viernes, 22 de abril de 2022

DESPUÉS DE TANTA LUZ Y TANTA SOMBRA

 

                                                DESPUÉS DE TANTA LUZ Y TANTA SOMBRA   

Después de tanta luz y tanta sombra,

de dar espacio al tiempo en tu conciencia,

tu vida resumida en una esquela

tu nombre, como voz de la memoria,

pegado en la pared, crucificado,

colgados tus recuerdos de un momento

de parada y silencio. «Este es el hombre

que paseaba cansado por el parque

las tardes esponjosas del otoño,

aquel que escribía versos y enseñaba

en un centro oficial educativo.

Era de tal familia y tenía hijos

y nietos que no sé ni dónde viven.

La misa es a las cinco en la capilla

de la iglesia del barrio». Y eso es todo.

 

A la hora siguiente, otros carteles

con que publicitar nuevas acciones;

tu nombre ha de dejar espacio libre

en el que renovar la cartelera.

 

Esquela por esquela. Y, en la calle,

olvido, luz, silencio, sombra, nada.

jueves, 21 de abril de 2022

POST FESTUM...

POST FESTUM

Los romanos completaban la expresión con la palabra pestum, haciendo referencia al bajón que se suele producir después de cualquier momento de intensidad. Literalmente, «Después de la fiesta, la peste».

Me tomo la licencia para considerar la caída que se observa también entre los pasados días de Semana Santa y los ya presentes de diario y continuidad. La fiesta de Semana Santa siempre incluye una doble vertiente y una dirección plural, que lleva a unos a las calles a procesionar y a otros a las carreteras y playas o montañas a descansar, con una mezcla de ambas en muchos casos.

Me complace observar cómo esta separación se ve como algo natural que en poco distorsiona los deseos de cada uno. Los creyentes, a procesionar; los no creyentes, a organizar sus calendarios como mejor les parezca.

La Historia es una suma de vaivenes, de oscilaciones, de modas. No hay más que seguir la pista a un período más o menos extenso para comprobarlo. Los que tienen una edad bien lo saben. Años de la dictadura: todo el mundo al mismo sitio, a las procesiones obligatorias, al menos de manera oficial. Primeros años de la democracia: salto al otro extremo, como si a las gentes les hubieran dado rienda suelta y se hubieran olvidado por ensalmo las costumbres anteriores. Hasta la televisión pareció dejarse llevar por aquella ola. Ahora mismo se ve otro resurgimiento de la Semana Santa, sobre todo de los contextos que adornan las liturgias de estos días.

En la ciudad estrecha en la que vivo, las procesiones siguen manteniendo la sobriedad de estas tierras, el silencio y el respeto; pero se han creado manifestaciones al margen que muy poco casan con ese ambiente se seriedad. Supongo que no debe de ser fácil apartarse de la imitación de otras manifestaciones más vistosas y coloristas, sobre todo en este cogollo florido de primavera.

He releído uno de los Evangelios, además del Cantar de los Cantares; he asistido a una procesión en mi ciudad; he dedicado algún tiempo a ver en televisión alguna procesión en Castilla, en Extremadura y en Andalucía; y, sobre todo, he saludado el tiempo feliz de la explosión primaveral en estas tierras con mis salidas al campo.

Semana Santa, tiempo en el que se hermanan y se abrazan la razón y la fe sin mirarse de reojo; días en los que esa razón cede su sitio al impulso de la liturgia, de los colores, de los olores, y a la fe. No estoy muy seguro de que mucha gente ahonde en las fuentes y las lea con buen ánimo, pero también con algo de reflexión para dar cabida a un poquito de razón y así poner las cosas en su sitio. Si es que hay que poner las cosas en su sitio, porque a veces piensa uno si no es mejor dejarse llevar por el impulso de la ola, si eso produce algo de satisfacción en los sentidos.

En todo caso, post festum, pestum. Y aquí estamos. De nuevo en el día a día, en el quehacer de las pequeñas cosas, en el intercambio entre la ilusión y la desilusión, en busca de ese ambiente físico y mental que nos ayude a sobrellevar con dignidad los pasos por el camino incierto de la vida.

lunes, 18 de abril de 2022

INDICIOS

INDICIOS

. Milagro de milagros: que el tiempo se haga luz y habite su conciencia entre nosotros.

. Acomodar al mundo la existencia para sobrevivir al grito de la muerte.

. En el bosque la luz se desordena y esponja la dureza de las ramas.

. Eternidad y soledad: ¿cuál de las dos fue antes? Si acaso, solo Dios lo sabe.

. La noche en la ciudad abre sus calles como venas de luz llenas de tráfico.

. MI verdad me separa de los otros; LA verdad me aproxima a sus abrazos. Pero he de caminar con mi verdad a cuestas, aunque ello me suponga su condena.

. ¿Por qué permanecer en lo que acaba y no abrirse a la luz de lo que llega?

. Como huidos del mar a tierra adentro, por tiempo limitado, con nostalgia del mar del que salimos y una pena ancestral y primigenia.

. Me persigue una sombra acusatoria que me empuja sin pausa hacia la nada.

. Mi sombra y el silencio contra el tiempo, y a veces un ratito de conciencia.

. Orbita libremente por mi torso, amuralla mi cuerpo con tus ojos y cruza sus fronteras. Ambos sucumbiremos en un grito de gozo que conmueva al universo.

. Cada día tomamos prestada la biografía del que fuimos el día anterior.

. ¿Quién sabe los misterios de la carne, esa extraña mixtura de deseo y desmemoria?

. La mente, hospitalario manicomio en el que danzan sin orden las ideas.

. El pasado ya no me pertenece, el futuro será siempre futuro, y el presente se muestra tan esquivo…

. Mi mente se fatiga dando vueltas alrededor del miedo.

. Los años y los hechos envejecen el pulso de mis días.

miércoles, 13 de abril de 2022

INDICIOS

INDICIOS

. Los peces y las águilas se hermanan: se nutren de un azul de inmensidad.

. De paz en paz por todos los caminos; de rosa en rosa perfumando el mundo.

. Cuando se estira el tiempo, la memoria no llena la distancia y se borran las huellas del camino.

. El día se ha dormido de vejez y de cansancio.

. Estiraba sus piernas el sol de la mañana y yo seguía su ritmo estirando mi alma.

. Cansado de saltar de árbol en árbol, el hombre bajó al suelo y descubrió el dolor a ras de tierra.

. Les cegamos la luz a los sentidos y somos extranjeros en nuestro propio mundo.

. El cielo dialoga con la tierra a través de la nube; y yo, simple escuchante, dialogo con los dos en la palabra.

. Me propuse dormir de cuerpo entero y explorar otras vidas en el sueño.

. ¿Quién saca sombras del mar?, me dijo el sol un verano cuando empecé a navegar.

. ¿Qué escribe el mar cuando escribe en sus renglones de espuma? Yo no sé si lo que dice es sonrisa o amargura.

. Se iba encendiendo la tarde a ritmo de sonrisa y de ternura.

. La noche borra mis pasos con el claror de la luna.

lunes, 11 de abril de 2022

INDICIOS

INDICIOS

. Por más que lo anhelemos, el futuro siempre estará solo, pues nadie ha de llegar a su presencia.

. Más que verdad o duda eres presencia, el presente de todos los presentes.

. La luna peregrina por el cielo con aspecto de concha. ¿Será que va a Santiago?

. Vagabunda y errática la tarde, se duerme el horizonte y anochece.

. Noches pleniluniadas, cuando rimar ternuras explica el universo.

. Indicios de amor que rondan en las fronteras del tiempo: lucharon por vivir y nunca fueron.

. Más efímeros que el poema: al terminar un verso ya no somos los mismos.

. Después de la tormenta, la tierra suda gotas de rocío.

. Los cielos, de cansados, lloran lluvia.

. Un oasis de lluvia en el desierto: el cielo se revela en nueva vida.

. Hoy el viento interpreta melodías con notas del recuerdo y habla lenguas extrañas con rumores lejanos.

. Diluirse en el verso y ser el verso mismo. No quiero que me ofrezcan el nombre de las cosas, quiero ser yo las cosas en sus nombres.

. Admitir la verdad como forma ideal de penitencia.

. Estoy un poco viejo: voy a matar la edad perdiendo el tiempo.

viernes, 8 de abril de 2022

CONFESIÓN

 Antes de acercarme hasta el Casino Obrero, 20 h., para presentar el libro de L. Felipe Comendador Como regar el agua, dejo en el aire este poema.


CONFESIÓN

Como uno más, como otro ser humano,

voy gastando la vida en el empeño

de ser otro distinto cada día.

 

Me declaro un sencillo ciudadano

cargado de egoísmo y de sospechas,

me acuso ante vosotros

de no hacer bien las cosas, reconozco

que busco beneficios personales

en todo lo que intento, que me arrimo

al sol que más calienta, que hago míos

los éxitos que no me pertenecen.

 

Pero soy a la vez un individuo

al que duelen las cosas que suceden

más lejos y más cerca de mí mismo,

que busca con ahínco alguna causa

que explique tanto mal en este mundo,

que mantiene el prurito de la curiosidad,

que sufre los derrumbes inmediatos

del ánimo diez veces cada día,

que somatiza en lágrimas o risas

la herida que me causan tantas cosas.

 

En esta mezcolanza de ida y vuelta,

voy gastando mis noches y mis días,

cargado con las dudas, con las ansias,

con las causas sin causa de la vida

que, a pesar de empujarme tantas veces

al fracaso, al dolor y a la derrota,

me animan a hacerme otro cada día.

jueves, 7 de abril de 2022

INDICIOS

 INDICIOS

 . El viaje más largo es el que realizamos hacia nosotros mismos.

. Nostalgia, material que impregna todo lo que toca. A veces es miel y a veces sal.

. El hastío es territorio propicio para evocar la nostalgia.

. Le sobraban los afectos porque no tenía a nadie a quien entregárselos.

. Los silencios de dentro duelen más que los de fuera.

. La vida es un paréntesis entre dos silencios sin límites.

. El tiempo va aumentando sin descanso el inventario de las ausencias.

. Degradación: Reducir el amor a oficio.

. Me despido de mí porque no encuentro / un corazón que lata al mismo ritmo.

. Subida de precios: pagar la donación de una sonrisa.

miércoles, 6 de abril de 2022

ES LEY DE VIDA

ES LEY DE VIDA

        Ante muchos de los sucesos que se producen a nuestro alrededor, solemos reaccionar con esta frase: ES LEY DE VIDA. La repetía una persona próxima hace muy poco ante la despedida de un familiar que se iba a vivir lejos: Es ley de vida. Y así ante el comportamiento de un grupo de muchachos displicentes o ante la actitud de la gente en las noches de verano, por ejemplo.

         ¿Por qué es ley de vida y todos lo damos por inevitable? Me deja perplejo tal asentimiento.

Porque la vida tiene su ley, claro que la tiene. Y conviene tenerla en cuenta, porque, efectivamente, parece inevitable. Conocerla, incorporarla a nuestros comportamientos y admitirla como tal no es ningún signo de debilidad, sino de humanidad y de reconocimiento. No sabemos cuál es ni el momento ni la realidad de nuestro nacimiento ni de nuestra muerte. Pero es ley de vida, elemento constituyente que no se puede cambiar. En realidad, si bien se mira, la vida solo tiene una ley: VIVIR.

Algo muy distinto son las leyes de la vida, esas que creemos dadas como naturales y que, en realidad, no obedecen a otra causa que no sea la resignación ante lo que la costumbre o los hábitos desde fuera nos han impuesto como algo connatural, como algo que tiene que ser y no puede ser de otra manera.

¿Quién ha dicho que los jóvenes tengan que ser displicentes, o que tengan que atender más a las opiniones de sus amigos que a la de sus padres o a las de los mayores? ¿Dónde está escrito eso? No afirmo que sea bueno o malo, lo que defiendo es que puede ser bueno o malo y esto depende del análisis racional que de ello hagamos y de las conclusiones que adoptemos. ¿No será más bien una actitud sumisa de cada individuo ante la opinión y la costumbre de la repetición de los elementos de la comunidad? ¿No existe la posibilidad de que sea en esa edad en la que los citados jóvenes (se trata de un ejemplo) tengan que prestar un esfuerzo mayor para controlar sus impulsos?

Traslademos el ejemplo a las edades más provectas. ¿No será ese el momento en el que los llamados mayores más cuidado deben poner para no resultar un lastre para los demás? O se puede plantear al revés. ¿No es esta la época en la que los demás tengan que prestar más atención a los mayores? Porque se puede graduar esta atención. O sea, que somos nosotros los que creamos leyes de vida, algo muy distinto a lo que afirmamos cuando decimos que algo «es ley de vida».

Las leyes de la vida las conformamos nosotros de manera individual o colectiva, las articulamos nosotros, las aplicamos nosotros y las modificamos nosotros. Dependen de nosotros. Y son muchas, casi todas. Practicarlas de un modo o de otro nos conduce a un comportamiento o a otro, a un estilo de vida o a otro. La ley de vida no depende de nosotros, es algo que nos viene impuesto por eso que llamamos naturaleza. Y no compone demasiados preceptos ni son analizables desde la moral. Sencillamente son y ya está. Las leyes de vida sí son analizables desde la moral y la ética. Tal vez nos sometamos a ellas con una sumisión que nos evita la decisión personal, siempre más valiente y complicada, para sumirnos en la desidia de la repetición, en lo que la comunidad ha dado por inevitable en sus costumbres y en sus usos.

La vida solo tiene una regla, la de vivir. Las demás son leyes de vida. Y moldearlas, aceptarlas o negarlas es cosa de cada uno. O debería ser. Aunque parezca que rompemos los adobes de la casa para edificar una más sólida.

lunes, 4 de abril de 2022

FILOSOFÍAS

FILOSOFÍAS

       Entre crisis y crisis, guerra y guerra, huelga y huelga, curva y curva de la dichosa pandemia, se nos van colando, como de contrabando, proyectos y leyes de educación. La última se llama la LOMLOE, que áteme esta mosca por el rabo y échele usted narices para descifrar estas siglas.

       Ya he dicho en muchas ocasiones que a mí sí me parece importante que las fuerzas políticas y sociales se dejen sus mejores esfuerzos y enfrentamientos mentales en componer una ley que recoja los principios esenciales para educar a las generaciones más jóvenes de un país: nos va demasiado en ello. Todo sin dejar de aspirar a que alguna de estas leyes termine durando el tiempo necesario para que todos sepamos a qué atenernos.

       Cuando en estas leyes se describen los currículos, siempre se discute acerca de la inclusión o eliminación de algunas asignaturas. Todas no caben, para empezar, y hay que jerarquizar y elegir.

       Si nos fijamos, siempre se anda a vueltas con el asunto de la religión y de la ética. No me extraña en absoluto que así sea: hay tantos intereses de todo tipo detrás… Pero hoy no toca. Això avui no toca, que diría el otro. Hoy toca el asunto de la filosofía.

       Pues resulta que, en la última ley, se elimina su estudio en la ESO; pero se ofrecerá en los dos cursos de bachillerato. Claro que ofrecerla no es lo mismo que elegirla, ni que, por tanto, enseñarla.

       Filosofía viene a ser un cuerpo de doctrina que nos enseña a pensar, y, con esa enseñanza, nos incita a profesar la curiosidad en busca de las ideas esenciales que rigen nuestra vida. A esta noble tarea han prestado sus mejores esfuerzos muchos de los mejores pensadores de la Historia. Ahí Platón, Sócrates, san Agustín, Descartes, Hume, Kant, Marx, Hegel, Schopenhauer, Ortega, Unamuno… Y así una lista interminable de cabezas pensantes.

       Las escuelas en las que se les ha encuadrado, para su mejor conocimiento, también son muy diversas. Platonismo, cínicos, epicureísmo, estoicismo, racionalismo, empirismo, idealismo, utilitarismo, marxismo…

       En los tiempos más modernos, ha aparecido una nueva escuela filosófica que, al menos en España, está teniendo un éxito muy grande. Su nombre procede del mote que a un señor que entrena a un equipo de fútbol debieron de ponerle los muchachos de su barrio cuando era un niño, supongo: El cholismo. Ahora resulta que hay filósofos que son elevados a la categoría de tales con otra clase muy distinta y sencilla de saber y de razonar.

       Entramos en una semana de partidos de fútbol de champions. Uno de los equipos españoles que participa en ella es el Atlético de Madrid. Pues bien, este equipo posee un entrenador que aplica una filosofía que resulta ser todo un descubrimiento. Se resume en la frase paradigmática que reza así: «Partido a partido», y que consiste (milagro entre todos los milagros) en pensar sobre todo en ganar el partido que primero aparece en el calendario. Su recompensa es la admiración de casi todo el mundo, el placer de ser referente para casi toda la comunidad y el resultado de ganar más dinero que ningún otro entrenador en el mundo mundial. No es moco de pavo. Ríanse ustedes de los esfuerzos y de las mentes de los filósofos antes citados y no se echen a llorar, por favor.

       En realidad, yo pensaba que eso de dedicar uno la concentración y el esfuerzo a lo que anda haciendo era algo que ya practicaba la gente; sobre todo los que tienen más necesidades perentorias y no se pueden permitir el lujo de planificar demasiado las cosas. Léase, por ejemplo, un desempleado que busca trabajo; o una persona que apenas llega a fin de mes; o simplemente cualquiera que ande poniendo ladrillos en una pared. Yo pensaba que también estos jugaban partido a partido, tratando de ir salvando el tipo como podían. Parece que estaba equivocado. Es que pienso unas bobadas… Resultarían, si no, filósofos de nueva escuela también; con la diferencia, claro, de no ganar más que cuatro perras.

       Y es que hay muchas clases de filosofía, las que se reducen o eliminan de las enseñanzas de nuestros jóvenes, y las que dicen practicar unas gentes preclaras e ilustrísimas, que imparten enseñanzas como si descubrieran el Mediterráneo cada mañana.

       No le echo la culpa al citado entrenador, sino a los periodistas, que son los que elevan a categoría lo que no es más que banalidad y detalle, pequeñez y lógica de Perogrullo. Y así andamos, con esta escala de valores, con este engañabobos que lo cubre todo.

       Se me ocurren mil consideraciones, pero dejo solo un par de ellas:

a)       ¿Cómo no habrá habido antes filósofos que hayan dado con la piedra filosofal tan sencilla para crear una nueva escuela de filosofía y además forrarse?

b)      ¿En qué tendrán puesta la mente los demás entrenadores mientras se está jugando el partido, si no es en la forma de ganarlo, o sea, en el partido a partido?

Me parece a mí que estos periodistas y filósofos tienen un cuajo… O un morro que se lo pisan. Estos sí que saben, y no los de la Historia ni los de los planes de educación.

Pues eso.