martes, 15 de enero de 2019

ROSAS PARA REGALO


    
En numerosas ocasiones, los poemas no son otra cosa que el desarrollo de una imagen cargada de tensión y de significado. Cuando la consigues -las formas son muy diversas y, en ocasiones, inexplicables- ya puedes darte por satisfecho. Entonces arrancas un trabajo, el del poema, que te lleva a una nueva satisfacción o al fracaso. Por ello, también con frecuencia, acotas la imagen y la dejas reposar. Después vuelves sobre ella y la ves tan frondosa, que no te dan ganas ni de abonarla ni de regarla para que eche ramas y hojas. Entonces recuerdas aquellas palabras conocidas y las vuelves a pronunciar: “No la toques ya más, que así es la rosa”. Y la enseñas, sola y airosa, para que arome y luzca. ¿Es un poema? ¿Es un aforismo? Qué más da, no la toquéis ya más y miradla cómo se cimbrea ante el viento y lo resiste.
Ahí va una docena de rosas envueltas para regalo:
-        -  El frío de estas noches me mantiene en arresto domiciliario.
-        -  Mirábamos al cielo despejado y algunas estrellas fugaces parecían tener tanta prisa que nos querían perder de vista.
-          -No es fácil saber dónde mueren algunos recuerdos, pero sí es seguro que las cervezas mueren en los labios.
-           -He visto a la sonrisa jugando por tu rostro y andaba embelesada.
-          -El cuerpo es multiusos: besar es hacer una radiografía en la piel del que se besa; morder es hacer la misma cosa con tu propia dentadura; las uñas rozan y crean en su contacto caminos amorosos; los lunares radiografían los agujeros negros del cielo de tu cuerpo; el boca a boca aplica cola de contacto poderoso… Pero nada como tus ojos, que completan una vista panorámica de todo el firmamento.
-          -Desenvolver la ropa de tu cuerpo y quedarme mirándote desnuda, como un dulce regalo la mañana de Reyes.
-          -La duda razonable sobre si pasar página, sabiendo que a la vuelta te encontrarás una hoja totalmente en blanco.
-          -Enseñarle al Gobierno que la auténtica ley de dependencia es la amorosa.
-          -Entender que en una conferencia los oyentes forman una biblioteca de inéditos y no saber por dónde abrirlos.
-          -Colecciono promesas que son sueños. Después suena el despertador y…
-          -Creer es ya crear. Pero falta fe muchos días y anida el desaliento en mi cabeza.
-          -Dejarme de salidas a destiempo y mudarme hasta el hogar de mi silencio.

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