domingo, 24 de mayo de 2020

ANIVERSARIO



ANIVERSARIO
Una buena prueba de que anda todo un poco manga por hombro es la anécdota que voy a resumir Los elementos técnicos hacen lo que les pides y lo que no les pides. Hoy, cuando he abierto mi Tablet para repasar un poco lo que se dice por ahí, me he encontrado en mi página con unas cuantas imágenes que recuerdan la presentación, en tal día como hoy, de mi libro Al paso de los días. No me había vuelto a acordar de tal hecho, tal vez porque mi mente anda perdida y no encontrada todavía, al paso de todos estos días y últimos meses de pandemia. En efecto, fue hace exactamente un año. Cuando he visto a mis amigos, a mis seres más próximos y en la misma mesa a mi nieta Sara, me he puesto un poco de aquella manera. Yo soy muy débil y me vengo abajo casi por cualquier cosa.
Un hecho de uno tiene importancia para él y mucha menos para los demás, pues, a medida que el círculo se expande, la concentración se diluye. Pero es que me ha aparecido sin buscarlo y sin que mi mente estuviera pensando en ello.
Será bueno, entonces, y se me perdonará la cita personal, que dé las gracias a todos los que estuvieron allí, en especial a los que participaron de manera personal y activa (Felipe, Antonio, Jesús, Sara…). Gracias a todos. Fue una tarde inolvidable para mí.
No creo que vuelva a dar nunca a la luz un libro tan querido como ese. Son más de novecientos poemas, que recogen mi actividad poética constante durante más de trece años. Como si se hubiera publicado un libro cada año y hubiera entregado de una vez una colección de trece o catorce libros de poesía. La vida sigue y el formato continúa; por eso, pronto tendremos otro libro en la calle, pero en formato más reducido. Ya sabremos más de ello.
Mi libro Al paso de los días no es más que el extracto poético de los tomos que voy confeccionando cada año, en los que sumo poesía y prosa. Entre ambos formatos se juntan casi veinte volúmenes. En ellos no hago otra cosa que exponer tal vez -con palabras de José Hierro- cuanto sé de mí. O al menos una buena parte. No será gran cosa, pero es lo mío, lo que mi mente y mis preocupaciones me han ido dictando. Si sirven para que alguien, a partir de ellos, eche unos ratos a reflexionar o a sentir algo de emoción desde el mundo de mi prosa y dese mi mundo poético, el trabajo se habrá saldado con éxito, porque no otro es mi fin; además, claro, de mi propia reflexión.
Así que aniversario poético. Lo voy a celebrar como sea. Pero solo después de dar las gracias a todos. Como decía en la dedicatoria, todo es Para los que más me quieren y para los que me quieren menos. Para todos sin excepción.
La vida es un camino compartido. Un libro es una vía de comunicación entre el escritor y el lector. Ahí queda el camino abierto, por si alguien lo quiere transitar.
Gracias. Y perdón por dedicarme esta página a mí mismo.

Hoy dejaré de contar los días de confinamiento: son ya demasiados (70) y la mente debe buscar otros caminos.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Me parece buen que dejes de contar los días de confinamiento. Cada día comenzamos una nueva andadura y habrá que seguir contándola... En cuanto a la presentación de tú libro recuerdo que no pudimos estar, pero no importa, y yo me doy por aludida en el agradecimiento porque para eso te considero mi amigo y lamenté mucho no haber podido estar, que lo sepas.