procesión.
Pero vayamos al titular. Mis ojos no daban crédito. De modo que unas oposiciones en Andalucía, que han sido suspendidas por imposición del Gobierno Central, han hecho perder las opciones de decenas de salmantinos. Pero, ¿por qué insultan al sentido común? ¿Por qué son tan burdos y tan imbéciles mentales? Seguramente también será Zapatero el responsable de esta suspensión de oposiciones. Qué cara dura tan grande. Ni el cemento armado. Yo creo que ya hay que echarle la culpa a la izquierda hasta del diluvio bíblico.
En esta provincia tan provinciana se editan dos periódicos en papel. Hasta hace muy poco se editaban tres. Uno cerró porque seguramente había perdido sentido en el único fin casi inconfesable que perseguía.  Antes, este periódico, El Adelanto, se distinguía por ser un poquito menos grosero y por incluir algún resquicio de controversia. Ahora andan los dos que quedan intentando llegar más lejos en la mentira y en la mendicidad mental.
Hay muchos males que se derivan de este hecho. El primero es que son fuerzas importantes en la creación de opinión, sobre todo porque su venta se sigue produciendo en los centros sociales. La repetición de zafiedades termina convirtiendo una zafiedad en algo aparentemente real y hasta interesante para las mentes menos avispadas. Esta escala de valores termina por empobrecer a la comunidad que la soporta… Y todo se vuelve oscuro y fastidioso.
Lamento, una vez más, que una ciudad como Salamanca, que tenía que arder en el entendimiento y en la creación, tenga como medios de expresión estos tan pobres y tendenciosos y que, aparentemente, nadie diga nada.
Qué bueno que me echaron.
¿Qué podrá pensar cualquier andaluz que un día, por casualidad, tenga en sus manos la portada que hoy comento? Esta gente sí que separa, desune y pone al personal con el cuchillo del enfado en los dientes. Hala, a hacer nacionalistas sin parar. Y desde la bandera de la patria común. Y a enfadar al más sencillo sentido común. Mierda.
Lo siento por alguno que me advierte, con su mejor intención, sobre el peligro de mi autosuficiencia. ¡!Demasiado poco me explayo!!

domingo, 6 de mayo de 2012

TEN COMPASIÓN DE MÍ


¿Cuál fue la operación que dio la clave,
cuál la razón difusa que condujo
a esa elección hermosa, inverosímil,
en la que tú viniste a dar certeza
a este final exacto del proceso?

Porque antes del feliz conocimiento
ya existías en ti misma como objeto
predispuesto al encuentro y al abrazo.
Una fuerza invencible y absoluta,
febril en su pasión por seguir viva,
provocó que, en el poso de los tiempos,
en un hermoso espacio, reservado
desde antes del recuerdo del diluvio,
tú tomaras medidas y gritaras
la realidad concreta en tu presencia.

Desde el feliz momento,
mis ojos fueron ojos
y pudieron mirarte lentamente,
y pude navegar desde mi tacto
por las pausadas olas de tu cuerpo,
y supe que el olor tenía sentido,
que me invadían los ecos que llegaban
hasta mis oídos sordos de muy lejos.
Por ti supe el placer y la alegría,
la belleza acordada de las cosas,
y supe que la vida era un empeño
feliz cuando el objeto y el sujeto
se revelan sin miedo ni cautelas,
en representación que es compartida.

Por ti mi voluntad fue a la conquista
de todas las razones que en el tiempo
fueron causa y pretexto
de nuestro andar conjunto por el mundo,
y en ti me dan las gracias todas juntas.
En ti contemplo todos los conceptos,
dejándome de mí, de ti, de todo,
para quererte solo en tus esencias.

Mírame con ternura y compadécete
de mí mientras te vuelves en sujeto,
y yo me torno objeto
de tu conocimiento y te presento
mi fortuita presencia y mi azarosa
venida hasta el presente de ti misma.
Volvámonos recíprocos sujetos
y objetos simultáneos
en que llenar la fe de los sentidos.
Y, cuando, al conocernos hondamente,
nos queramos tan solo en los perfumes
que aquietan el furor de esos sentidos,
recuérdame un momento en mi figura,
y ten piedad de mí,
que yo hallaré una esquina en mi recuerdo
para guardar un eco
de tu tiempo y espacio compartidos.

viernes, 4 de mayo de 2012

INCLUSO SI TE OLVIDAS


Yo sé que tú me quieres
porque tengo evidencia de las cosas
antes de preguntar por sus motivos.
Me miras con placer, con buenos ojos,
mientras yo me distraigo en cualquier sitio;
me consideras buen acompañante
de lo que te sucede cada día;
no te enfadas conmigo
cada vez que no cumplo las promesas.
En fin, estoy seguro
de que te sientes bien junto a mí mismo.

A veces me imagino preguntando
por qué a mí me suceden estas cosas.
Indago en las razones torpemente
y termino mandando las premisas
al cesto sin control de los olvidos,
pues casi nunca alcanzo
la luz de las buscadas conclusiones.
Me deja la razón tan confundido…
Me convierto en tan pobre
si le busco las vueltas
al principio común de la razón…

Yo sé que tú me quieres y es bastante.
Incluso antes de ver que tus querencias
son actos naturales y concretos.
(Como sencillas son estas palabras
que hoy te escribo y te envío).
Por eso, si me besas, me contento;
pero, si cualquier tarde
no tienes en tus labios mi presencia,
sigo sintiendo cierta mi alegría
y me siento feliz por contemplarte
y tener la certeza
de que sigo queriendo que me quieras.

Al fin somos tan solo, no lo olvides,
un fenómeno más de nuestro aliento.

jueves, 3 de mayo de 2012

SOÑABA CON LA ESENCIA MÁS SENCILLA

Quise mirar y el ojo y no veía
por no saber mirar lo que importaba,
quise oír y el oído no sentía
pues nada en el espacio lo llamaba
.
Primero fue ejercicio razonado
de pesos y medidas contrastadas.
Y así no fue posible hallar el jugo
de los mejores frutos. Otro engaño
para mi voluntad desesperada.

La tarde eran escalas, cantidades
de grados y de ángulos de luces,
de fórmulas abstractas deducidas
de representaciones de los cuerpos.
El monte era una cota, las cigüeñas,
un arco en las corrientes de los vientos.
El río era una curva descendente
en precipitación gravitatoria.
El hombre era un archivo sociológico
de relaciones varias, de costumbres.
Todo cuadraba en fórmulas trabadas
de espacios y de tiempos enlazados.

Pero mi voluntad, en rebeldía,
soñaba con la esencia más sencilla
del alma de las cosas.

Y entonces decidí tentar la suerte
de otro camino menos transitado.

Me olvidé de razones sometidas
a solemnes criterios de razón
y no supe del tiempo por más rato,
me perdí del espacio y sus lugares
y no tenté las causas
de ningún complicado silogismo.
Volví a mirar con pausa y complacencia,
intenté confundirme y ser yo mismo
lo más perenne y hondo de las cosas,
puse tasa a la fuerza incontenible
de mi desalentada voluntad.

Ahora solo conjugo en el presente,
nada tiene extensión en mis espacios
y soy solo quietud y eterna complacencia
en la contemplación y el abandono
de ti, de mí, de todo, de nosotros.