jueves, 4 de mayo de 2023

VERDAD RESPONSABLE

 VERDAD RESPONSABLE

En estos tiempos de posmodernidad o de posverdad, ¿cómo se puede definir la verdad, si es que esta existe? ¿O acaso hemos renunciado ya a ese ideal y a ese asidero?

La verdad, como concepto, tiende a lo absoluto, a lo permanente, a lo definitivo, a lo inamovible. Y eso, o pertenece a algo externo al ser humano o, si no, nos obliga a regirnos simplemente por aproximaciones, pues la capacidad racional no da para tanto, aunque necesite del ideal de la verdad para la supervivencia.

Acaso podríamos conformarnos con la verdad apellidada, con algún tipo de verdad menos pretenciosa. Nadie sabrá si eso es engañarnos o el engaño está en el mantenimiento de la utopía y de lo absoluto.

¿Qué pasaría si nos moviéramos en una «verdad responsable»? Sería, tal vez, aquella que consistiría en concebir y analizar algo pensando más en las consecuencias de lo que se esté pensando, afirmando o negando que en el propio concepto. Es verdad que rebajaríamos el valor de la verdad al hacerla depender, no de su lógica interna, sino de las consecuencias que acarrea su defensa. Y, así, todo se volvería relativo, más pobre y menos duradero.

Pero convendría analizar si eso no nos resultaría más productivo para la convivencia y para el desarrollo social. Seguramente, nos estaríamos aproximando más a la ética que propiamente a la filosofía teórica. Al fin y al cabo, es lo que en la realidad se produce en nuestros días, pues tenemos una legión de éticos y el número de ‘filósofos puros’ se ha reducido notablemente.

La filosofía, en sus comienzos, ocupaba toda ciencia y saber. Ahora, las especializaciones y los desarrollos científicos le han quitado espacio y le han robado páginas a la filosofía; hasta el punto de hacer pensar que la filosofía como forma de acercarnos a la verdad se halla en cualquier variante de la ciencia, si esta es bien entendida.

En todo caso, la filosofía, sea cual sea su acepción y su desarrollo, tiene que seguir sirviéndonos para no servir; es decir, tiene que seguir siendo el instrumento en que apoyarnos para acercarnos al mundo desde una visión personal y crítica, nunca servil ante los poderes establecidos, sino de la mano del alcance, pobre, pero gozoso, del pensamiento propio e individual. Siervos solo de nosotros mismos.