jueves, 18 de abril de 2024

ESO DEL ADN

 

 ESO DEL ADN

En el diccionario de la RAE, este término se define así: 1. M. Biol. Ácido desoxirribonucleico. 2. M. Esencia, naturaleza de alguien o de algo.

La primera acepción, como corresponde, obedece a la etimología, mientras que el segundo obedece a desviaciones significativas impuestas por la historia del término.

Así que vayamos a su origen. La historia de su origen, de sus propiedades y modificaciones, de sus funciones e interacciones y hasta de sus aplicaciones no tiene límites y hay que dejársela a los más conspicuos microbiólogos y otros especialistas. Yo ni me atrevo a asomarme a ella, si no es como simple curioso.

Pues en estos tiempos parece que han salido entendidos y superespecialistas en esto del ADN como salen las setas en otoño. Y no estoy pensando, claro, en los especialistas de verdad -de esos siempre andamos escasos-, sino a ese atajo de atrevidos que vulgarizan el término como si de comer un trozo de pan se tratara. Son, ya se habrá adivinado, personas y personajillos que merodean en el mundo del deporte; más en concreto, del fútbol.

Creo que no invento nada si afirmo que son algunos equipos de fútbol los que se han apropiado de eso que llaman ADN, como si de un cuerpo cualquiera se tratara. «Ese es el ADN Barça», se dice, se repite y se proclama hasta casi el infinito. Creo que, con algo menos de ruido, también se defiende para otros equipos, pero estoy dispuesto a conceder que sea con la misma intensidad. De hecho, acabo de leer esto referido al Madrid: «esta camiseta no sabrá conjugar el verbo rendirse». Ahí es nada. Lo que importa no es tanto el ejemplo como el concepto.

O sea, que esa entidad, ese cuerpo social funciona como un cuerpo real, de carne y hueso, sufre las mismas enfermedades, se constipa entero, se juntó en conspiración desde el origen, sufre las mismas transformaciones, si se modifica uno se modifican los demás (como gemelos o siameses) y están todos dispuestos a colaborar en las mismas aplicaciones. Mucha tela todo este asunto. Para una masa social amplia, imaginarse tal cosa es algo más intenso y extraordinario que tratar de comprender el funcionamiento de cualquier secta, incluso de la más dogmatizada.

Y digo yo que si esto del ADN no impedirá que cada persona piense y actúe por su cuenta, sin ese seguidismo pastueño que aniquila la voluntad y nos convierte en animalitos de pelo blanco, balando al ritmo que marque el director de orquesta.

Seguro que estoy equivocado y esto no es más que un peldaño más en el discurrir de la ciencia, que anda enfrascada en descubrir el ADN en grupos sociales. El siguiente escalón seguro que nos llevará al ADN de la humanidad entera.

Extraordinario descubrimiento este, si llega a concretarse. Está uno en ascuas.

Esto del mundo del fútbol no deja de ser un campo extraordinario para la ciencia y el pensamiento. Hay que recordar que en él se ha inventado también un sistema filosófico llamado Cholismo, que consiste nada menos (extraordinario y elaboradísimo descubrimiento) que en ir «partido a partido». Ríete de Platón, de Tomás de Aquino y de Kant juntos.

En realidad, no sabemos apreciar lo que tenemos. Yo ando confuso porque no sé muy bien si tengo ADN de Valero, bejarano o bejaraui. ¿Alguien podría ayudarme?

lunes, 15 de abril de 2024

LA PALABRA DADA

 LA PALABRA DADA

Habíamos quedado en que la palabra representa la idea que tenemos de las cosas: En vez de coger a un elefante en brazos para enseñárselo a otra persona, poseemos la idea de esa realidad tan pesada y la palabra que la representa. ¿Se imaginan la comunicación sin este medio tan económico y tan potente? Pues eso, que la palabra debe ser respetada y bien utilizada.

Andamos metidos de lleno en campañas electorales, nada menos que tres en un par de meses. En las campañas se realizan mítines en los que los candidatos ofrecen promesas de todo tipo. Los asistentes, que no necesitan ser convencidos porque ya lo están, aplauden a rabiar cualquiera de estas promesas. Muchas son de difícil o imposible cumplimiento, pero suenan bien y todo sirve para el convento. Como los medios de comunicación llevan extractos de esas promesas a todas las personas, esos mismos mensajes llegan a los oídos de todos los ciudadanos.

Lo malo es que estos otros ciudadanos ya no están tan convencidos como los correligionarios que asisten a aplaudir y a animarse unos a otros. Para completar el ciclo, las respuestas de unos candidatos a otros se realizan a través de esos medios de comunicación, en un diálogo de sordos que aspira a una escalada de anuncios genéricos y de cuentos de hadas.

Es el juego de las campañas electorales. O eso dicen ellos.

A mí me parece que este es un juego bastante sucio y embarrado. Un par de ejemplos.

. Un representante de Ezquerra de Cataluña afirma, un día sí y el siguiente otra vez, que primero es la amnistía y después, sin duda, el referéndum. La respuesta de los partidos llamados “nacionales” no es otra que tomárselo un poco a broma, porque, «estamos en campaña». Prácticamente todos los periodistas son de la misma opinión y no mueven ni el entrecejo cuando oyen a unos y a otros.

. La guerra en Gaza (un verdadero genocidio) corre el peligro de convertirse en un conflicto mayor, de consecuencias imprevisibles pero catastróficas. En el análisis de los expertos se afirma que a quien más le interesa esta extensión de la guerra es al primer ministro israelí por su situación judicial y política. ¡Y hasta puede que tengan razón! ¡Bendito sea dios y dios sea bendito! ¡¡¡¡Pero una guerra puede justificarse por el bien o el mal de una persona!!!!

¿A qué se puede y debe atenerse el ciudadano normal, que ve que cualquiera puede decir lo que quiera sin que esto tenga ninguna repercusión social ni política? ¿Pero a qué nivel de degradación hemos llegado? ¿Esto conduce a algo distinto de la desconfianza, del desencanto y de la abstención?

Para el primer ejemplo, uno puede entender que el candidato independentista proclame sus intenciones y sus deseos: está en su derecho. Lo que se entiende peor es que no se le responda con firmeza, defendiendo el derecho a expresar sus ideas, pero contraponiendo las propias y no dejando todo en un juego de amago y no pego, en un juego como de niños y en un panorama en el que nadie termina tomando en serio a nadie. Luego viene lo que viene y nos llevamos las manos a la cabeza.

Lo del segundo ejemplo es de traca mundial. Y no es ningún eufemismo. La vida de poblaciones enteras (mujeres, hombres, niños, ancianos, desvalidos… personas) vale menos que el éxito o el fracaso personal e individual de cualquier personajillo. ¿Cómo se explica esto, por mucho que arrimemos variables, explicaciones, contextos históricos y consideraciones varias?

La palabra es reflejo débil, casi mísero, de la realidad. Pero deberíamos concederle algún valor. En realidad, es un instrumento absolutamente milagroso a nuestro alcance. Lo contrario es el caos.

No hace mucho, una palabra dada y un apretón de manos sellaban el mejor pacto y el más indisoluble. Hoy hay que tener cuidado porque, si extiendes la mano, te la pueden apartar; y, si ofreces tu palabra, da igual aceptarla o no, porque resignificamos cualquier cosa en un momento. Hasta tal punto se ha vaciado de su significado y de su duración.

Cachis.

 

viernes, 12 de abril de 2024

INDICIOS-AFORISMOS

 INDICIOS-AFORISMOS

. Diálogo fecundo: La vida pregunta al ser humano y este le contesta con su propia vida.

. Tiro al blanco: Capacidad del ser humano para responder razonablemente a todo aquello que la vida le vaya planteando en cada momento.

. Dar espacios al miedo es empujar a que suceda aquello que temes.

. Dos oportunidades: el destino y el sufrimiento. Ambos provocan tu actitud para dar un sentido u otro a tu vida.

. Paráfrasis de Nietzsche y de Arquímedes: Descubridme un punto de apoyo y un porqué; después dejadme buscar mi propio cómo.

. Procesos: El final de un proceso marca el fin de la incertidumbre; pero abre una nueva incertidumbre hacia lo desconocido.

. Duda: ¿Es la vida la que nos plantea preguntas a nosotros, o nosotros los que se las planteamos a ella?

. Caminos divergentes: a) Inventar el sentido de la vida; b) Descubrirlo en la vida misma.

. Mucho mejor hacer tribu que formar multitud.

. Cuanto más se desnuda la existencia de porqués, más necesidad tiene el ánimo de adaptarse a cualquier cómo.

. Doloroso desengaño: Añadir a una vida inútiles vacíos.

. No esperes de la vida más que lo que ella espera de ti.

lunes, 8 de abril de 2024

DECIMOQUINTO ANIVERSARIO

 

RAMONA

(En aquella misma fecha, Felipe Comendador escribió esta hermosa página, que yo tenía guardada. Os la ofrezco como homenaje y como recuerdo. Y a él se lo agradezco).
8 de abril de 2009


Ramona era realmente hermosa mientras echaba al perrillo de Julia de sus faldas y miraba a los ojos de Antonio como pidiendo vida y saltos y canciones... la última vez que la vi, contaba perfectamente hasta diez y de seguido si Antonio la animaba, y luego sonreía o empezaba a soltar su eterna perorata de cristos y jesuses...


De ella me queda un resto como de madre eterna, habitada de un don impresionante en sus ojos vivarachos para llenar de paz lo que mirase... se sabía consejas y canciones de pueblo, y las cantaba; recitaba poemas de esos bardos serranos que alguna vez pasaron por Valero y reía con franqueza ante un guiño pequeño y atrevido –siempre me pareció percibir en ella una inteligencia sobresaliente que utilizó hacia adentro con perfecta armonía y sin esa excelsa tontería de los narcisos nuevos–. Puedo decir sin dudarlo un segundo que la quise, que la besaba fuerte cuando coincidíamos y lo hacía de muy buena gana, que me caía más que mejor y que adoraba su mirada profunda, una mirada que pocas veces he encontrado en mi paso –quizás sea comparable a las de Joan Margarit y Ángel González–. Ayer se nos fue, cuando ya era solo un suspirito de todo lo que había sido, cuando había dejado bien plantados en el mundo a sus nueve vástagos, cuando había dicho cada una de las cosas que quiso decir y cuando había hecho felices a todos los que la rodeábamos.


Su agotarse ha sido duro y largo, que lo sé de memoria por los ojos de Antonio y por sus continuas caídas de humor y de esperanzas... y es a Antonio al que quiero hablarle de Ramona hoy, de su madre preciosa, de esa madre que ha tenido por muchos años, hasta que el ciclo natural se decidió a agotarla.


Los finales son duros, amigo del alma, pero llevan descanso en su contrariedad y hay que jugarlos con espíritu tahúr para que se conviertan en vivencias propicias a esa labor diaria de crecer y sonreír juntos. Tu ventaja en este duro juego es que tuviste a tu madre durante mucho más tiempo del que se suele tener a las madres, que la gozaste y sufriste con ella, que reías a mandíbula batiente con sus ocurrencias y que te dejabas besar por ella hasta hace pocos días –y tú ya vas mayor, aunque no para esas cosas, ¿verdad?–. Tuviste tiempo para aprender de ella cómo se mira a la vida de frente, cómo se salvan las dificultades –aunque parezcan insalvables–, cómo se puede sonreír simplemente por tenerse, por acompañarse en el camino hacia esa nada absurda a la que ha ido

.
Y en este juego también llega la hora de las preguntas, una hora densa e intensísima de la que debes sacar provecho –algo que no dudo por tu alta capacidad de raciocinio y por el trámite intelectual que siempre supiste darle a todo–. Yo quiero que me dejes jugar contigo en esta fase dura que promete riqueza de conceptos, que me enseñes a jugarla para estar preparado.


Solo puedo decirte, Antonio, que fue un placer hermoso compartir a tu madre siempre que pude hacerlo, que fue bello apreciar cómo la sentías y la sientes, que fuiste ejemplo que me quedó marcado y que te supe débil y tocado muchas veces, pero amando siempre, y eso es muy hermoso, amigo... y, también, que me tienes aquí al ladito para lo que haga falta, para darte calor o propiciar sonrisas, para reñir bajito si se tercia, para arreglar el mundo o joderlo del todo, para abrazarnos fuerte y auparnos en la vida el uno al otro.


Lo mejor de estos momentos trágicos en las vidas pequeñas, como las nuestras, es que nos hacen ver que hay lazos fuertes, que hay intensidad, que hay algo que hemos hecho juntos sin querer y que nos ata fuerte.


Un abrazo, Antoñito, y mi más cálido recuerdo a esa mirada intensa y profunda de Ramona.


Déjame que hoy te ofrezca un ‘sigamos’...

Posted on 17:16 by luis felipe comendador and filed under ANTONIO G. TURRIÓN, RAMONA TURRIÓN |

 

viernes, 5 de abril de 2024

HORA PRIMA

 HORA PRIMA

 

He vuelto a abrir la paz de mi terraza,

ese rincón de gracia y de silencio

en el que el mundo viene a visitarme.

El día se me ofrece en un murmullo

que crece a cada instante, como fuente

que reza en manantial y que dispersa

sus aguas monte abajo,

soñando con ser río.

La nieve, en la ladera y en la cumbre,

frente al azul del cielo. Las personas,

llenando perezosas las aceras.

Los deseos, que al fin se desperezan

y van a lo que traiga cada día.

La luz, que ya fecunda sin rubores

todas las negras sombras de la noche…

 

El mundo, que dormía, se ha despertado.

 

Y en ese abismo en que se arroja el día

activo mis sentidos, venzo sueños,

renuevo la promesa de estar listo

para andar entre todo lo que existe

y salgo a comulgar las evidencias

del pulso enfebrecido de la vida.

 

Por fin es primavera y mi alma canta.

martes, 2 de abril de 2024

CULTURA DE LA MUERTE

 CULTURA DE LA MUERTE

En esta ciudad estrecha, como en tantas otras, se han suspendido casi todos los actos procesionales de la Semana Santa. La meteorología adversa ha obligado a ello. Desde hace algunos años, se celebra una representación pública de la muerte de Cristo que aquí llaman La sentencia. También ha sido suspendida. No he asistido nunca ni tengo especial interés en acudir a verla, pero me cuentan que cada año crece la asistencia. No me sorprende en absoluto que así sea. Quédese al margen el respeto a todos los que quieran hacerlo. Están en su derecho.

De la anécdota se pasa a la categoría, al observar en qué medida se practica y se acompaña todo aquello que tiene que ver con la muerte y qué poco, en comparación, con aquello que exalta la vida y la resurrección. Desde el punto de vista religioso, todo debería tener como fin la exaltación de la vida, de la resurrección, de la victoria contra la muerte, del gozo frente a la tristeza, de la victoria frente a la derrota. Pues ya se ve que, en las representaciones de Semana Santa, sucede todo lo contrario: la muerte, el sufrimiento, las efigies de dolor y el ambiente de casi susto y miedo andan por las calles, y todos los acompañantes parecen figurantes en una representación teatral que mucho tiene de tragedia y poco o nada de comedia.

Esta cultura nuestra está cuajada de ejemplos de culto a la muerte, somos seres para la muerte y los ejemplos se multiplican en los ritos: Semana Santa, entierros, gallos, matanzas… Demasiados ritos en los que la muerte anda por los pasillos y por las calles. Encajar esto en una religión que aspira a la vida eterna a mí me cuesta mucho, acaso demasiado. Serán los límites de mi razón. Serán.

Los sociólogos estudian todas las variables que engloba este fenómeno de la Semana Santa, y señalan un buen puñado de ellas. Siempre la causalidad es múltiple y conviene no extraer consecuencias absolutas ni definitivas, porque podrán resultar falsas, o al menos incompletas. Pero el ambiente sí parece teñido de sentido negativo y de exaltación del dolor frente a la alegría de la vida. Y, para más sorpresa, se sitúa toda esta celebración en los días en que la luz de la primavera nos empuja al gozo del triunfo de la naturaleza. Será que los caminos de Dios son inescrutables. Será.

Pero tras las causas están las consecuencias, las conclusiones que de ello podamos extraer. Y entonces se nos abre otro abanico amplio de pensamientos y de reflexiones que apuntan, al menos en alguna de sus variables, a una colectividad más dócil y hasta asustada, más manejable desde todos los puntos de vista y menos dispuesta al pensamiento personal.

Que cada uno abra la ventana, mire al campo y decida.

A una de las personas que participa en la representación de La sentencia (una gran actriz, por cierto) le expresé una vez mi deseo de que no sentencien a nadie, sino que perdonen a todo el mundo y animen a la concordia y a la vida gozosa y positiva. Me miró con cara de asentimiento y me rogó que lo mirara solo como una representación artística. No le niego tal valor ni a esta representación ni a todas las demás de las que procesionan todos estos días. Tan solo pido entender algo que me produce extrañeza y contradicción. Será que mi inteligencia no da para más.

Prometo seguir pensando en ello. Supongo que los demás harán lo mismo.

Me resulta inevitable pedir auxilio a las palabras del maestro don Antonio Machado: «Oh, no eres tú mi cantar, / no puedo cantar ni quiero / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en la mar…».

viernes, 29 de marzo de 2024

¡QUE LLUEVA, QUE LLUEVA!

 ¡QUE LLUEVA, QUE LLUEVA!

Hoy es día de Jueves Santo. Día de caridad. Ben-Hur en las pantallas. Todo un clásico. En otra cadena, Lavapiés y misa solemne. Y procesiones por todas partes.

Bueno, procesiones no, porque la meteorología no lo permite. En mi casa han estado mis nietos hasta esta misma tarde y apenas he podido salir a la calle con ellos. Me gusta mucho salir solo o con ellos para tomar el aire y para acogerme al tacto de la naturaleza. Pues no ha podido ser. Pero en casa nos hemos inventado otras actividades y hasta he enseñado un poco a mi nieto pequeño a jugar al ajedrez. Y, claro, me he dejado ganar, como mandan las leyes familiares.

Para el resto de semana, de Semana Santa, se anuncian lluvias. Muchas procesiones ya han sido suspendidas. Otras lo serán en las próximas horas. Yo mismo iba a participar en una marcha a favor de Manos Unidas. No podrá ser. Esta lluvia… Cachis.

Pero es que repicar y andar en la procesión es algo que todavía no se ha inventado. Y en el sentido figurado seguramente no se va a inventar nunca. Así las cosas, por una parte, los que usaron el transporte en busca de playa ahora andan desguarnecidos en el apartamento, sin calefacción y añorando el rico sillón y el libro o la película de turno en su casa. Es posible que vuelvan a casa con la cabeza alta, presumiendo de todo lo que se quieran inventar, pero con la conciencia algo alicaída y hasta un poco hartos de tanto regalo líquido por parte del cielo. Por otra parte, son horas de desconsuelo y de lágrimas de cofrades, penitentes y curiosos, que se quedan con los santos vestidos y sin sacarlos a las calles.

El asunto da para casi todo, desde la consideración más piadosa hasta la ironía menos contenida. Alguien ha dicho que a los pasos de Semana Santa los sacan en procesión una vez al año para que vean cómo ha cambiado el barrio. Alguno más irreverente se sorprende de que se saquen unos simulacros de figuras de madera revestidos y se les aclame y rece como si tuvieran vida propia. Incluso alguien se pregunta retóricamente y se sonríe porque haya gente que unas veces rece para que llueva y otras para lo contrario, y concluye que tal vez es que no se dan cuenta de que lo que ocurre es que nadie los escucha ni en una ocasión ni en otra.

Lo cierto es que, volviendo a la situación meteorológica, parece que nunca llueve a gusto de todos. Mira que hay días para llover a cántaros durante todo el año. Pues, hala, a llover estos días que necesitamos secos y con buena temperatura. Como pasa otras veces, seguro que el lunes o el martes, días en los que cada cual andará de nuevo en sus ocupaciones diarias y en sus lugares de origen, lucirá un sol espléndido y la primavera nos regalará un ambiente lujurioso. Esto para más INRI, que de Semana Santa se trata.

¿Cómo ordenamos todo esto de la meteorología, de las procesiones y de la Semana Santa? Quizás no sea fácil esa mezcla extraña de naturaleza, de borrascas, de clima, de sequías, de degradación ambiental, de plazas hoteleras, de economías sin sentido…, y de fe, de tradiciones, de botellones casi místicos colectivos, de supersticiones, de hechos que se saltan toda lógica… No, no es fácil.

Porque somos razón, pero somos antes instinto y sensaciones, y después intereses personales y colectivos, e inteligencia puesta al servicio de esos intereses. Y así, ordenar sensaciones, inteligencia y razón resulta tarea complicada. A mí estos días en los que me ha hurtado la meteorología poder gozar del espacio libre me han servido para comentar con mi nieta lo que significan los conceptos de instinto, sensación, inteligencia y razón, cómo se jerarquizan y con qué esfuerzos debemos aspirar a ellos. Como es tan espabilada, aunque anda en la edad confusa de la adolescencia, creo que los ha entendido. Ojalá los lleve a la práctica, porque son de uso continuado y diario.

Tal vez la lluvia también nos sirva para sentarnos a pensar un rato, para reflexionar acerca de los valores y significados de la Semana Santa y de la necesidad de la lluvia para nuestra vida. Puede que todo quepa si lo sabemos acordar y asentar serenamente y con la jerarquía de la razón y el acompañamiento de la fe y de la inteligencia.

A mí me da para saludar la llegada de la lluvia y sus beneficios. Incluso para gritar aquella vieja canción que decía «que llueva, que llueva…»; o aquella otra cuyo estribillo rezaba «tiene que llover, tiene que llover a cántaros». Y luego ya si eso…