jueves, 31 de enero de 2019

EN BRAZOS DEL TIEMPO


EN BRAZOS DEL TIEMPO

Se difumina el tiempo y en sus labios
siguen oyéndose ecos y murmullos.

Son las horas que rezan en silencio
y mecen en sus brazos los recuerdos.

Nadie sabrá hasta cuándo
seguirán escuchándose esos ecos.

Nadie sabe tampoco
si hay oídos dispuestos a escucharlos.


miércoles, 30 de enero de 2019

CAMINOS



En algún sitio he descubierto esta sentencia: “Solo se regresa cuando no se sabe adónde ir”. No cito la fuente porque la he perdido. Me pregunto hasta qué punto es esto verdad o sencillamente si esconde algo de verdad.
Definitivamente, la vida es un camino que se va haciendo cada día: “Caminante, no hay camino…” decía el maestro. Pero, ¿hacia dónde conduce ese camino? “Todos los caminos conducen a Roma. ¿Y qué es eso de Roma? ¿Es solo un lugar físico? En época del imperio romano, todos los caminos llevaban a Roma, claro. El imperio es lo que tiene, que no deja explicar nada sin él y todo lo absorbe y centrifuga. Después llegó otro imperio aún más potente, con sede también en Roma: el religioso. Y todos los caminos siguieron llevando a Roma, al menos desde la mentalidad occidental. Hoy se dibujan, por cielo, mar y tierra, otros caminos, que son surcados a diario por gentes de todo tipo, desde los más poderosos hasta los que se ponen en manos de las olas en busca de mejor suerte.
El mundo es un infinito mundo de carreteras que no llevan a ninguna parte, pues todas terminan siendo circulares y regresando al punto de partida. De todas ellas, la más misteriosa es la de la vida de cada uno de nosotros. Cada día construimos y hollamos un tramo distinto; unos están en obras, otros se estrechan demasiado y algunos se nos ofrecen amplios y despejados. A veces tenemos que pararnos a repostar, sin saber muy bien si lo que necesitamos es diésel o gasolina, o si debemos llenar el depósito completo o simplemente hacerlo a medias. Y siempre, cada hora y cada minuto, viajamos con el vértigo de lo desconocido, con el peligro inminente de la curva próxima o del terraplén que nos amenaza al lado de la cuneta. Porque, ¿hacia dónde vamos? Nadie tiene respuesta confirmada, solo buenos deseos y ecos que nos ciegan la conciencia. No es más -ni menos- que una buena maniobra, una acción en defensa propia, un buen escudo que nos deja seguir en el camino.
¿Es lícito seguir sintiendo el vértigo, o acaso es más humano dejarse conducir por esos sueños? Yo no tengo respuesta. No la tengo para mí y mucho menos para los demás. Tal vez yo sea un cobarde; tal vez yo sea un iluso. A menudo siento el vértigo en el cuerpo y vivo con la fuerza del momento, pensando que es gran suerte saberse un caminante al que arrojó el destino para sentir los días y las noches, para notar lo oscuro del abismo, para gozar con fuerzas de la etapa que me tocó vivir. Otras veces me siento ilusionado, me canso de vivir conmigo mismo y me arrojo en los brazos de quien quiera llevarme a no sé dónde.
Sea como sea, siempre ando de camino, siempre soy caminante, desbrozo los caminos, mi camino, ese que voy surcando, o más bien voy haciendo cada instante que paso por la vida.
Y no quiero mirar hacia el pasado porque entonces se me borran las huellas y no alcanzo a divisar los restos que quisiera haber dejado sembradas. Entonces me cuelgo de mí mismo y me sostengo en lo interior de mí. Así, como escondido y aguardando que pase la tormenta y encuentre algún asidero al que agarrarme. Después vuelvo a pisar y me echo a andar de nuevo, sabiendo que no hay vuelta; porque quiero seguir haciendo senda, por más que apenas sepa la forma ni tampoco el contenido.  

lunes, 28 de enero de 2019

PLATÓN SIGUE PENSANDO EN LA CAVERNA



PLATÓN SIGUE PENSANDO EN LA CAVERNA

Platón sigue pensando en la caverna,
perplejo ante el cortejo de las sombras
que proyecta la luz de la ventana.
Hay un impulso que a salir le invita
a gozar del fulgor de otra certeza.

Pero piensa y se asusta: no consigue
saber si aquel destello es cosa cierta
o si es solo ilusión. Le causa miedo
pensar si todo falso y que no hay nada
mejor que lo que guarda en su cabeza;
sus ojos son miopes, solo captan
absurdas realidades, cosas pobres,
sensaciones difusas, sombras, nieblas.

Por eso pide ayuda al pensamiento,
convoca al sanedrín de las ideas,
las llama a construir un mundo nuevo,
les da naturaleza de ser vivo
y emprende con su apoyo un largo viaje
que llega hasta el futuro y en él reina
tratando de dar luz y entendimiento
a tanta realidad fingida y pobre.

Por las calles de Atenas y del mundo
proyecta nueva luz más verdadera
y anda con miedo de tocar las cosas
que hieren los sentidos y que niegan
alzarse a la verdad de las ideas.

viernes, 25 de enero de 2019

BARUCH ESPINOZA PULE LENTES EN AMSTERDAM


          
BARUCH ESPINOZA PULE LENTES EN AMSTERDAM

Deslumbrada la vista en los colores
y destellos de todos los cristales,
tu mirada conserva la esperanza
de quien busca otra luz más cegadora
en el mundo en que vive la razón.

“Si apartas la razón -considerabas-
de las garras ansiosas en que actúan
el ansia y el ardor de la pasión,
estarás dando vista a la frontera
del reino luminoso donde habita
la luz primera que llamamos Bien.
Podrás entonces explicarlo todo,
y lo has de llamar Bien porque te gusta,
sin confundir el gusto con el Bien.”

Qué empeño de gigantes, qué osadía
buscar la explicación de toda cosa
desde el camino azul de la razón.
Allí los engolfados fideístas,
los del pueblo elegido, los que matan
a aquel que no comulga con su fe…,
y la vida escondida y hasta el miedo
ante la desatada sinrazón.

“Naturaleza y Dios, la misma cosa,
tan solo una sustancia, y la razón
como camino limpio que ilumina
su más fiel y cabal conocimiento.”

Apóstata y ateo te llamaron,
radical, peligroso, estafador.
Hoy tus ecos repiten por las calles:
“Paso libre al poder de la razón.”

jueves, 24 de enero de 2019

CONSIDERACIÓN EXISTENCIALISTA



CONSIDERACIÓN EXISTENCIALISTA

Si Dios ha muerto en manos de la ciencia,
que lo cubre de oprobios cada día;
si la nada provoca eterna náusea
y oscura desazón por la impotencia;
si el mal son los demás y son infierno
donde los males arden sin descanso;
si la vida es absurda y sin sentido
por no tener propósito ninguno…,
deduzco que mi paso por el tiempo
resulta ser tan solo un accidente
de grado inverosímil, casi absurdo.

Si todo fuera o fuese como arriba
se ha dicho (con la duda,
que siempre deja un hueco a la esperanza…)

En tales circunstancias me pregunto
qué fuerza ha de empujarme
para gozar la vida y, en su fuego,
quemarme hasta el nivel de la ceniza,
que asciende, hecha fulgor, al universo
para fundirse en polvo con el viento.

miércoles, 23 de enero de 2019

ÉTICA Y MORAL



Los que jugamos con las palabras tenemos la obligación de tratarlas con mimo y cuidado, para que no se enfaden con nosotros y nos abandonen y, sobre todo, para que consigamos -hasta el grado en que esto es posible- una concreción en el ato de la comunicación. Por eso tal vez andamos todo el día con los diccionarios abiertos, en busca del término que mejor se ajuste a la idea que queremos describir. Como la palabra, por definición, es pobre y solo aproximativa, nos quedamos siempre con la miel en los labios y con la sensación agridulce de que nunca llegamos hasta donde queremos. Qué le vamos a hacer. Es entonces cuando tiene que venir en nuestro auxilio la buena voluntad propia y del receptor, para no sentirnos desnudos y pobres de solemnidad.
Con frecuencia acudimos a pedir auxilio a los sinónimos, tal vez para engañarnos y pensar que con más palabras la idea ha de quedar más clara. No siempre es así; a veces lo que hacemos es enmarañarlo todo un poquito más. Entre otras razones porque tampoco los sinónimos absolutos existen, sino solo aproximaciones de unos significados a otros.
Esto nos sucede con el uso de estas dos palabras: ÉTICA y MORAL. Las encontramos como sinónimas en casi cualquier diccionario al uso, y la utilizamos como tal en casi todas las ocasiones.
Hace algunos años -por ejemplificar- había en los planes de estudio una asignatura que llevaba el marbete de Ética. Hay que suponer que en ella se analizaban principios generales que, una vez analizados y entendidos, tendrían su uso en las costumbres y comportamientos de cada día. Por otra parte, se habla de moral con apellidos: moral católica, moral religiosa, moral política… Todas ellas hacen referencia a los comportamientos concretos en el discurrir de cada día.
Los ejemplos nos enseñan que, si hablamos de ética, nos estamos refiriendo a la búsqueda de un sistema que nos enseña a discernir entre el bien y el mal. Se trata de un sistema de conceptos y de principios, no de usos. Cuando hablamos de moral, pensamos en las reglas concretas que nos llevan al uso y a la práctica de ese bien o ese mal descubierto por la ética como principio.
No es pequeña la diferencia, por más que ambas parecen parte de un mismo camino. La primera parte sería la ética, que apunta más a la unidad, al concepto y a la universalidad. La segunda, la moral, describiría la segunda parte de ese camino, la práctica, el paso de las musas al teatro.
Merodear por los principios éticos resulta complicado, pero es lo que han intentado las mentes pensantes de nuestra historia y los filósofos a la cabeza. Pero, si merodear por la ética resulta fatigoso, pasar al plano de la moral nos conduce a formas siempre plurales y diversas de entender y de poner en práctica esos principios éticos. Por eso las morales son tantas y tan diversas y hasta opuestas. Son las reglas que generan los comportamientos concretos las que conforman la moral, mientras que los sistemas que están en su base y los producen constituyen la ética.
Sería bueno pensar en ética (singular) y en morales (plural).
Naturalmente, la ética busca siempre la esencia y la definición del BIEN, aunque lo puede hacer desde diversas perspectivas: naturalista (el Bien está en la naturaleza), antinaturalista (La naturaleza no es ni buena ni mala). Acotar la idea de Bien acaso sea el misterio de todos los misterios y por eso hay tantas aproximaciones teóricas y filosóficas. Tal vez nuestras aspiraciones tengan que ser más modestas. Pero no podemos cejar en el intento: de ello, de ese concepto que genera toda la ética, se desprenden los diversos comportamientos morales diarios que nos conducen a una vida más o menos soportable y hasta agradable. Y, al final del camino, no estamos ya en los principios, sino en los actos al por menor, que son los que dicen de nosotros lo que somos en cada momento.

lunes, 21 de enero de 2019

LISTA DE INVITADOS



LISTA DE INVITADOS

Hoy traigo hasta el rincón de mi memoria
a todos los que en ella permanecen
después de la existencia de todos los naufragios,
a aquellos que han pasado por mis días,
que los han conformado y me han herido
con el filo de todas sus navajas
y han dejado en su huella un fino aroma
de lo bueno y lo malo.

El poso de los años me aconseja
repudiar toda mala compañía
y pensar que son solo oscuros sueños
que nunca han existido.
¿Para qué su recuerdo si no acuden
a cumplir con ninguna de las cosas
que ahora les solicito, a dar portazo
a los casos de malos entendidos?

En cambio, cuánto alivio con aquellos
que, al mirarme, me sacan los colores,
mas los tapan con gestos y palabras,
sabiendo que más vale la certeza
del que quiere y aspira a ser querido.

Del fondo del baúl de los recuerdos
se vienen por las venas a mis manos
y aparecen vestidos con sus nombres
en las sencillas líneas de estos versos.
Con ellos me recreo, dialogo y sueño,
a veces hasta riño y les propongo
un contrapunto amable de razones
que acaban con un brindis de alegría.

Que las puertas se abran y que pase
todo aquel que se acerque como amigo.

viernes, 18 de enero de 2019

ENERO REFRANERO



La realidad es tal solo si se fija en palabras y se puede transmitir. Aquello de que una imagen vale más que mil palabras es una filfa, pues la capacidad comunicativa de la palabra es muy superior a la de la imagen y su poder de abstracción también. El milagro está en la abstracción y en el paso de la realidad a la imagen mental, de esta a la palabra articulada y de ella al acto comunicativo.
Una de las manifestaciones más cierta de lo que digo son los refranes; en ellos se condensa todo un mundo de cultura popular que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Como el ser humano ha vivido -y sigue viviendo, aunque no se dé mucha cuenta de ello, en este mundo de vértigo- mirando al cielo y pendiente de él, el principal bloque del refranero hace referencia a la naturaleza y a sus fenómenos.
El mes de enero abre la puerta -Jano, ianua- al año, aunque no siempre ha sido así, y a sus días fríos se encomienda toda una ristra de refranes. Me gusta de vez en cuando quedarme mirándolos, porque, cuando lo hago, es como si estuviera en el campo meditando, pues imagino la realidad y rumio alguna idea que de ello se desprenda.
Vivo en una pequeña ciudad estrecha de la que se decía que solo tiene dos estaciones, la de invierno y la de ferrocarril. Hace más de treinta años que nos quedamos sin la de ferrocarril. Será porque somos vecinos de los extremeños. El cambio climático es el que es, pero las esencias siguen conservándose. Y al abrigo del radiador se está muy bien, aunque no puedo prescindir de mis salidas a la naturaleza. Por si acaso, también me consuelo con los refranes de la época, que son como pequeñas píldoras que me traen todo lo de fuera hasta mi sillón.
Me fijo más en unos que en otros, tal vez en aquellos que más me rozan, por mi realidad y por la añoranza de la niñez, con tantas horas en el campo y en la naturaleza más inmediata. Así que elijo algunos y los siento a mi alrededor:
-Enero, buen mes para el carbonero (Este me lo quedo porque me pertenece).
-Por los reyes, lo conocen hasta los bueyes.
-En enero, bufanda, abrigo y sombrero.
-En enero, enciende la abuela el brasero.
-Por san Antón (17 de enero), la gallina pon; pero solo la que come con el cebón.
-En el mes de enero, se hiela la ropa en el tendedero.
-Si por enero hay flores, en mayo habrá dolores.
-Lluvias de enero llenan cuba, tinaja y granero.
-Cabrito el de marzo, cordero el de enero.
-El tronco de enero no lo pongas en el humero.
Y así podría seguir, pero me basta esta decena para sacarle un poco los colores a este mes de enero, del que ya va una buena parte pasada. Lo hago con la esperanza que me regala este último refrán: “La justicia de enero es muy rigurosa; pero, llegando febrero, ya es otra cosa”.
Pues eso.

jueves, 17 de enero de 2019

DEDICATORIA CON ROSAS



DEDICATORIA CON ROSAS

Igual que un novio pobre te regalo
tan solo esta docena
de versos, que recogen la memoria
de un año más que vimos pasar juntos.

Cada verso una rosa, cada rosa
un mes de la docena. Riégalas
con algo de tu parte y darán siempre
aroma en el jardín en el que ahora
nos sentamos a ver pasar el tiempo
de otro año regalo de la suerte.

Que hagamos todo vida y la certeza
de la inutilidad de todas las palabras.  

miércoles, 16 de enero de 2019

A CIERTA EDAD



A CIERTA EDAD

A cierta edad, los vicios te abandonan,
los recuerdos se van de la memoria;
nadie sabe cuál es su paradero.

A veces, sin saber por qué ni cómo,
se vuelven a juntar, se dan la mano,
ensayan sin pudor un baile antiguo,
en el que acaso tú te reconoces,
te ves incluso joven y atractivo
y piensas si será verdad el dicho
de que el tiempo pasado fue mejor.

Después desaparecen,
como jugando al juego del despiste,
y vuelves otra vez a la rutina
de ver correr el tiempo y de sentirte
un accidente más de esa memoria.

Y eso que, si te miras las arrugas,
no te sientes del todo insatisfecho,
pues gritas, orgulloso, ¡con los años
que me ha costado forjarlas en mi rostro!

martes, 15 de enero de 2019

ROSAS PARA REGALO


    
En numerosas ocasiones, los poemas no son otra cosa que el desarrollo de una imagen cargada de tensión y de significado. Cuando la consigues -las formas son muy diversas y, en ocasiones, inexplicables- ya puedes darte por satisfecho. Entonces arrancas un trabajo, el del poema, que te lleva a una nueva satisfacción o al fracaso. Por ello, también con frecuencia, acotas la imagen y la dejas reposar. Después vuelves sobre ella y la ves tan frondosa, que no te dan ganas ni de abonarla ni de regarla para que eche ramas y hojas. Entonces recuerdas aquellas palabras conocidas y las vuelves a pronunciar: “No la toques ya más, que así es la rosa”. Y la enseñas, sola y airosa, para que arome y luzca. ¿Es un poema? ¿Es un aforismo? Qué más da, no la toquéis ya más y miradla cómo se cimbrea ante el viento y lo resiste.
Ahí va una docena de rosas envueltas para regalo:
-        -  El frío de estas noches me mantiene en arresto domiciliario.
-        -  Mirábamos al cielo despejado y algunas estrellas fugaces parecían tener tanta prisa que nos querían perder de vista.
-          -No es fácil saber dónde mueren algunos recuerdos, pero sí es seguro que las cervezas mueren en los labios.
-           -He visto a la sonrisa jugando por tu rostro y andaba embelesada.
-          -El cuerpo es multiusos: besar es hacer una radiografía en la piel del que se besa; morder es hacer la misma cosa con tu propia dentadura; las uñas rozan y crean en su contacto caminos amorosos; los lunares radiografían los agujeros negros del cielo de tu cuerpo; el boca a boca aplica cola de contacto poderoso… Pero nada como tus ojos, que completan una vista panorámica de todo el firmamento.
-          -Desenvolver la ropa de tu cuerpo y quedarme mirándote desnuda, como un dulce regalo la mañana de Reyes.
-          -La duda razonable sobre si pasar página, sabiendo que a la vuelta te encontrarás una hoja totalmente en blanco.
-          -Enseñarle al Gobierno que la auténtica ley de dependencia es la amorosa.
-          -Entender que en una conferencia los oyentes forman una biblioteca de inéditos y no saber por dónde abrirlos.
-          -Colecciono promesas que son sueños. Después suena el despertador y…
-          -Creer es ya crear. Pero falta fe muchos días y anida el desaliento en mi cabeza.
-          -Dejarme de salidas a destiempo y mudarme hasta el hogar de mi silencio.

lunes, 14 de enero de 2019

EL TIRO POR LA CULATA


    
Estos fríos invernales nos tienen arreciditos y pegados al sofá; si puede ser cerca del radiador, mejor. En estas situaciones parece que los espacios se acotan y que las mentes también se encogen en espera de tiempo algo más templadito y soportable. ¿A qué acogerse, entonces? Pues hay campos y campos. Ahí siguen los libros, que acompañan, y mucho, y abren las ventanas por las que no entra el viento si uno no quiere; o, si lo dejamos entrar, lo hacemos a nuestra conveniencia y ganas. O están las mil minucias caseras que aguardan procrastinadas (me gusta la palabra) un manitas que las ponga en pie.
Pero la pereza empuja y te ata al sofá. Enfrente está siempre dispuesta la ventana de colores, y un botón al alcance de la mano, como pistola automática presta para el disparo. Y en ese duermevela te pasas mucho tiempo, demasiado; en él van regándote la mente como por goteo, sin que uno se dé cuenta de que acabas anegado y sin posibilidad de tenderte al sol para secarte y ver la luz de nuevo.
Durante los últimos días se nos viene asustando con los males que implican los acuerdos entre fuerzas políticas en una región de España, Andalucía. Se conoce que no hay otras noticas que atraigan la atención para atizar el morbo. Vaya por dios. La región es amplia y casi que se podía decir que emblemática, y la fuerza que se ha abierto camino, VOX, no anuncia demasiadas cosas buenas. Pero es que, además, las coaliciones se podrían repetir en toda España en las próximas elecciones.
A nadie se le debe ocultar, sin embargo, que los resultados lo son por el recuento de urnas y producto de la voluntad de los ciudadanos. La reacción, por tanto, debería estar encaminada no al exabrupto sino a encontrar las causas que expliquen los hechos, y, si escandalizan las propuestas, a combatirlas con las ideas y con la palabra. No es eso lo que observo en buena parte de los medios de comunicación, que ahora se llevan las manos a la cabeza y anuncian casi el diluvio universal. Y, sobre todo, lo hacen de manera machacona, un día sí y el otro también y a todas horas. De esa forma creo que lo que consiguen es exactamente el efecto contrario al buscado. El fenómeno es ya un clásico y, por supuesto, no es nuevo: es lo mismo que ha venido sucediendo en los últimos años con el fenómeno independentista de Cataluña: cada disparate dialéctico creaba varios centenares de independentistas más. Del mismo modo, el fenómeno VOX crece y crecerá al ritmo que sea presentado solo con trazos gruesos y con formas groseras, sobre todo por aquellos que dicen defender ideas alejadas de este partido. Los dos fenómenos son tan paralelos que se retroalimentan: el primero engorda al segundo y el segundo echa de comer al primero.
Creo que sigue sin reconocerse que en nuestra piel de toro tenemos una dificultad previa que no somos capaces de solucionar. Se llama el ASUNTO TERRITORIAL. Es que no parece de premio nobel observar que la ley, sea la que sea, se ha de implantar en un territorio, y, si no tenemos claros los límites y las características de ese territorio, no hay ley que valga: el fenómeno físico es previo al legal.
Yo no sé cuál es el mejor modelo, pero tengo bastante claro que, sin ese modelo determinado con claridad, las tensiones seguirán durante mucho tiempo. Vayamos, si no, a los presupuestos y observemos cuál es la actitud de los partidos nacionalistas, de todos sin excepción. O repasemos la historia de los mismos: egoísmo, tensión y deslealtad. Parece como que estuvieran incitando a crear reinos de taifas en todas las comunidades y después dejar el resultado a la pelea y al que más fuerzas tenga para llevarse más.
Así que habrá que disparar la pistola, pero para apagar y cerrar las ventanas coloreadas y para arrimarse a otros sitios de calor más confortable. Cachis.

jueves, 10 de enero de 2019

EN EL JARDÍN



EN EL JARDÍN

En el jardín gotea la belleza
de una lluvia que llora mansamente
y va inundando todo
lo que lleva al rosal, donde la rosa
se deja humedecer y se contenta.

Cuando llega la aurora, hay en sus pétalos
como un leve recuerdo simulado
del rocío que guarda el dulce sueño
de las noches de otoño.

Se difunde el perfume y a mí llega,
me llena de humedad y también lloro
para regar la rosa con mi llanto.

miércoles, 9 de enero de 2019

DESEO



DESEO

Yo quisiera volar con las bandadas
de pájaros que surcan los espacios,
intentar remolinos, bailar danzas
con todas las parejas
y dibujar escenas caprichosas,
de esas que dejan admirada
a la dorada luz de las estrellas:
ser en el cielo pájaro.

Después, bajando a tierra,
llover con cada gota de la lluvia
que limpia de impurezas
los restos de los días en las calles:
ser en la tierra lluvia.

Ser tan solo uno más con cada cosa:
diluirme en el agua, ser madera
en la mesa
o viento con el viento de la tarde.

Y así, saciado al fin de la existencia,
hecho vida en la paz de cada instante,
volverme hacia el olvido de la muerte,
donde todo es ya nada
y la nada es ya todo para siempre.

martes, 8 de enero de 2019

EL ARTE NECESARIO DE LA FRAGILIDAD


                     
EL ARTE NECESARIO DE LA FRAGILIDAD

Porque existir resulta el gran teorema
de todos los teoremas,
el acto universal involuntario
que a todos encadena en sus axiomas.

Porque solo nos queda ser testigos
del milagro continuo y misterioso
que nos deja confusos y asombrados
ante el gozo continuo de la vida.

Porque somos espíritu abatido
en un frágil volar de mariposa
y apenas somos eco de los ecos
que llegan del confín del universo.

Por eso y porque todo certifica
que somos solo un soplo frágil, tenue,
nuestras manos darán abrazos próximos
a todas las criaturas más pequeñas.

En medio del desierto habrá un oasis
y a su lado otras chozas y cabañas
que mirarán de noche las estrellas
con un guiño de amor y de esperanza.

lunes, 7 de enero de 2019

PROGRAMADOS POR EL PROGRAMA



Ayer fue día de Reyes y el día anterior desfilaron cabalgatas por muchas ciudades de España. Se cumplieron, sin duda, muchas de las ilusiones que la magia había puesto en las mentes de muchas personas menudas y mayores. Durante los días precedentes quien más quien menos había escrito su carta a los Magos en el buzón inmenso de los buenos deseos. Después, al día siguiente… Pues en esas estamos.
Yo solo voy a pedir un deseo general y particular. Llega un poco tarde para eso de los Reyes Magos, pero no para la magia. Aunque mi mente es republicana, ellos lo sabrán entender. El deseo y el encargo tienen que ver con que cada uno haga un esfuerzo por re-vitalizar su vida, por hacer lo que le haya correspondido pensando en la magia que ya tiene la vida por sí misma y la que le podemos sumar añadiéndole amor a la belleza, bondad y curiosidad por llegar a los entresijos de todo lo que se nos pone por delante. En definitiva, que no estemos programados por el programa, sino que cada cual proponga su propio programa, o, al menos, que el programa que le hayan impuesto lo desarrolle con entusiasmo y metiéndole mano a la vida hasta dejarla seca y exhausta por plenitud.
Seguro que nos vamos a encontrar en el camino con la dura realidad de nuestras limitaciones. Pues entonces, la segunda parte de la proposición deshonesta: que seamos capaces de comprender nuestra fragilidad, nuestra pequeñez y hallar en ello el gozo y el sentido en el hermoso caos del universo. No por la entrega sin sentido a lo que nos imponen, sino justamente por lo contrario, por hacernos más fuertes en nuestras limitaciones, en nuestro pormenor, en nuestro detalle cotidiano, y así construir una vida con menos resquemor y con más gozo, más nuestra y más humana.
El detalle y la glosa de este deseo es de cada cual y yo no tengo ni el derecho ni la capacidad de entrar en leyes ni en detalles; cada uno sabrá cuál es su parcela y cómo la puede cultivar para que sea un hermoso jardín y dé flores y frutos. El mundo debería ser un inmenso predio compuesto por un conjunto de jardines que exhalaran curiosidad, interés y complacencia en la vida mejorada.
Es enero y es invierno. Veremos qué se puede decir allá por el mes de diciembre. La verdad, la belleza y la vida sumadas hacen la vida apasionante. La vida pide testigos más que maestros. Ojalá todos seamos testigos de nosotros mismos en la búsqueda de esos deseos en nuestra parcela personal.

viernes, 4 de enero de 2019

BATIRSE SOLO



Desde hace algún tiempo vengo utilizando los servicios que me presta la biblioteca municipal; en ella encuentro libros que me acompañan en la lectura y que me evitan la compra y el gasto que ello comporta. La selección que hacen en las compras no es la que más me satisface, pero si la complemento con las mías y con los libros que también recojo en medios electrónicos (donde ya está casi todo) y en los fondos de segunda mano de Felipe, me voy arreglando. Ayer acudí a reponer libros y la biblioteca estaba cerrada. Evitaré los comentarios que esto me suscita.
Ahora estoy solo en mi casa, con música relajante de fondo y tecleando estas líneas. La soledad y el silencio me invaden. Tan solo me acompañan las notas y un cierto repiqueteo de las teclas.
Imagino otros momentos en los que la biblioteca sí está abierta y acoge a gente leyendo. Si se respetan las normas, casi siempre reina el silencio y cada lector anda a lo suyo, cada libro es un mundo diferente y cada página descubre un contexto único e irrepetible.
Entonces pienso en la soledad, en los momentos en los que cada uno se bate solo, sin ayuda de nadie, solo ante el peligro y solo ante el misterio del descubrimiento y de la vida.
Tengo una nieta maravillosa de nueve años. Lee y entona muy bien. Lee y escenifica cuentos para los niños, y lo hace a las mil maravillas. Pero eso es representar más que leer. La lectura fetén se hace en silencio, en el olvido de lo demás, con las puertas de la atención cerradas a cal y canto y solo abiertas a la sorpresa de lo que el libro venga a proponer. Ahí se bate uno solo, es soldado contra sí mismo, y acaso lo sea no tanto para vencer como para derribar barreras y transformarse en otro distinto. Aquí sí que sirve el oxímoron de Juan de la Cruz: “La música callada, la soledad sonora, el aire que recrea y enamora”. Bendita soledad esta.
El ser humano es lo que son sus circunstancias. No quiero volver sobre ello. Casi siempre anda enzarzado en mezclas con lo otro, que no es más que continuación de lo mismo, en camino de ida y vuelta. Por eso tal vez son tan sabrosas estas excepciones.
Tal vez otro de los escasos momentos en los que hay que batirse solos tiene que ver con el hecho biológico de la muerte, con ese momento de desconexión en el que todo se va alejando y apenas van quedando los últimos ecos de los ecos, hasta que nada es nada. Imaginarlo ahora no me pone, como dicen los nuevos, pero ahí está aguardando y algún día habrá que encararlo. Y no servirán de mucho aquellas palabras del poeta Manrique: “Cercado de su mujer / y de hijos y de hermanos / y criados…” Aliviarán, pero habrá que batirse solo. Que sea con las mejores armas, aunque el combate tenga vencedor previsto.

jueves, 3 de enero de 2019

"UN TIEMPO PARA LA IGUALDAD"




          UN TIEMPO PARA LA IGUALDAD” Jesús Caldera; Edit. Turpial
Apunto como primera lectura de este año recién nacido este libro escrito por el que fue (¿por qué ya todo el mundo escribiría aquí “fuera”, en subjuntivo, como si no hubiera sido una realidad demostrable?) ministro socialista en los primeros años de este siglo, Jesús Caldera. Son casi 250 páginas densas y sin desperdicio.
Jesús Caldera es bejarano y ejerce ahora, lejos de los puestos políticos, como funcionario de la administración local en Ávila. No he charlado muchas veces con él a solas, pero siempre me ha parecido un hombre con una muy grande capacidad y, de hecho, me atrevo a asegurar que, con la perspectiva que da el tiempo, pasará por ser referencia como uno de los ministros que mejores y más beneficiosos proyectos impulsó. Acoto que aquí se valora su ejercicio político.
 El texto podría ser interpretado como una justificación de su paso por el gobierno. Creo que sería una interpretación equivocada. Es verdad que es juez y parte, y esto siempre acarrea el peligro de la autocomplacencia, pero hay que leerlo para entender enseguida que en sus páginas hay mucho más que justificación o autorreconocimiento.. Por encima y por debajo se intuye y se dibuja todo un proyecto ideológico y político, que es siempre el que debe impulsar la acción global de todo representante público. En este caso el de mejorar la vida de las personas como principal objetivo.
Algunas de las leyes, ya de manera individual, merecerían el reconocimiento positivo de toda una legislatura y de un gobierno; no obstante, lo que más llama la atención es la visión de conjunto, el esquema que dibujan y la idea de sociedad que se tiene y que se busca impulsar: Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres; Ley para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia; Reconocimiento y protección de los “Niños de la Guerra”; Estatuto de ciudadanía española en el exterior; Regulación de la inmigración; Programa ADO; Ley de Signos; Potenciación del IMSERSO; Escuelas-taller en África; Modificaciones en la legislación laboral…
La mejor prueba de que se trata no solo de una justificación es el añadido final en forma de propuestas para el futuro. En ellas se apunta hacia la crisis financiero-económica, hacia el cambio climático, hacia la diversidad como forma de vida y de integración, y hacia la necesidad de una nueva economía. El colofón del ensayo es la reivindicación de que el mejor capital de cualquier sociedad es su capital humano, sus personas.
Con todo ello, ordenado y fundamentado, el autor nos da cuenta de la gestión de su equipo y nos anima a pensar en los fundamentos de una sociedad mejor y de un país con mayores grados de igualdad entre sus componentes. Será esta la mejor fórmula para sentirse a gusto en ella y para arrimar el hombro con ganas y sin resquemor,
Me parece que esta es una de las mejores maneras de hacer adictos a la causa; a la causa política y, sobre todo, a la causa social de la justicia, que es la que más interesa.
Las incomprensiones en las que se produjeron estos hechos, por parte de propios y extraños, se vuelven, a la vista de estas reflexiones y de la perspectiva que da el tiempo, en simples arañazos de resentidos, de incompetentes y de fanáticos. Alguno de ellos solo tenía veneno y no le quedaba ni capacidad para saber firmar. Cosas que pasan.