EN BRAZOS DEL TIEMPO
Se difumina el tiempo y en sus labios
siguen oyéndose ecos y murmullos.
Son las horas que rezan en silencio
y mecen en sus brazos los recuerdos.
Nadie sabrá hasta cuándo
seguirán escuchándose esos ecos.
Nadie sabe tampoco
si hay oídos dispuestos a
escucharlos.
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