martes, 5 de agosto de 2025

CARTA ABIERTA AL NUEVO ALCALDE DE BÉJAR

 CARTA ABIERTA AL NUEVO ALCALDE DE BÉJAR

Se acaba de producir el relevo en la alcaldía de Béjar, a través de una moción de censura y dentro de los procedimientos legales previstos. Los relevos, en estas condiciones, no son nunca agradables y solo la suma de irregularidades y de despropósitos del alcalde cesante explican que este hecho se haya producido.

A los que dejan el equipo de gobierno, a pesar de todas las discrepancias, hay que agradecerles los mayores o menores esfuerzos que hayan realizado (y que deben seguir realizando en la oposición) en pro de la ciudad de Béjar. Queda dicho.

A partir de hoy, es al nuevo equipo de gobierno a quien hay que pedir que lleve a la práctica las ideas que quiere defender. Por eso esta carta abierta al nuevo alcalde.

En primer lugar, mis felicitaciones y mis deseos de que el tiempo que queda de legislatura sea provechoso para el nuevo equipo; porque, si lo es para ellos, lo será también para todos los ciudadanos, que es lo que a todos más importa.

A Antonio Cámara, el nuevo alcalde, le asisten su preparación y su dedicación desde siempre a asuntos de tipo social. Por ahí, las comparaciones, si es que hay que hacerlas, resultan odiosas. Pero no se trata solo de preparación técnica, sino también de carga ideológica, esa que (cuando la hay) nos sostiene y nos orienta en los actos de cada día. Y Antonio Cámara y su equipo vuelven a las responsabilidades de gobierno desde la ideología socialista. Sí, sí, desde la ideología socialista. Resulta obvio, pero hay que recordarlo: no es lo mismo tener intereses que tener ideología. Y, a buen entendedor, pocas palabras.

A mi modo de ver, esta ideología consiste en el desarrollo de un esquema tan escueto y simple como este:

1.      Cuando nacemos, solo tenemos en común la desnudez. Todo lo demás (amparo, sociedad, familia, medios...) ya nos diferencia.

2.      Si en la vida no partimos en igualdad de condiciones, todo lo demás resulta ser una espantosa mentira, y tenemos el deber de mejorar y de corregir esa desigualdad continuamente.

3.      Durante el desarrollo de la vida, el esfuerzo de cada persona es diferente. Resulta de justicia también reconocer esos esfuerzos desiguales y premiar proporcionalmente al que más empeño ponga.

4.      Nadie puede negar que, antes que nada, se debe producir la igualdad de oportunidades y solo después se produce el esfuerzo individual diferente.

5.      Una ideología socialista debe entender, por ello, que sus esfuerzos mayores deben volcarse en mantener esa aproximación a la igualdad de condiciones en todo momento. Por eso hay que pedir más a quien más tiene y dar más a quien más lo necesita.

6.      En consecuencia, las decisiones diarias deben marcarse en esa dirección. Para eso está la planificación y el concepto de comunidad, que se debe tener y que se tiene que describir sin complejos en el programa.

7.      A partir de ahí, vendrán los proyectos concretos y las decisiones de mayor y de menor alcance en la práctica diaria.

Parece un esquema como para andar por casa, pero creo que recoge las ideas principales de lo que entendemos por socialdemocracia.

Como el nuevo alcalde y su equipo comparten esta ideología, estoy seguro de que la comunidad entenderá por qué se toman las decisiones que se tomen en cada momento y la ciudad tendrá un rumbo concreto y visible.

Por lo demás, deseo que el azar os sea favorable y que siempre tengáis presentes las ideas que defendéis, por encima de enfrentamientos personales, que a poco o a nada conducen.

A los ediles que componen el ayuntamiento es a quienes más debemos exigir un buen comportamiento personal y colectivo. A los ciudadanos nos compete también desarrollar una actitud cívica que beneficie a la comunidad. Es tarea de todos y en ello debemos estar. Contad conmigo y pedid a los ciudadanos que aporten su granito de arena. Entre todos haremos que la ciudad funcione algo mejor.

Suerte en esta nueva etapa a todos.

Antonio Gutiérrez Turrión

miércoles, 30 de julio de 2025

NO TENGO DE QUÉ HABLAR

 

NO TENGO DE QUÉ HABLAR

No tengo de qué hablar desde hace días

y estoy en colisión con las palabras.

Habíamos rubricado un justo acuerdo

según el cual yo había de presentarles

un tema al que intentar ponerle cara:

lo que el día nos prestara para hincarle

el diente; y a su vez ellas prestarse

a vestirlo con traje presentable.

Pero tengo calor y a mí estas cosas

me sacan sin querer de mis casillas.

Sé que hay cosas por ahí, por esos mundos,

esperando que yo vaya a buscarlas

y sé también que hay otras más lejanas

que me traen el sabor de la nostalgia:

se han ido y ya no debo repetirlas

en la forma que muestran las palabras.

 

Tenéis que perdonarme, hoy no es el día

y prefiero tal vez ser simple cómplice

del sosiego, el reposo y el silencio.

miércoles, 23 de julio de 2025

TÍTULOS ACADÉMICOS

 

TÍTULOS ACADÉMICOS

La velocidad con la que se suceden los acontecimientos hace que, durante el curso normal, no tengamos tiempo de detenernos en asuntos que se esconden y que pasan de perfil, a pesar de que suponen actitudes escandalosas. Luego llegan los tiempos muertos y el verano, esos momentos en los que parece que todo se detiene, y salen a la luz muchos trapos sucios, que sirven también a los medios de comunicación para agarrase como los perros a un hueso y para llenar las páginas durante la calma chicha del sol y de las moscas.

Resulta que anuncian los periódicos que una tal Noelia Núñez, joven vicesecretaria del PP, se tenía inventado un currículo extenso que, en realidad, estaba vacío casi del todo: había empezado hasta tres carreras y no había terminado ninguna. Y la han pillado con el carrito del helado.

El caso tal vez es más frecuente de lo que parece y viene a resumir todo un conjunto de variables que intervienen en ello; desde asuntos políticos hasta universidades de medio pelo, desde redes sociales hasta cunas económicas... Apariencias, apariencias y más apariencias.

Las generaciones pasan y los tiempos cambian; por eso no es bueno juzgar sin tener esto en cuenta. Pero no es menos cierto que las comparaciones son inevitables y que todo en la vida tiene ese poso de relación y de comparación.  Alguna vez habría que revisar ese sambenito que tiene el “y tú más”, porque será siempre inevitable, por más que siempre debiera ser relativo.

El caso es que esta niña pija del PP podría aprender de uno de sus antecesores, Pedro Casado, quien tardó diez años para superar algún curso universitario y, cuando tenía un puesto importante en su partido, remató toda la carrera en unos meses. Así borraría la mancha que estropea toda su página curricular.

Los hijos de los más pobres de los pobres tuvimos la suerte, en los años setenta, de que se habían abierto unas becas, llamadas becas-salario, que aseguraban la posibilidad de que los más aplicados, si se esforzaban, podían acceder a los estudios universitarios, pagar sus matrículas y reintegrar a sus familias parte del dinero sobrante (becas-salario). Por supuesto, se exigían unas notas determinadas y nadie se podía descuidar en perder ni una asignatura ni un curso. Y ahora nos vienen estos con todas estas patrañas. No hay derecho.

No se trata de santificar los títulos, pero tampoco de degradarlos hasta igualarlos a la nada. En las paredes de mi habitación cuelgan tres títulos expedidos por la Universidad de Salamanca con mi nombre. No tengo que ir exhibiendo por ahí nada, pero tampoco tengo que pedir perdón por ello.

Y ahora, traslademos el asunto a la representación social. Todo el mundo tiene derecho a ser elegido para esta labor, pero habría que cuidar un poco la hoja de servicios, por lo menos por parte de los aspirantes. Si no se hace, luego nos sucede lo que nos sucede, que a uno lo pillan con carrera conseguida misteriosamente en seis meses, a otra la descubren con varias intentonas académicas, pero todas fallidas y a otros los ascienden de porteros de casa de dudosa reputación a consejeros ministeriales. En todos los sitios cuecen habas.

Debe de ser que esto de la universidad y de los títulos anda también con la resaca veraniega y se divierte de festival en festival, como si todo siguiera sujeto a la representación y al jolgorio público general. Las reflexiones académicas han sido sustituidas por las aportaciones de una manada de analfabetos influencers que mueven el mundo de los instintos a ritmo de Tik Tok y de instagram (perdónenme los extraordinarios divulgadores académicos a los que no hay más que agradecerles su labor y darles las gracias). Y así, todos bailando y fumados en un mundo sicodélico y gaseoso. Tendrá que ser así.

martes, 22 de julio de 2025

PREGUNTAS RETÓRICAS

 

PREGUNTAS RETÓRICAS

 

¿De qué hablar sin gritar y dando espacio

a que la voz encuentre un compás dulce

y no se vuelva lloros o lamentos

como agua que se ahoga en los torrentes?

¿Del cruel genocidio en Palestina?

¿Del blando disolvente que deshace

 las bases de esta extraña sociedad?

¿Del tedio de las horas en verano,

con el sol que retrasa hasta el olvido

los sueños y aminora los espacios?

¿De la pobreza gris de las palabras

buscando hacer del tiempo lo que el tiempo

siempre dejó en las manos del azar?

¿De la muerte que acecha y no da tregua?

¿De la inútil contienda de la arena

con la espuma del mar en sus orillas?

¿Del tiempo y del espacio como agentes

de todo lo que ocurre en la memoria?

¿Del nombre de la rosa? ¿De su aroma?

¿De todo lo que fuiste y ya no eres?

¿De ti como refugio y plenitud

en donde ser y estar se reconocen?

¿De mí mismo, que, al fin, soy todo esto

y sé que soy el fuego que me salva?

¿Del silencio, del cero, del olvido

al que me acerca pura la palabra?

 

Es dura la labor y vasto el campo;

pero he de ir a ellos, aunque, acaso,

provoque mi derrota en el intento.

martes, 15 de julio de 2025

ÉTICAS

 

ÉTICAS        

Termino la lectura de uno de esos libros que me dejan huella y ventanas abiertas para la consideración y para la opinión. Se trata de El loco de Dios en el fin del mundo, de Javier Cercas. En sus casi 500 páginas y a través de numerosas consideraciones y diálogos, consigue entrañarse en los elementos esenciales del catolicismo y de su estructura vaticana.

Las religiones en general incorporan en su esencia la presencia o la ausencia de premios y de castigos según el comportamiento de sus fieles. La católica promete nada menos que una vida eterna y feliz como continuación de esta tan llena de dificultades y de dudas: «Gimiendo y llorando en este valle de lágrimas». «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios». El proceso histórico no se explica sin la presencia de esta idea y de su aplicación; hasta el punto de que no es extraño que parezca una suma de preceptos que terminan casi dando miedo. La jerarquía y el poder civil bien se han aprovechado de esta situación para mantener bajo control a los fieles menos avezados, más dóciles y sumisos.

Pero la demostración racional de la existencia de esa vida posterior es sencillamente imposible. Solo es posible su admisión desde el mundo de la fe. Embarcarse en una vida virtuosa con la espada de la recompensa o del castigo de la vida eterna parece sencillamente un chantaje continuo.

Hay una ética no religiosa, sino laica, que empuja a un buen comportamiento sin el horizonte del castigo o el premio de otra vida: «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos ven a Dios». Se actúa porque está bien y es bueno, no por un premio o un castigo. El dios de esta ética es el bien en sí mismo, en la verdad de las cosas. Quizás el filósofo Kant es quien mejor lo explica.

¿Cuál de las dos éticas es superior, la laica o la religiosa? ¿Es posible la conjunción de ambas? La primera parece no necesitar de la segunda.

Pero ¿y los “locos” religiosos católicos que se embarcan en vidas de entrega a los demás, a los más necesitados, sin exigencias de ningún tipo, solo como imitación de aquel que sienten como ejemplo en esa entrega?

Conjugar el presente “ven” con el futuro “verán” no es malo, pero que no falte el presente “ven”.

Reproduzco aquí esta composición poética que sublima estas dos éticas. Tiene origen religioso, pero bien se puede entender en la ética laica también.

No me mueve mi Dios para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.

 

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

clavado en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido,

muévenme tus afrentas y tu muerte.

 

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

que, aunque no hubiera cielo, yo te amara

y, aunque no hubiera infierno, te temiera.

 

No me tienes que dar porque te quiera,

pues, aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.

Qué locura, qué revolución, qué maravilloso escándalo, qué transformación y qué ideales tan absolutos. Insisto: está pensado el soneto para la vida religiosa, pero se puede trasladar a la ética laica.

martes, 8 de julio de 2025

CRECIMIENTO / BIENESTAR

 

CRECIMIENTO / BIENESTAR

Cada uno contrasta sus pensamientos con todo aquello que hacen visible los pensamientos de los demás. Es la parte inevitable de comparación que existe en toda acción humana. Somos seres sociales y nada menos que ocho mil millones de ejemplares en este pequeño planeta. Y el contraste se establece, sobre todo, con aquellos hechos y opiniones que se hacen más frecuentes. Son los del día a día, aquellos que son más generales y que llegan al común de la comunidad, sobre todo a través de los medios de comunicación. En ese diálogo silencioso que uno establece con esas imágenes y con esas opiniones se deslizan enfados o asentimientos, como si de una discusión constante se tratara.

Para mi desgracia, me declaro muy alejado del común de esas imágenes y de esas opiniones; por ello, vivo en un casi constante enfado y me muestro protestón con mucho de lo que veo y leo.

Pero, de vez en cuando, descubre uno, en la lectura sobre todo, que alguien desarrolla un razonamiento que está próximo al que uno tiene. En esos casos, se siente reconfortado, descubre que no está solo y se toma un ratito de consuelo y de ánimo.

Leo en El futuro de Europa, obra de Antonio Turiel, estas palabras: «Dos de los pilares conceptuales más importantes del neoliberalismo económico son su fe absoluta en el libre mercado y su defensa a ultranza en el crecimiento» (pg. 112). Enseguida se afana en demostrar que ambos pilares son falsos y que ni existe el libre mercado ni el crecimiento continuo nos puede llevar a otra consecuencia distinta que no sea el caos.

Y, bien mirado, uno piensa que, en realidad, la experiencia se encarga de demostrarnos que esto es así de manera evidente y que el sistema tiene que terminar por agotarse en sí mismo y morirá de éxito, tal vez no tardando mucho.

Desarrollar este pensamiento no es objetivo de estas líneas. El autor lo hace muy bien en su libro, pero por hacer la idea visible. Estamos ya en días de pleno verano en esta piel de toro. Los calores aprietan. Las playas se hallan abarrotadas. Los hoteles, otro tanto. El empleo en el sector terciario ha crecido un montón. Aparentemente, todos tan contentos.

O no todos. Que pidan opinión a los vecinos de algunas ciudades y de ciertos barrios, completamente abarrotados de gente que parece (solo parece) contribuir con su actividad al crecimiento económico continuo. ¿Cómo no defender que el crecimiento tiene que ser regulado y orientado si no queremos que sea peor el remedio que la enfermedad?

Es solo un ejemplo, pero la lista podía crecer hasta casi el infinito.

De nuevo habla el autor: «El problema es que, dentro del marco teórico-conceptual del neoliberalismo, no crecer es tener problemas económicos y sociales graves: los créditos no se devuelven, las empresas quiebran, la gente pierde su empleo... Eso ha llevado a una identificación abusiva de crecimiento con bienestar que hoy en día es aceptada de manera acrítica y generalizada por la sociedad. Sin embargo, dado que los límites biofísicos que nos marca el planeta existen, el crecimiento perpetuo es imposible, y de hecho ya estamos en un momento histórico en el que el crecimiento no puede ya continuar por los diversos trastornos que está causando. Más aún: insistir en seguir creciendo ya no consigue mayor bienestar a la población, sino mayor empobrecimiento y degradación tanto social como como ambiental. El paradigma de esta degradación por crecimiento en la España de 2024 es la gentrificación y turistificación de las grandes ciudades, que las está convirtiendo en gigantescos resorts para turistas mientras expulsa a la población autóctona hacia la periferia, lo encarece todo y degrada sus condiciones de vida”.

Y así en todos lo que nos rodea.

Pero, venga, todos a la playa, a poner nuestro cuerpo en el medio metro cuadrado que nos puede quedar libre. Y llenemos las carreteras, y dejemos esas playas y ciudades costeras vacías medio año, y llevemos a sus trabajadores al subsidio de desempleo, y gastemos lo habido y por haber, y quejémonos al mismo tiempo de la destrucción del planeta, y bla, bla, bla.

martes, 1 de julio de 2025

AMANECE

 

 AMANECE

 

Amanece muy pronto en estos días

de finales de junio: es el verano.

La luz tiene más prisa por mostrarnos

todo lo que la noche nos oculta.

Llega la luz con prisas y con ella

se encienden los espacios, las medidas

se ufanan en sus límites, cual seres

que forman una a una lo creado.

Son árboles, son montes y son agua

y es fuego y claridad y luz rendida.

La melodía del mundo se acelera

para cantar más tiempo y su armonía

convoca a redimir todos los seres

en hermosa canción de plenitud.

 

Quiero sumarme al gozo y en su seno

cantar, agradecido, su canción.

lunes, 23 de junio de 2025

LA ESTRATEGIA DEL MIEDO

 

LA ESTRATEGIA DEL MIEDO

Desde que se producen las consultas electorales, lo que el votante observa no es tanto el conjunto de medidas propuestas para la acción de un posible gobierno por parte de cada partido, sino los enfrentamientos y los exabruptos verbales que los medios de comunicación expurgan de los mítines y trasladan a la población. De este modo, lo que viene a flotar en el ambiente no es el entusiasmo ante una escala de valores y de actuaciones posibles, sino cierto desconsuelo por esa manera de tirarse trastos a la cabeza.

Tampoco debería escandalizarnos entender que todo en la vida tiene algo de comparación, de relación con las otras posibilidades que se nos ofrecen, que nada hay absoluto y que todo es relativo. Mirar hacia ambos lados serenamente y analizar propuestas debería ser lo normal y menos malo. Pero ir ya con los prejuicios puestos y con la coraza al pecho dificulta el análisis y la elección. Y, sobre todo, nubla la razón y deja todo en el nivel del entusiasmo, del forofismo y de los impulsos menos elaborados: si son de los míos, todo es bueno y disculpable; si son de los otros, todo es malo y culpable.

En las últimas décadas, esto se ha visualizado bien con aquello del dóberman o con los diversos pactos anunciados, cumplidos o sin cumplir. Las elecciones de hace un par de años fueron marcadas por casi todos los partidos con el miedo a que llegara la extrema derecha al poder con la derecha tradicional. Como si no existiera nada más en el mundo. Todo se justificaba por el miedo a que llegara la extrema derecha. La estrategia del miedo.

Cuando vienen mal dadas -por corrupción, por desafección o por cualquier otro motivo-, esta estrategia se viene abajo como un castillo de naipes, incluso entre los más audaces defensores de la misma y se produce un vacío difícil de llenar si no se acude a otras fuentes.

Uno, humildemente, ha pensado siempre que las ideas están ahí para que las analicemos y para que, si las consideramos positivas, nos apoyemos en ellas en toda hora para establecer programas de actuación política en sentido positivo y no como defensa o miedo ante los demás. Y eso cuando vienen bien dadas y cuando vienen mal dadas.

¿Qué están haciendo ahora todos los que se han pasado los días y las noches machacando con la idea aquella de que viene el lobo? Pues que andan desarmados y desorientados. Y lo que les ha servido hasta hoy parece que ya no les vale y hasta utilizan expresiones como aquella de “que ya no cuela”.

Una vez más estamos ante la graduación de las ideas y de las expresiones. No se trata de olvidar ni de dejar de exponer lo que significa el gobierno de unos y el de los otros, claro que no. Pero no es bueno convertir eso en la principal estrategia. Muy por encima de ello está el conjunto de ideas positivas en las que uno cree, o sea, eso que llamamos ideología.

Cualquier momento es propicio para acudir a las ideas por encima de todo. Los que vivimos ahora lo son aún más. Por encima de ruidos y de escándalos, de insultos y de carroñas, las ideas y los ideales nos aguardan como guías de actuación. Siempre una idea es más honda y permanente que un grito o que una venganza. Son las ideas las que dignifican al ser humano, no las victorias momentáneas ni los tropezones aparatosos.

De modo que el rearme tiene que venir por las ideas, por su análisis y por su defensa. Entonces, la base será más fuerte y la consistencia será mayor. Es la forma menos mala de superar dificultades y caídas, que jalonan las sendas de todos los partidos, aunque no sea en la misma medida y se les den las mismas soluciones.

lunes, 16 de junio de 2025

...POR MÁS QUE CON EL DEDO...

 

...POR MÁS QUE CON EL DEDO...          

Hay multitud de expresiones y refranes que recogen la idea de que quien no elimina o huye del peligro termina por caer en él: “La cabra tira al monte”, “Dime con quién andas y te diré quién eres”, “A quien a buen árbol se arrima buen asombra lo cobija”, “Quien con niños se acuesta...”. Y así hasta el enésimo ejemplo. Esta misma verdad se analiza en un plano más formal y hasta filosófico con aquello de “yo soy yo y mis circunstancias”. Y así podríamos seguir dándole vueltas al asunto.

Estos días se ha ejemplificado socialmente con el descubrimiento de que un trío calavera compuesto por un exministro y secretario de organización del PSOE, otro secretario de organización del mismo partido y un leñador convertido y portero de casa de mala reputación y más tarde elevado a consejero del ministro citado (vaya tres currículos los de estas personas) llevaban mucho tiempo tejiendo una trama para llevárselo crudo con las mordidas de las obras públicas del Gobierno. Los nombres importan poco, pero, por si acaso, son estos: José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García.

Nadie que tenga dos dedos de frente debería extrañarse porque de vez en cuando aparezcan hechos de este tipo: está en la condición humana, por mucho que nos escandalice reconocerlo. La repetición de los mismos prueba, por desgracia, que es así. Menos comprensible resulta ver que no se trata de un hecho aislado, sino de una repetición de hechos sujetos a una intención continuada, o sea, una trama de corrupción.

La sociedad debe procurarse mecanismos para cortar de raíz cualquier hecho de este tipo: descubrimiento, castigo, devolución y recuperación de esos individuos para la sociedad. Como en cualquier robo.

Cuando se trata de personajes con representación pública, su ejemplaridad ha de exigirse con más rigor, pero con el mismo proceso de garantías, de investigación y de castigo. Nada justifica ejemplaridades especiales ni linchamiento ninguno.

Como pertenecen a una organización política, será conveniente que este partido (y cualquier otro en su caso) asuma la parte de responsabilidad social y política que le corresponda. No obstante, nadie es capaz de señalar con precisión cuál es el cortafuegos que hay que marcar ni hasta dónde llega el límite de esa responsabilidad. ¿Hasta el siguiente en el escalafón? ¿Por arriba? ¿Por abajo? ¿Por ambas partes? ¿Hasta el segundo escalón? ¿Hasta dónde?  Cuando el “pillado” es del partido contrario, se tiende a alargar la escala de responsabilidad; pero, cuando les toca a los propios, la tentación es la de limitar hasta donde sea posible ese grado de responsabilidad. Ni por acción, ni por omisión, ni por elección, ni por falta de vigilancia. Y ahí aparecen todas las discusiones, las opiniones y los arrebatos en todos los ambientes. ¿A que nadie dice dónde se pone el límite ni cuál es la frontera que sirva para todas las ocasiones?

Al menos debería quedarles a los partidos la obligación de ser claros con las explicaciones, de no poner la mano en el fuego por nadie si no quieren sacarla quemada de vez en cuando, de actuar con contundencia en lo que les corresponda (nombramientos, ceses, peticiones de perdón, remodelaciones, permanencias en los cargos...) y de no creerse los reyes del mambo nunca.

Para este caso tan grave, yo no sé si es necesario dar un paso al lado en la representación, con congreso propio y convocatoria de elecciones. Sí sé que los ciudadanos juzgarán con sus votos estos hechos antes o después. Y sé también que muchos medios de comunicación se encargarán de recordárselo cada día y tendrán coartada gratis para arrimar el ascua a su sardina. Como no tengo clara cuál es la solución, no me importaría que se actuara por exceso en la petición de disculpas y en pedir opinión a todos.

A mí me siguen importando mucho más (a pesar de todo el ruido que producen asuntos tan graves) algunas otras cosas. Citaré tan solo tres, esas en las que insisto tantas veces.

. ¿Cuándo vamos a encontrar algún método un poco menos malo para que accedan a los puestos los mejor preparados y los que lo hagan viniendo a defender ideas y no intereses, estructuras o puestos personales?

. ¿Por qué esa especie de miedo y casi de reverencia hacia las personas que están por encima en el organigrama y que tienen más decisiones en sus manos? Cuanta menos preparación, menos ideas y más intereses personales, más adulación. Y ahí se fragua el caldo de cultivo y el contexto favorable para las recomendaciones, los favores ocultos y las decisiones torcidas, los cesarismos de medio pelo y los desánimos y desencantos en los que no se mueven en esa escala de valores.

. ¿Cuándo se hará efectiva y real la limitación de mandatos?

La causalidad es siempre múltiple y las explicaciones hay que buscarlas en varias fuentes. Todas juntas crean una huerta en la que germinan tanto las rosas como las espinas. Depende del cultivo que con ellas hagamos. En este caso se juntaron muchas. Hacer florecer el jardín no será fácil.

Pero que nadie se engañe. Una tormenta a destiempo estropeará una cosecha, pero no elimina la especie. Si la raíz es buena, la tierra volverá a hacerla florecer. Las ideas siguen estando ahí. Y de ellas y de su aplicación tendríamos que estar siempre hablando si no fuera por esa climatología adversa, que tiene más largo alcance que esta tormenta, pues alcanza a todo un cambio climático.

Espero que se entienda la metáfora.

viernes, 13 de junio de 2025

ELECCIÓN

 

ELECCIÓN

 

Es la vida un vacío que se regala

para ejercer en él de milagrero

e inyectarle la luz y la sustancia

que implica la diaria realidad.

 

Depende de nosotros el proceso

y el tipo de actitud. El más mostrenco

invita a soportar ese vacío,

como si de un cansancio se tratara,

y en él vivir como lo hacen los muertos.

El segundo es llenarlo a golpe limpio

de aciertos y de errores: somo seres

echados a vivir en un desierto

con escasos oasis de consuelo.

 

Tal vez los ingredientes más notables

se llamen religión o patriotismo,

con raciones de sexo y de ironía.

 

En los tiempos que corren yo me quedo

con los restos de sexo y de ironía.

El primero por dar placer al cuerpo,

esa única verdad que me asegura

que al menos sigo vivo. La ironía

por reírme del mundo y de mí mismo

y salvarme del miedo y del abismo.

 

Sé que no es demasiado, pero acepto

mis límites de ser y mi indigencia.

jueves, 5 de junio de 2025

DE UNA EXCURSIÓN FALLIDA

 

DE UNA EXCURSIÓN FALLIDA

Tenía programada una salida para perderme por esos montes de dios el próximo fin de semana y algún día más. Este esquinazo del sur de Salamanca y del norte de Cáceres iba a ser escenario de nuestros (seríamos tres amigos) cansancios, de nuestras charlas, de nuestros recuerdos, de nuestros arreglos del mundo, de las añoranzas..., y de la constancia de que la amistad es uno de los contextos en los que uno se manifiesta mejor y más contento. Béjar, Montemayor, Peñacaballera, Puerto de Béjar, Baños de Montemayor, Hervás, La Garganta y regreso a Béjar. No es la primera correría y sé bien que el resultado es muy satisfactorio.

Pero no ha podido ser: una indisposición ha mandado todo al garete y nos ha dejado casi con las botas puestas y con la mochila al hombro. No pasa nada, otra vez será.

Aunque ya he dicho que el resultado es muy satisfactorio, la realidad de cada hora y de cada día acota las posibilidades y termina por elegir las que menos te esperabas. Por eso, yo podía tener una lista con el deseo de esas posibilidades; sin embargo, esta vez me tengo que quedar con la miel en los labios y dejarlo todo en el deseo y en la imaginación.

Como de hollar el espacio y los montes se trataba, me imaginaba contemplando pinos, castaños, olmos, alisos, fresnos, cerezos en sazón, enebros, abedules, romeros, espinos, tomillos, nidos, huras, madrigueras, olores diversos a animales, campos de fresa, prados en plenitud, regatos y escorrentías, fuentes, restos de neveros, roquedales y espesos bosques... Y, afilando un poco el oído, me acompañarían los sonidos de los tordos, las palomas, las cigüeñas, buitres, milanos, cernícalos, águilas, perdices, picapinos, aviones, mirlos, lavanderas, zorzales y mirlos, herrerillos, arrendajos, rabilargos... Todas las aves del paraíso, de este paraíso natural que es toda esta serranía y su caída sur hacia las tierras de Extremadura, donde se mezclan bosques frondosos con cotarros, mogotes, oteros, muelas, cerrales, morrenas o calveros.

Con todo, a pesar de este contexto natural tan variado, nada como la amistad y la palabra. Y en ello íbamos a emplear las horas de luz, las del cansancio y las del reposo en estos días.

Las rutas estaban diseñadas, los ánimos estaban dispuestos, los preparativos ajustados y hasta la predicción del tiempo parecía darnos una tregua después de unos días de mucho calor.

Cada día tiene su afán. No pasa nada. Hay más días que longaniza. La naturaleza sigue estando ahí en espera de otras fechas. Los deseos se recuperarán. Y la ocasión será más propicia.

Entretanto, que cada uno se haga a la idea de haber hollado esos caminos y de haber cumplido con el deber de la palabra, que da realidad a la amistad y arregla el mundo por unos ratos. Tanto árbol, pájaro y naturaleza pueden adornar eso que se ha quedado en propósito; pero que se puede desarrollar en la imaginación.

Vale.

jueves, 29 de mayo de 2025

SUEÑO

 

SUEÑO

Si toda la expansión del universo

volviera a su sentido primigenio

y viera que las cosas desandaban

el camino del tiempo hasta olvidarlo...

Los mares ascendidos a las nubes

para ser otra vez naciente niebla,

los caminos cerrados y los ríos

buscando el manantial en la montaña,

el fruto persiguiendo la semilla,

la palabra perdida en el murmullo,

el cero como ser del infinito,

la nada en soledad edificando

una barrera inútil... Tanto esfuerzo

para después de todo ser ya nada.

 

Ha vuelto a su descanso el universo.

 

¿Se volverá a soñar del mismo modo?,

¿regresarán las nubes a ser agua?,  

¿serán los manantiales ríos y mares?,

¿germinará en el fruto la semilla?,

¿alcanzará el sonido la palabra?

¿regresaré yo al útero materno

y en él volveré a ser sueño del tiempo?

 

¿Qué soñará aquel sueño de los sueños,

si quisiera soñar de nuevo el mundo?,

¿cómo me soñará desde su sueño

a mí que solo soy también un sueño?

jueves, 22 de mayo de 2025

HOY ERA GAZA UN CAMPO DE EXTERMINIO

 

HOY ERA GAZA UN CAMPO DE EXTERMINIO

 

La crueldad y el horror en la pantalla.

Cualquier telediario es un espejo

en el que se reflejan las miserias

que son crónica fiel de lo que ocurre

en este extraño mundo que me habita.

 

Hoy era Gaza un campo de exterminio.

 

Son niños desnutridos, con aspecto

de esperar la llegada de la muerte

sin nada que oponer a sus caprichos;

son tierras y ciudades arrasadas

por bombas, por rencores y por odios;

son miradas perdidas, son personas

vencidas por el hambre y el olvido;

son dioses disputándose los dogmas

y son súbditos ciegos a sus órdenes;

son caprichos sin causa que proceden

de las tierras lejanas del imperio;

es la apatía ominosa de los hijos de Alá;

son miedos de occidente; son silencios

que atruenan y que hieren y que matan;

 

No hay adjetivos justos que comprendan

la exacta realidad, tan solo gritos

que expresan el dolor y la impotencia,

sustantivos inútiles, condenas

que chocan con el muro del desprecio.

 

Es la historia que vuelve a poner cara

a lo más despreciable y ruin del hombre.

 

Nacen niños que van hacia la muerte

jugando con el vértigo del hambre

y el ruido de las bombas como juego.

Inocentes en manos de verdugos,

ángeles del amor y de la muerte,

rosas en el jardín donde florecen

también espinas del dolor y el odio.

 

No puedo soportar esas imágenes:

aparto la mirada y, abatido,

entre el desasosiego y el desánimo,

evoco estas palabras, que no sirven

sino para agitarme la conciencia,

ponerme melancólico, afligido,

y arrojarme, perdido y apenado,

donde habita el enojo y el olvido.

lunes, 19 de mayo de 2025

TWELVE POINTS

 

TWELVE POINTS

Cantania es un espectáculo musical que se celebra en Ávila y creo que en otras ciudades de España. En él interviene una orquesta de diez músicos profesionales junto a dos cantantes también profesionales y niños, muchos niños, en edad escolar (4º, 5º y 6º de primaria). Ayer, día 17, se celebró una nueva edición. El auditorio de El Lienzo Norte estaba abarrotado de espectadores. Asistí a un espectáculo maravilloso. En el amplio escenario y con solo un ensayo en común -por separado habían trabajado las canciones en cada colegio-, se juntaron casi trecientos niños y niñas. Todos juntos, al lado de la orquesta y de los dos cantantes profesionales fueron tejiendo una historia musical que desarrollaba los perjuicios y los beneficios del marco de los medios audiovisuales, sobre todo de los videojuegos. Por encima de cualquier pequeño desajuste, el conjunto del espectáculo resultó maravilloso y a todos nos enseñó, una vez más, que la educación no tiene por qué ser considerada ni realizada desde la austeridad y la simple obligación, sino desde la alegría en la reflexión. Con elementos tan sencillos como el aprendizaje de algunas canciones y el acompañamiento de la exposición coordinada de papeletas de colores, se puede conseguir, y consiguieron, toda una variada representación. Faltaban algunos detalles: una banda mítica, el líder carismático de no se sabe qué grupo, cientos de miles de vatios de potencia, cambios de luces, vestimentas y desnudos varios..., y alguna gilipollez parecida más; pero, por lo demás, estábamos servidos.

Hurra para ellos, para los profesores y para todos lo que organizan esta maravillosa locura.

Detrás está el trabajo callado de sus profesores durante el curso. Nada o casi nada de esto sale a la luz ni es conocido fuera del contexto más inmediato.

También ayer se celebró el festival de eurovisión. En España llevábamos enredados en este festival no sé cuántos meses: desde el Benidorm no sé qué hasta ayer mismo. Y lo que te rondaré, morena. La televisión pública no ha dejado de dar la murga con cualquier detalle que tuviera que ver con este asunto. Si el tiempo y el dinero gastado en publicidad hubiera salido de una empresa privada, no creo que hubiera sobrevivido, sino que habría muerto de inanición y de miseria. Con dinero de todos los españoles, claro. El resultado viene siendo el mismo de todos los años, o sea, desastroso. Y, erre que erre, seguimos insistiendo en el mismo empeño.

Cuando llegué a casa desde Ávila, cené algo y me quedé dormido en el sillón. Los resultados los he conocido esta mañana en algún medio. Me trae al fresco todo este proceso medio místico que se forma cada año.

No tengo nada que reprochar ni que comentar de los cantantes, ni a favor ni en contra. Cada cual sabrá en qué debe gastar sus energías y qué caminos tiene que abrir en su vida. Me duele, y mucho, la que creo banalización de casi todo lo que tiene éxito en esta sociedad, no solo en la música, aunque de manera muy acusada en este campo. ¿Cuánto se nos va en vestidos, o en falta de ellos? ¿Y en la representación y puesta en escena? ¿Por qué presentamos esto como si de la salvación del mundo se tratara? ¿Cuántos intereses, no precisamente musicales, se cruzan por el camino? ¿Cómo media sociedad puede estar pendiente de algo tan insignificante como es un concurso musical? ¿Qué proporción guarda todo esto con cualquier vida dedicada con honradez en un trabajo de ayuda a los demás y que exige una preparación intelectual larga y exigente? ¿Nadie siente vergüenza de todo este espectáculo lunático? Confieso que no es bueno ni vivir a la contra ni alegrarse de los fracasos de nadie, pero debo confesar que no siento ningún pesar por el fracaso continuado de nuestra participación en este asunto de la eurovisión. ¿De verdad que no hay otras cosas infinitamente más importantes a las que dedicar tiempo, esfuerzo, razón, publicidad y dinero? Qué vergüenza.

Para fin de fiesta me entero de que TVE quiere protestar por las votaciones. Se debe de sentir abochornada al comparar el esfuerzo con el resultado. A ver si aprendemos para la próxima ocasión y no hacemos una catedral de lo que apenas si llega a ser una humilde ermita. O una sinfonía con lo que apenas apunta a un simple compás de tres por cuatro. O menos.

Entre el espectáculo de Cantania, con todos los niños en el escenario, dándonos una lección de participación y un mensaje ético, y todo el apocalipsis de eurovisión, me quedo con lo de los niños. Solo pensar en cualquier comparación me duele y me pone de los nervios.

Y sospecho que no es mucho mejor lo que sucede en otros países.

Eurovisión, one point. Cantania, twelve points.    

miércoles, 14 de mayo de 2025

SENCILLAMENTE HUMANO

 

 SENCILLAMENTE HUMANO

Esta aldea global que formamos todos nos ofrece una mezcla de imposiciones sociales, sin las cuales no podemos vivir, y otra serie de elecciones personales sin las que tampoco podemos decir que nuestra vida esté explicada. Según los contextos, acudimos a la explicación de los elementos sociales o de los personales para calificar y juzgar las acciones. El ser humano es un animal social, esto ya lo sabemos desde siempre; y, a medida que la población de este pequeño planeta aumenta, lo es, inevitablemente, más.

Pero es que esa impronta personal se traduce tanto en el comportamiento individual como en la actuación en el colectivo, y en esa mezcolanza es donde se dirime la escala de valores que defiende cada uno, en la que desarrolla su vida y sus acciones.

Ha fallecido Pepe Mujica, expresidente de Uruguay. Veo imágenes de su vida en el mismo telediario en el que aparece el actual presidente de EEUU en Arabia Saudí, haciendo negocios de armas por valor de no sé cuántos miles de millones de dólares. Los dos personajes son animales sociales, han nacido en una comunidad, viven en una sociedad y se relacionan con sus semejantes.

Pero, Dios mío, qué vergüenza solo el intento de hacer comparaciones entre los dos. Sus escalas de valores, sus formas de vida, sus intereses, su ética, sus actividades, sus proclamas, sus invitaciones a los demás, sus ideales para la comunidad..., su sentido de la vida, en suma, se parecen como la noche al día. En este caso, como el día (Mujica) a la noche (Trump). Mi admiración sin condiciones para el primero y lo que representa, y mi más absoluto desprecio para lo que representa el segundo.

Cuando fallece una persona, tendemos a destacar sus aspectos más positivos. Está en la lógica humana. En este caso, además, la persona y los valores que representaba se lo merecen.

¿Por qué tantos seguidores incondicionales para el presidente de EEUU y muchos menos para Mujica? Porque, aunque hoy los medios de tantos países se acuerden de la coherencia, de la sencillez y de los ideales sociales del uruguayo, mañana volveremos a la refriega de los enfrentamientos y del aplauso a aquel que dé más voces y aparente derrotar al contrario, o a seguir con entusiasmo a aquel que venza en público y a ignorar a todo aquel que no se exhiba ante los demás.

El mundo se nos sigue yendo en buena medida en apariencias y en histriones a gogó, en vociferadores y en demagogos, en cabezas vacías y en fuegos de artificio.

Pero siguen existiendo en la sombra muchas gentes con valores, con conciencia social, con el silencio y la actividad por montera, y con alguna coherencia entre sus ideas y sus acciones.

Pepe Mujica ha sido un ejemplo para todos estos. Y para todos los otros, si quieren pararse a pensar un poco y a hacer de su vida algo más que fogonazos y apariencias. Grande este hombre, por ser sencillamente humano. Un honor, un ejemplo y un espejo en el que mirarse de vez en cuando. Gracias por todo y por tanto.

sábado, 10 de mayo de 2025

HABEMUS PAPAM

 

HABEMUS PAPAM

Por fin. Los cardenales se juntan, se aíslan, se ponen al servicio de lo que les inspire el Espíritu Santo (eso dicen ellos) y señalan a uno como representante máximo de su religión. Este asunto es importante porque afecta a casi todo el mundo mundial; y lo hace desde muchísimos puntos de vista: diplomático, religioso, moral, organizativo, racional... Yo mismo llevo tres o cuatro reflexiones breves en pocos días acerca de este hecho. Porque se puede estar cerca o lejos de la fe, se puede tener una idea u otra acerca de la línea social de la iglesia, se puede...; pero lo que importa a más personas es el hecho de que, al lado de la conciencia racional, existe la conciencia espiritual del ser humano, de cualquier ser humano.

Hay, sin embargo, en todos estos actos religiosos de cambio de pontificado toda una parafernalia que a mí me resulta difícil de entender y que se me atraganta. Porque medio mundo andaba ayer y el día anterior pendiente de que una chimenea expulsara humo negro o blanco. Sin ganas de herir la sensibilidad de nadie, incluso un par de gaviotas con su cría (y la metáfora se crea sola) se había acercado hasta el artefacto en el tejado, como oliendo lo que se les venía encima. En la amplia plaza de San Pedro, miles y miles de personas aguardaban expectantes y como medio en éxtasis las noticias del tejado. Y todo el mundo sabía que ni se iba a caer el mundo ni se iba a modificar nada importante.

Pero es que, al mismo tiempo, seguían muriendo niños en Gaza y en Ucrania, el hambre seguía haciendo de las suyas en muchos países y las desigualdades continuaban mostrándose casi ufanas en casi todos los lugares. O sea que, en un mundo hecho una piltrafa, todo dormía en el olvido y solo se salvaba un pequeño tubo y el humo que por él iba a salir.

Los medios de comunicación (¡qué comentario tiene lo de los medios de comunicación españoles!) de medio mundo habían preparado, con emisiones a gogó, el ambiente, como hacen los teloneros cuando una “estrella” del espectáculo se hace esperar. Y, de repente, la figura del nuevo papa en el balcón. El éxtasis y el botellón místico. También en ese momento seguían muriendo niños y personas mayores en los conflictos bélicos y sociales de todo el mundo. Y antes. Y después.

Me reprendo a mí mismo diciéndome que esto puede sonar a demagogia y que una cosa no evita la otra. Pero los hechos siguen existiendo.

Confieso mi convencimiento de que el ser humano tiene una parte de espiritualidad (que no es lo mismo que religiosidad) que lo alimenta y le da fuerzas para completar su débil razón y seguir en la pelea de la vida. Expreso mi casi encantamiento con la liturgia y con todos los elementos que la acompañan. Asiento ante la afirmación de que la sociedad necesita referentes morales y éticos al lado de tantas variables que solo buscan el éxito personal. Deseo el mejor éxito al nuevo papa: Ojalá logre equilibrar aquello que su patrón, san Agustín, entendía como “La ciudad de Dios”, modelo de la ciudad pagana... Y mil deseos más. Sospecho que no le dará para aquella experiencia del fundador de su orden religiosa cuando el niño le comentaba que más difícil que vaciar el mar con un cubo era comprender el misterio de la Trinidad, pero en el misterio la iglesia se mueve como nadie. Su experiencia misionera le ha de ayudar mucho. Por las notas que van llegando, me sucede como en otra ocasión con la llegada de Obama a la presidencia de Estados Unidos, que me ilusiona, pero no me hago ilusiones.

Pero cada cosa en su sitio y sin el olvido tan elocuente de las desgracias que afectan a tantos de nuestros semejantes. Porque al momento ya todo eran aplausos y búsqueda de elementos de alabanza para el nuevo pontífice. Los símbolos y baratijas ya corrían para llenar los deseos supersticiosos de unos y de otros, y para contento de los vendedores.

Un chute de entusiasmo. Que el árbol no nos impida contemplar el bosque, ni el dedo nos oculte la luna. Amén