jueves, 15 de diciembre de 2022

DESCONCIERTO

 

                            DESCONCIERTO

 

El sol se precipita cada tarde,

como melena roja que se suelta

sobre el cuerpo sediento del poniente.

La luna se dibuja cada noche

con más o menos cuerpo y, desde arriba,

nos mira, solitaria, con desidia.

Las calles y las horas y los parques

tienen la plaza fija de la repetición.

El otoño se apaga sin tristeza,

pues sabe que le aguarda un nuevo otoño

cuando el verano cumpla su camino.

 

Cualquier cosa nacida va a la muerte

sabiendo que le aguarda nueva vida,

porque todo reinicia su camino

como notas de inmensa melodía

que canta la canción del universo.

 

Solo nosotros vamos, despistados,

hacia un fin que no tiene otro principio,

que no se reproduce nuevamente

ni sabe la aventura que le espera

cuando la noche llega a visitarnos.

 

Sin embargo, formamos una parte

de un mundo sucediéndose a sí mismo,

rodando por las sendas del espacio,

sin descanso, sin rumbo, sin concierto.

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