viernes, 1 de mayo de 2020

LAS OTRAS NORMALIDADES


LA OTRAS NORMALIDADES

Uno ya tiene la sensación de que se ha habituado a eso que llaman otra normalidad: tanto tiempo en casa da para eso y para más. Pero es que resulta que se empieza el entrenamiento para otra nueva normalidad, que nadie, creo, sabe realmente en qué va a consistir ni cuánto tiempo va estar vigente. Habrá que hacer realidad aquello de la resiliencia y así incorporamos palabras nuevas; o sea, tendremos que ponernos a prueba en la adaptación a lo que los tiempos nos vayan marcando, resistir y resistir.
El día primero de mayo, los representantes de los trabajadores llaman a una manifestación general para recordar la situación laboral y social de los más desfavorecidos y para reclamar un sistema social más justo y solidario. Es algo que afecta a todo el mundo y su ausencia mata -cuesta decirlo en estas circunstancias- más que el virus. Diversas circunstancias explican que, en las últimas convocatorias, la asistencia no haya sido la más numerosa. Es asunto largo de contar.
El contexto actual obliga a ingeniárselas para hacer llegar las peticiones a todo el mundo de otra manera. Es la otra normalidad. No habrá gentes por las calles con pancartas, pero las causas de las peticiones siguen estando ahí y son las mismas. Queden aquí escritas, ya que no pueden salir a la calle a cara descubierta. No están mal para pensarlas y para hacerlas nuestras, si es que nos parecen justas.
1. Reivindicamos un nuevo modelo económico y social cuya prioridad sean los derechos y el bienestar de las personas.
2. Reivindicamos el trabajo como principal factor de cohesión social, ejemplarizado en este tiempo por las trabajadoras y trabajadores de los sectores esenciales y de los servicios públicos, de manera singular, por todo el personal sanitario.
3. Reivindicamos condiciones de trabajo dignas y salarios suficientes, y denunciamos las reformas que se hicieron para devaluar y precarizar el empleo.
4. Reivindicamos el papel de la mujer trabajadora en una sociedad más igualitaria y justa. Muchos de los sectores laborales que hoy están salvando vidas, facilitándonos la provisión de alimentos o evitando que se extienda la pandemia, son sectores feminizados, en los que muchas de estas trabajadoras no llegan ni a mileuristas.
5. Reivindicamos, hoy con más fuerza si cabe, una Unión Europea más social y políticamente más unida y más solidaria.
6. Reivindicamos algo que siempre hemos considerado un pilar esencial del Estado de bienestar, los servicios públicos, que sufrieron los recortes durante la gestión neoliberal de la crisis de 2008 y con los que algunos poderes autonómicos se han ensañado y que deben ser considerados un bien social ahora y siempre.
7. Reivindicamos, ante el drama humano, social y económico que está causando el coronavirus, que las políticas públicas (y también privadas) atiendan sobre todo a las personas y sectores más vulnerables. En este sentido, hay que poner en marcha cuanto antes un Ingreso Mínimo Vital.
8. Reivindicamos un Pacto de Estado para combatir el COVID19 y reconstruir la estructura económica y productiva de nuestro país, garantizando que no dejamos a nadie atrás. Sindicatos y organizaciones empresariales estamos llamados a jugar un papel determinante en este proceso.
9. Reivindicamos el impulso de políticas sectoriales en el corto plazo en los sectores que más van a sufrir la caída de actividad, así como la recuperación de una base industrial para nuestro país que garantice el aprovisionamiento de bienes básicos. También la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación, que en el ámbito sanitario, pero no sólo en él, se vuelven a demostrar imprescindibles para un país.
10. Reivindicamos una estrategia económica y social de desescalada y salida de la crisis acompañada de un cambio de modelo productivo, respetuoso con el medio ambiente y asentado en el empleo estable y con derechos.
Esto sí que sería también acostumbrarse a otra nueva normalidad.
Día 48 de confinamiento. Ánimo.

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