martes, 30 de junio de 2020

DECEPCIÓN



DECEPCIÓN

Primero el resbalón y la caída
por cualquier causa acaso inesperada;
después el despertar a la certeza
de que todo el conjunto de ilusiones
que empujaban con ánimo a la vida,
a la vida real de cada uno,
ha resultado ser ficción y engaño,
y descubrir, de pronto, con más pena,
que nunca aquella vida fue tal vida.

Estado natural de decepción.

Vivimos al albur de un laberinto
que vela lo real y nos confunde,
soñando disfrutar, en espejismo,
algo que, en realidad, nunca existió.
En ese estado gris de la conciencia,
la voluntad se afirma como empuje,
como tenaz empeño, como espíritu
que lanza a la pasión de nuevo al ruedo,
en busca de otro espejo en que mirarnos
y volver otra vez a la locura,
en ese sube y baja sempiterno
en el que se consumen nuestras vidas.

A pesar de la pérdida de todas las certezas,
existen los momentos de ventura,                                           
los rayos que iluminan la ceguera.
Y también estás tú, y eso me salva.

lunes, 29 de junio de 2020

ESTATUAS


 ESTATUAS
Pasará la pandemia -ojalá lo haga pronto y el virus se olvide de nosotros- pero habrá permanencia de ciertos tipos que son más resistentes al cambio hacia la sensatez. Estoy pensando, claro, en los imbéciles. Tendré que repetir que la palabra imbécil significa falto de báculo, es decir, de apoyo, en este caso, apoyo mental.
Hace nada indicaba que la injusticia explicaba-no que justificaba- la venganza de Azarías contra el señorito en la película Los santos inocentes. Espero no incurrir en contradicción al señalar como imbéciles a estos nuevos aficionados al derribo de estatuas.
Las creaciones artísticas -también las esculturas- responden a muy diversas causas, no todas confesables. Pero todas incorporan el elemento de creación y de arte. Cuando pasa el tiempo, vienen a convertirse en una imagen visible y en un resumen de lo que en otro tiempo sucedió. Si uno visita el museo del Prado y contempla retratos de la realeza, no los descuelga de las paredes ni los quema, por mucho que representen situaciones de injusticia y de desigualdad social evidentes. Un buen visitante debería sumar las consideraciones artísticas a las de tipo social; así la visión sería más completa. Yo trato de hacerlo. Para mí representan toda una lección no solo de arte, sino también de sociología, de política, de religión…. La consecuencia es que no solo no quiero que se eliminen, sino que aplaudo que se conserven y que se expongan.
Hay, además, una ley elemental que no puede olvidarse. Es esta: Todo tiene que ser interpretado teniendo en cuenta el contexto histórico en el que se produjo. Lo contrario solo nos lleva al fracaso y a la ignorancia. Si acaso, salvaría casos muy excepcionales, por el dolor que puedan producir en el presente, tal vez por su proximidad en el tiempo. Y, aun así, tendría razones para templar gaitas. Voy a meter el dedo en la llaga con un ejemplo reciente. Me gustaría que se me entendiera bien. Retirar los restos del dictador Franco del Valle de los Caídos me parece un acto de estricta justicia, sobre todo por el carácter laudatorio que su permanencia en aquel lugar suponía. Entonces, bien hecho está. Pero no es difícil imaginar que la consideración de su significado negativo, ante sus restos, hecha por una mente sensata y razonable, adquiriría una fuerza mayor que leída en un documento. Para que observemos cómo, hasta en casos extremos, es bueno contar hasta tres antes de dar rienda suelta a los impulsos.
Pues ahora dejemos correr el tiempo y tomemos perspectiva. Los romanos, los egipcios, el imperio español en América, los otros imperios de cualquier tipo, las guerras, los dictadores, los genocidas, las guerras de religión… Mejor dejar en suspenso la lista para no horrorizarnos. Toda la Historia, vista desde el presente -y tal vez desde otra perspectiva cualquiera- resulta descorazonadora. Y no contemplarla en su contexto es lo mismo que falsificarla. Algo que no implica, por supuesto, que lo que a mí me interesa de la Historia es aquello que puedo transportar como enseñanza a mi presente.
Pues ahora llegan los derribadores de estatuas y emplean todas sus energías instintivas en derribarlas, en pintarlas de cualquier color que las envilezca. Coño, si ahí puestas también nos recuerdan sus felonías y sus abusos, sus injusticias y sus atropellos. Y lo hacen cada vez que las veamos. Sobre todo, si no somos imbéciles y nos apoyamos en la razón y en el sentido común.
Cuando llegan con sus zarpas los que derriban lo que no es de su lugar y ensalzan cualquier cosa del terruño (¡ay los nacionalismos!) o incluso tergiversan los datos históricos (tal vez por no dedicar esfuerzo en conocerlos), entonces todo se complica y, para lo que nos ocupa, nos echamos a andar en un camino iconoclasta que sabemos cómo empieza y tal vez adivinamos lo mal que puede acabar. Colón, Cervantes, fray Junípero Serra… Qué barbaridad, cuánta estulticia, qué provincianismo tan estrecho…, cuánto imbécil.
Béjar quiso ser una ciudad de esculturas. Voy a proponer que se destruyan todas las que reproducen animales. Por degradarlos de seres vivos a seres minerales. Hala.

viernes, 26 de junio de 2020

ASÍ EN TUS OJOS



ASÍ EN TUS OJOS

Como se entra en el mar, entro en tus ojos.
Infinito el perfil del horizonte
que tu mirada azul crea y me ofrece.
Siento el frescor del agua mar adentro.
La brisa me conduce por tu cuerpo.
Gozo con el sabor de las caricias
que me dejan las olas al rozarme.
Remo con ansiedad, las olas sueñan
sueños de bienestar y de silencio.

Marinero de amor, todo me lleva
al olvido, en el mar de tu presencia.

jueves, 25 de junio de 2020

EUROPAS



EUROPAS
Hoy estiro el vuelo y me pierdo mirando de reojo hacia esta parte del planeta que llamamos Europa. Tengo un pretexto hermoso para extender las alas e incluso para soñar. Casi como si yo también anduviera a lomos de Marfileño por un rato. El pretexto es el de la respuesta a la pandemia y a sus consecuencias económicas y sociales.
Acaso porque todo hijo de vecino se ha visto afectado, se intuye una reacción común en Europa. Habrá que ver cómo se concreta en euros y en otras disposiciones menos pecuniarias. El proceso de construcción de la Comunidad Europea es largo y anda a medio hacer, incluso con peligro de fracasar en el intento.
La entrada en el club responde a intereses muy distintos para cada país. Así los ven Anna Bosch y Pablo R. Suanzes, dos avezados periodistas, muy buenos conocedores de sus entresijos. De ellos tomo unos párrafos: “Hemos dado por supuesta a Europa, aunque con experiencias diferentes según el país, pero no en el sentido de identidad, sino de sistema irrompible. Y no lo es. Para España o Portugal, Europa se ha relacionado siempre con la aspiración de democracia y libertad: sufrían dictaduras hasta la década de 1970 y la UE era la meta a la que se aspiraba. Para Francia, Europa es una reivindicación de la paz frente a la amenaza que, desde las fronteras de Alsacia y de Lorena, la invadió y derrotó una y otra vez desde 1870. Para Alemania es redención y perdón. Para el Reino Unido (¿era, es?) un gigantesco mercado y oportunidades comerciales. Para Bélgica, la cuerda que mantiene una débil unidad. Para los países del Este es libertad y la posibilidad de formar parte de un club que durante mucho tiempo tuvo las puertas cerradas… Y alejarse de Rusia. Para los países Bálticos, Europa es la defensa frente a Moscú… Para cada uno de los Estados miembro, Europa es algo diferente, pero con el tiempo esa sensación, ese espíritu, esa aspiración van coincidiendo y tomando una forma común. (…) En España, todos los nacidos en la década de 1990 son ya nativos de la Comunidad Europea”.
Bastan estas palabras para entender que se trata de un fenómeno complejo, pero que sigue dando dos pasos adelante y un pasito atrás.
Las soluciones cada vez están menos en los países y más en los ciudadanos, nativos ya europeos, se haya nacido en Atenas, en Praga, en Lisboa o en Madrid.
Ilusiona observar el tambaleo continuo en el que se mueve este complejísimo proyecto histórico, pero que va creando un poso de elementos comunes que ya será muy difícil que tengan marcha atrás.
Cuando uno traslada la imagen a espacios más pequeños (léase España, comunidades o ayuntamientos) no siempre tiene la sensación positiva de ese regusto de la colaboración y por perseguir un fin común. Aplíquese a la situación de la pandemia y extráiganse conclusiones. También en los ayuntamientos. En este, por ejemplo, en el que escribo esta breve reflexión. Qué momento más hermoso para la colaboración en busca del bien común. Sin el desistimiento de las ideas propias, pero con el aroma de la buena voluntad y del sentido común. ¿A que se entiende?   

miércoles, 24 de junio de 2020

REENCUENTRO



REENCUENTRO
Para mis hijos y mis nietos, en el primer día
de reencuentro después de la pandemia.

Estabais agitando en la ventana
vuestras manos en forma de saludo,
como abriendo la puerta a la alegría
y apagando la voz de la tristeza.

La mañana se puso de arco iris.
Tembló la luz. Mis ojos se sintieron
un presagio de llanto prematuro.
“Abuelito, no llores, la alegría
no puede dar cabida a la tristeza
y hoy estarás contento a nuestro lado”.
Las lágrimas cesaron
para dejar su sitio a los abrazos,
que estaban impacientes
para cumplir, por fin, su cometido.

El tiempo volvió a ser nosotros mismos,
aquello que otro tiempo habíamos sido.

Nos fuimos a la calle, como en busca
de todos los espacios conocidos.
Y volvió el pormenor entre nosotros
a hacernos compañía, 
la memoria
resucitó el recuerdo de los días,
como si todo fuera el resultado
de un mal sueño sin causa y sin sentido.

Al filo de la tarde y de las sombras,
volvimos a tomar nuestro camino.
Miraba hacia el perfil del horizonte
y me sentí confuso, perturbado,
pensando en si los días serían ya todos
tan seguros, alegres, verdaderos.

martes, 23 de junio de 2020

"DUELE MUCHO, SEÑORITO"



 “DUELE MUCHO, SEÑORITO”
Estas palabras las pronunciaba Paco, el Bajo, en la película Los santos inocentes, basada en la novela del mismo nombre escrita por Miguel Delibes. Este año se cumple su centenario.
El viernes día 19, por casualidad, como tantas veces, vi que reponían la película en la 2 de TVE. Me aposenté en el sillón y no me moví de él hasta el final de la misma. En los más de 30 años que tiene la película, la he visto un número indefinido de veces; también he leído la novela en varias ocasiones. Siempre me deja un poso de tristeza, de amargura y de rabia.
Las generaciones más jóvenes tal vez no conciban que lo que en ella se representa pueda responder a la realidad. Sin embargo, las que peinan más canas saben muy bien que de eso no hace casi nada en el tiempo. Alguna vez he escrito que mis ojos llegaron a conocer a una persona que vivía en casa de sus amos y que trabajaba solo por el sustento, sin ninguna otra recompensa. Literalmente, un esclavo.
Es que duele mucho, señorito, ver cómo se desarrollaba la vida en este país hace muy pocos años, qué escala de valores sustentaba las desigualdades más flagrantes, qué especie de resignación trágica habitaba entre los más desvalidos y cuánta ternura se manifestaba entre ellos para seguir manteniéndose vivos.
Es que duele mucho, señorito. No se extrañe usted de que los instintos más elementales se cobraran la venganza en usted mismo colgándolo de una soga en el campo. Claro que el hecho es condenable, pero se explica por sí solo.
Duele mucho, señorito, no solo que se tronce una pierna, sino el día a día sometidos a la beneficencia y la escasa caridad, como falta absoluta de la justicia.
Duele mucho, señorito, comprobar que los humildes son tratados como mercancía barata al servicio de los antojos de señorito.
Duele mucho, señorito, observar cómo se corta de cuajo cualquier aspiración social de los más pobres.
Duele mucho, señorito, advertir la connivencia de los poderes religiosos con los económicos.
Duele mucho, señorito, darse cuenta de que, también los que ocupan puestos intermedios, en muchas ocasiones se ponen de parte del más poderoso, incluso sufriendo en sus carnes los peores desprecios.
Duele mucho, señorito, asistir al cumplimiento más severo de la ley con los más desvalidos y a su ausencia cuando los que delinquen son los más adinerados
Duele sobre todo mucho, señorito, la certeza de que la perspectiva de futuro se hace negra para el pobre, por más que se esfuerce y trabaje para aclararla.
Todo esto y mucho más duele mucho, señorito. Mucho.
Aún quedan señoritos en los cortijos, claro que sí. Pero acaso hoy hay que observarlos y encontrarlos en otros lugares y en otras situaciones. Sin colgar a nadie de una soga, habrá, no obstante, que abrir puertas y ventanas, poner en claro cuentas y despachos, derribar las escalas de valores y buscar otras tierras que produzcan otros frutos con sabor a justicia. Lo demás duele mucho, señorito, mucho.

domingo, 21 de junio de 2020

CON OTROS OJOS



CON OTROS OJOS
Finaliza, por fin, el largo periodo en el que todos, de una manera o de otra, hemos estado limitados en nuestro derecho al movimiento. Hoy sale el sol para todos y a todas las horas, empieza el verano en el calendario, los ciudadanos relajan sus horarios y se diría que todo ha cambiado de repente. Al menos eso es lo que parece, y ojalá que sea por mucho tiempo. Ha llegado la hora de la mayor responsabilidad individual ante los hechos que afectan a toda la comunidad.
Seguro que estamos abrumados por lo que ha significado (y sigue significando) la pandemia. Ojalá sepamos despojarnos de lo que solo nos sirve para añadirnos tristeza y acobardamiento, y logremos conservar algunas de las enseñanzas que nos puede dejar.
Hoy quiero referirme a lo que supone la supresión del derecho a la movilidad. Alguien me contaba que lloró de alegría el primer día que pudo salir a la luz de la calle para hacer la compra. Cualquiera puede imaginar lo que pueden estar suponiendo los primeros abrazos y besos (todavía con miedo) de los abuelos a sus nietos o de cualquier otro ser querido. Son solo dos ejemplos que se pueden multiplicar en la experiencia personal de cada uno.
El derecho a la libre circulación es uno de los más importantes y básicos; sin él no se podrían cumplir otros. Lo que todos, como individuos y como sociedad, hemos pagado en estos meses es mucho, muchísimo. Es compresible que nos lo queramos cobrar ahora con no pocos excesos. Resulta conclusión inevitable que eliminar este derecho individual y colectivo ha de hacerse solo en ocasiones excepcionales. Esta ha sido una de ellas.
Pero llegan los días en los que se restituye esta libertad. Y el mundo parece que se pusiera en marcha de nuevo, con otros ojos extraños y asustados con los que mirarlo. Deberíamos verlo más claro y más abierto, más para el gozo y disfrute que para el enfrentamiento entre unos y otros. Las comunidades han inventado sistemas legales que castigan a muchos de sus miembros con privación de libertad cuando no cumplen los preceptos. Y, en demasiados casos, lo hace encerrándolos en esos lugares que llamamos cárceles, donde se consumen los días, los meses y los años sin apenas poder extender la mirada y con el futuro cegado e imposible. ¿No sería buen momento para revisar todo ese mundo de las penas, las causas que han llevado a los delitos y las mejores formas de recuperar a los condenados? Casi todo el mundo ha probado la medicina de la reclusión durante estos meses. Que se aplique el cuento y piense si no es castigo grande esa condena. Hay muchos ciudadanos a los que se les va la fuerza por la boca gritando e invocando penas de privación de libertad cada vez más severas para los condenados.
No conozco a nadie que defienda el aplauso para los delincuentes. No se trata de eso. La sociedad regula hechos incluso en defensa propia. Pero el asunto resulta algo más complejo. Atacar las causas que producen la delincuencia acaso evitaría muchos actos ilegales; orientar los castigos en la recuperación social de los penados también cambiaría seguramente los resultados; trabajar por un sistema social de solidaridad y de igualdad sin duda que eliminaría muchas de las causas de los actos delictivos… Y así con muchas más variables.
En ese proceso complejo, la privación, sin más, de la libertad se queda en casi nada. Azuzarla y no estudiarla no mejora en nada; más bien al contrario, genera un estado de enfrentamiento y de venganza negativos. No regularla como última consecuencia de un fallo del sistema de convivencia es quedarse en los niveles del instinto más elemental.
Todo este mundo está estudiado por grandes penalistas, que escudriñan las muchas variables que intervienen en el esquema dedicándole horas de trabajo y de razón. Y muchos de los más sesudos advierten del peligro que conlleva ensañarse en la privación de libertad.
Cada cual en su nivel sabrá lo que tiene que hacer. Casi todos hemos tenido esta extraordinaria experiencia personal en tiempo reducido. Al rincón de pensar y a mirar el mundo tal vez con otros ojos. Seguramente tendrá mejor color y será más confortable y vivible.
Pues eso, a la libertad de movimientos. En la responsabilidad y en el sentido común. Que la vida es hermosa y hay que quererse. Venga.

viernes, 19 de junio de 2020

¿NUEVA NORMALIDAD?


¿NUEVA NORMALIDAD?
La vida está hecha a los contrastes y el paso del tiempo nos retrata como seres que cambiamos de actitud, de actividad y de sensaciones a cada momento. Así formamos el tiempo, esa línea quebrada punteada de horas y de hechos diferentes.

Ayer fue día de despedida de Carmen, que agotó su conciencia en el tiempo y, por ello, dejó de ser tiempo para convertirse en recuerdo y en eco para otras conciencias en el tiempo. En su recuerdo quedará como último eslabón de su presencia.

Hoy tocó la libertad de la naturaleza como tocaba antes de todos los episodios vividos. Béjar, esta ciudad estrecha en calles y en alguna otra cosa, se ensancha en la naturaleza. No hay más que dar tres pasos y dejarse empapar por las sensaciones que produce el campo. De Béjar a Cantagallo, por esa ladera umbría y tan frondosa, se puede realizar un paseo que da para toda la mañana. No hay más que pegar la hebra y dejarse llenar los sentidos con lo que se les ofrece gratis. Todos los sentidos pueden participar, por separado o a la vez. La vista se complace, el oído se dulcifica con el silencio sonoro o el concierto de los pájaros, el tacto y el olor se dan la mano cuando se acerca uno a cualquier flor, y el gusto se sacia con cualquier fruto de temporada o con las viandas que uno puede aportar desde casa. Con la libertad de los sentidos se forman todas las sinestesias imaginables y el tiempo y el espacio se transforman también en un todo agradable.

Después de tanto tiempo con horarios marcados para dar los paseos, hoy gané la mañana completa para sentirme parte de la naturaleza y no me puse, ni nos pusimos, los límites horarios de otros días.
La presencia, casi continua, de la flor esplendorosa del hipérico nos recordaba que la vida sigue su ciclo continuo de muerte y resurrección, de luz y de sombra, de transformación siempre.

Con un manojo de hipérico en la mochila, con la conversación trabada y en libertad de asuntos que, como siempre, intentaban arreglar el mundo, volví para casa. Con ellos me traje de nuevo la certeza de ese vaivén continuo que es la vida. También yo soy un todo variable que debo acompasarme a los latidos que marcan la conciencia de esa naturaleza, la pequeña y la grande, la de aquí y la de allí, la de esta geografía y la de todo lo que forma el universo.

jueves, 18 de junio de 2020

!UN RESPETO!


¡UN RESPETO!
Alguna vez lo habré dicho. No me importa: hoy lo repetiré. ¿Qué es lo que hay que respetar: ideas, opiniones, todas, ninguna?
Primero las definiciones. Por saber a qué atenerse y de qué estamos hablando. En etimología, idea significa forma, apariencia. Se trataría del primer conocimiento que tenemos de una cosa y que nos incita a la primera opinión acerca de la misma. Opinión se refiere al juicio que nos hacemos de algo que admite varias interpretaciones razonadas.
Parece, por tanto, que la idea precede a la opinión y es menos elaborada. ¿Pueden tenerse ideas varias acerca de algo? Por supuesto: la realidad es captada de manera particular, según cada individuo. Las opiniones, para ser tales, aportan la exigencia de la elaboración mental, de la coherencia y de la trabazón entre sus elementos. Se argumentará -y creo que se hará con razón- que tanto las ideas como las opiniones pueden ser y son múltiples.
¿Cómo podemos, por tanto, discriminarlas, si es que se puede y hay que hacerlo?
Sostengo que las ideas se criban solas en el proceso que las lleva a las opiniones, es decir, en el momento en el que se elaboran y adquieren consistencia. Entonces, ¿hay que respetarlas todas? Qué va. Ellas solitas se retirarán de la pelea cuando se vean desnudas de razonamiento. Admitámoslas como participantes, pero dejémoslas que se retiren avergonzadas cuando se vean sin ningún peso. Y, si no lo hacen por su cuenta, hagámoslo nosotros. Con educación, pero también con rigor y exigencia.
Otro tanto nos sucederá con el mundo de las opiniones. Como aquí la exigencia de la trabazón lógica y de la consistencia son requisitos obligatorios, nuestro nivel de severidad ha de ser aún mayor. ¿Son respetables, entonces, todas las opiniones? En absoluto, no, nada, nunca, tampoco, que no, qué va. ¿Quién ha dicho tal barbaridad? Solo las que cumplan con los requisitos de la trabazón y del razonamiento lógicos
Pues lo escuchamos a diario. ¿Quién puede argumentar razonablemente que es bueno asesinar a una persona? Este ejemplo puede parecer una exageración; pero, ¿y si nos trasladamos al contexto de una conversación cualquiera, o al Congreso, o al Senado, o a una tertulia en un medio de comunicación, o…?
Como una idea o una opinión proceden siempre de una persona, por muy torpe que sea esta, convendrá contar hasta diez antes de tirarla a la basura o de contraargumentarla. ¿Pero defender que todas las ideas y las opiniones son respetables? Eso de ninguna manera. A ese falso refugio acuden los que se sienten faltos de argumentos y ven la partida de la convicción y de la razón perdidas. Lo que viene después no puede ser otra cosa que relativismo imbécil o imposición por la fuerza. Y no estamos para ello precisamente.

miércoles, 17 de junio de 2020

PREGUNTAS A LA LUZ



PREGUNTAS A LA LUZ

¿Qué descubre la luz cada mañana,
cuando se despereza y cumple su trabajo
de herir todas las cosas con sus rayos?

Acaso se descubra con el pasmo
del sueño del que ignora que le espera
la rutina sin más de su existencia,
el odio o el rencor del humillado,
la vanagloria siempre, la certeza
de la desigualdad por todas partes,
un yo más otro yo que no hacen grupo
para formar plural y hacer del tiempo
un camino que invita y no rechaza…

Pero también acaso la sorpresa
que llega con la fuerza de una nube
y cubre de repente el firmamento,
la respuesta feliz de una sonrisa
de unos los labios que están recién pintados,
una mano que se abre en un abrazo
y ensancha el mundo cada vez que abraza…

Así la luz del día, golpe a golpe,
de sorpresa en sorpresa, masticando
bocados agridulces, golpes bajos
y postres con sabores de ternura.

Pero llega la tarde y es la hora
de que la luz se apague y haga cuentas
de todo lo que abrió a la luz del día.
Sus rayos son más grises y parece
que se va pensativa hacia la noche,
rumiando cicatrices y placeres.

¿Qué ha descubierto en mí, si estoy confuso
y apenas sobrevivo en la sorpresa
de un mundo desigual, desconcertante,
que se ciega en la luz más verdadera
y solo ve destellos y fugaces
mezclas sin resplandor de luz y sombras? 

martes, 16 de junio de 2020

PARA EL RINCÓN DE PENSAR (A modo de aforismos)


PARA EL RINCÓN DE PENSAR (A modo de aforismos)

-Se daba sin mesura a los demás; pero, cuanto más se entregaba, notaba que era más grande su soledad.

-Tenía un gran fondo de armario. Aquel día apareció vestida con el color de la tristeza.

-¿Qué significa tener una posición respecto de algo? Tal vez tan solo tener conciencia de la relación del individuo con el medio en el que sucede ese algo.

-Si refuerzo mucho una idea, ¿no puedo terminar creyéndome hijo y consecuencia de ella?

-Tengo que andar un camino rodeado de todas mis circunstancias, que son casi todo (¿o todo?). El final será el destino. Yo solo seré caminante y no veré realmente ese destino.

-Yo creo a los demás cuando los siento o los pienso. Los demás me crean a mí. La vida es producto de la colaboración. Todos somos comunes, o comunistas; somos contingentes para sustentar la necesariedad.

-La vida siempre corre en paralelo con dos vías: la de la realidad cumplida y la de la condicionalidad (y si, y si, y si…: todo lo que pudo haber sido y no fue). Recordar el pasado en modo condicional resulta tan mágico como agotador o decepcionante.

-Imagina una mesa de mármol. Sobre ella caen gotas de lluvia, chocan palabras de conversación y se cuentan monedas. ¿Qué tipo de sinfonía resulta?

-¿Y si al aplacarse la tormenta se acaba el juego y se impone el silencio? La sinfonía del silencio

-Corren malos tiempos para invocar a la fiebre; pero ¿no sirve en ocasiones para despertar la llama de la imaginación y hasta del pensamiento?

-¿Es en el dolor donde se observa la belleza pura?

lunes, 15 de junio de 2020

HOY HACE UN AÑO: A NUESTRO AYUNTAMIENTO


 HOY HACE UN AÑO: A NUESTRO AYUNTAMIENTO
Se cumple hoy exactamente un año de la toma de posesión de las actuales corporaciones municipales. Recojo, de mi entrada del 15 de junio de 2019, algunas de las palabras que dirigía, en una carta abierta, a la alcaldesa de Béjar. Es solo la última parte de la misma. No sé si leyó aquellas ni si leerá estas, pero me apetece repetirlas, porque las creo pertinentes.
Solo quiero añadir la evidencia de la necesidad de que, en las circunstancias actuales, se sumen fuerzas desde todos los grupos políticos, sobre todo desde aquellos más próximos, que, si encontraron alguna justificación para su camino particular y separado, hoy, a todas luces, ese discutible impedimento no existe, y habría que pensar que, eliminada la presumible causa, se habrían eliminado también sus consecuencias. Creo que conozco bien aquel proceso (hasta lo tengo escrito en algún sitio) y sé de qué hablo. La ciudad no se merece ni los recelos ni las desconfianzas, sino las manos abiertas, las buenas voluntades, la falta de personalismos estériles, el bien común por encima del éxito o el fracaso personales, y el sentido común. Todo ello en beneficio de los ciudadanos más necesitados, que siempre son muchos y ahora muchos más. Que quien quiera oír que oiga, y, si puede ser, que entienda y actúe.
Estas son las palabras que conformaban la última parte de aquella carta abierta:
Cuando una alcaldesa, un concejal o cualquiera otra persona asientan su vida en principios sólidos, sus actuaciones serán también razonadas y producto del sentido común y de la buena voluntad. Espero que tus principios sean tales y que tu actuación se realice bajo la mirada de esas luces. Ese conjunto de ideas se llama (tú lo sabes) ideología, eso que desde tantos lugares se desprecia con aquello de “obras, no palabras”. Cuando se posee ideología, no hace falta acudir a ver cómo se presentan las circunstancias y cómo ha amanecido el día para decidir, sino que las resoluciones llegan solas.
Permíteme recordarte un brevísimo esquema de una ideología que tú conoces y que a mí me parece la menos mala. Dice así:
a)      La vida es una breve carrera en la línea del tiempo.
b)      Si no se parte en igualdad de condiciones, todo lo demás está falseado y es mentira.
c)      Si no se estimula y recompensa el esfuerzo personal, también estaremos premiando la injusticia.
d)      Al menos cronológicamente, es anterior la igualdad de oportunidades que el esfuerzo personal.
e)      Merece la pena dedicar más esfuerzo a facilitar la igualdad de oportunidades.
Ya ves, solo cinco ideas para todo un programa.
Yo no quiero pedirte ni piscinas ni calles: de todo esto ya os lloverán chuzos a diario; pero sí coherencia y principios. Lo demás, repito, vendrá solo.
Después, pasará el tiempo, que es lo que siempre pasa, y similares causas que te han colocado y os han colocado donde ahora estáis os pedirán que dejéis paso a otros. Y seguirá constante el paso de los días como si nada hubiera ocurrido. Entonces, como ahora, serenidad, sosiego y calma. Porque, como también se dice en el Quijote, “cada día tiene su afán”, “y amanecerá Dios y medraremos”.
A ver si fuéramos capaces entre todos de agitar las mentes y las conciencias de todo lo que nuestros convecinos guardan en sus mentes, que seguro que no es poco ni malo.
Ánimo y suerte.

viernes, 12 de junio de 2020

LA MISIÓN DE LAS PALABRAS


LA MISIÓN DE LAS PALABRAS         
Escribía Albert Camus en uno de sus cuadernos lo siguiente: “Me gustan más los hombres comprometidos que las literaturas comprometidas. Coraje en la vida y talento en la obra: esto no está tan mal. Y, además, el escritor está comprometido cuando lo quiere. Su mérito es su movimiento. Y si esto debe convertirse en ley, oficio o terror ¿dónde está el mérito justamente?
Parece que escribir hoy un poema sobre la primavera sería servir al capitalismo. Yo no soy poeta, pero me regocijaría, sin reticencia, de semejante obra, si fuese bella. Se sirve al hombre todo entero o no. Y si el hombre tiene necesidad de pan y de justicia, y hay que hacer lo que sea necesario para satisfacer esa necesidad, él tiene apetencia también de la belleza pura, por ser el pan de su corazón. Lo demás no es serio… Sí, yo los desearía menos comprometidos en sus obras y un poco más en su vida diaria”.

En medio de todo este proceso doloroso, se acentúan las preguntas acerca de lo que cada cual puede aportar para el alivio propio y de los demás. Digo que se acentúan porque están ahí siempre latiendo y dando golpes en la conciencia. Ha habido y hay tanta gente en primera línea de fuego, que siente uno como impotencia y un poco de vergüenza por no echar una mano.

Desde el primer día me impuse el compromiso de escribir una página en prosa o en verso que me sirviera de reflexión y tal vez también cayera en manos de alguien a quien también le sugiriera alguna idea personal. No sé si lo habré conseguido en alguien más que en mí mismo. Como la costumbre de juntar palabras y de hacer algo que se debe parecer al menos a eso que se llama creación viene de lejos, también me planteé el tono y el sesgo que debía dar a mis aportaciones. Siempre pensando en mí mismo primero y después en los demás. El dilema no es nuevo, en absoluto, es recurrente en la reflexión acerca de la creación. Por eso, la resolución y el resultado surgieron enseguida. No hay dicotomía cuando el que escribe no se engaña a sí mismo, cuando corren paralelas las palabras y el comportamiento en la vida. No hay literatura comprometida por sí sola, es el ser humano el que compromete a la literatura.

Por eso creo que son sabias las aspiraciones que llevan al coraje en la vida y talento en la obra. Porque el hombre tiene necesidad de pan y de justicia (…), tiene apetencia también de la belleza pura, por ser el pan de su corazón. Las palabras tienen la misión de despertar conciencias y sensibilidades.

Y ahí sencillamente hemos estado, con un grano tan solo en medio de una playa inmensa de arenas negras. Seguramente como habrá que seguir estando siempre, a lo largo del camino que nos vea andar hacia el horizonte.

jueves, 11 de junio de 2020

¿QUÉ ES POESÍA?


¿QUÉ ES POESÍA?
La definición de poesía es tan variada, como frecuente e inútil. En realidad, nadie sabe qué pueda ser eso que llamamos poesía. Pero cualquier creador se enfrenta a ese misterio, pues, al fin, su obra tiene que responder a ese concepto, de manera explícita o implícita, voluntaria o involuntaria.
Copiaré aquí algunas definiciones dadas por poetas diversos, sobre todo de la primera posguerra, ya en su madurez, en los años ochenta:
Rafael Morales: “El poema creo yo que no empieza nunca en la emoción afectiva ni en la moral ni en la intelectual, sino única y taxativamente en la emoción artística”.
José Hierro: “Con límites no demasiado precisos, yo encasillo a los poetas en estetas (el hombre a solas con la belleza), testimoniales (los que dan testimonio de su tiempo desde el “yo” o desde el “nosotros”), políticos (los que al testimonio añaden soluciones concretas desde el punto de vista de una doctrina política) y religiosos (el hombre frente a Dios”.
Luis Jiménez Martos: “El sustrato biográfico resulta inseparable de esta operación analizadora. No hay que darle vueltas. Vida y poesía van juntas”. “Mi poesía es un calendario de fechas o de revulsivos distantes entre sí”.
Carlos Bousoño: “La obra de un autor nace siempre de una intuición radical frente al mundo, que opera como un foco irradiante de todos sus rasgos de estilo·. “La emoción que ha dado origen a todos mis versos resulta de contemplar la vida como la nada siendo”.
Joaquín Benito de Lucas: “En mi poesía aparecerá en intimismo como defensa contra el hosco medio que me tocó vivir”. “El poema es solo perfecto cuando está todavía sin escribir. Plasmarlo en el papel es malograrlo”.
Leopoldo de Luis: “No es la poesía solamente una forma de expresión, sino la forma de expresar una entrañable realidad humana”. “La poesía no suplanta nunca la vida, sino que debe ser su compañera”. “La poesía es un acto de amor y la entiendo como un acto de humildad”. “No creo en el verso libre. Sin ritmo no hay poesía”.
Enrique Azcoaga: “Nuestro canto derivado de lo más legítimo de la experiencia personal”.
Claudio Rodríguez: “La poesía es una búsqueda, una participación entre la realidad y la experiencia poética de ella a través del lenguaje”.
Gabriel Celaya: “Siempre he tratado de conseguir una sola cosa: alcanzar un estado de conciencia que me permitiera romper la conciencia cerrada del yo individual y conseguir otra, más allá de la que normalmente nos gobierna”. “Todo poeta debe lograr esa hiperconciencia que permite comprender conjuntamente la variedad en la unidad del ser”.
Ildefonso-Manuel Gil: “La poesía es el proceso mediante el cual las experiencias reales o imaginarias del poeta originan un estado de consciencia, de sentimiento o de visión en el que se revelan la esencia y la existencia de la criatura humana, haciéndose comunicables mediante el manejo artístico de la palabra. En el poema, resultado final de ese complejo proceso, la experiencia ha de ofrecer una autenticidad paralela a la de su expresión”.
Ángel García López: “La poesía como objeto definitivo de conocimiento y, sobre todo, como un adoptado compromiso eterno de arte y salvación, como manera de explicarse el mundo”. “La poesía debe explicarse sola o no es poesía”.
Jesús Hilario Tundidor: “Poesía es pasión, selección emotiva y acto inteligente”. ·Escribir poesía es apasionar la inteligencia y clarificar la emoción”.
José García Nieto: “La misión de la poesía no es tanto despertar conciencias de una manera inmediata y polémica, como despertar sensibilidad”.
Se supone que yo debería añadir mi definición propia. No la tengo (aunque creo que alguna vez la he escrito) y repito que no creo que exista ninguna precisa. Me gusta la del poeta aragonés Ildefonso-Manuel Gil. Tal vez por algo más completa. A estas se podrían añadir otros cuantos centenares. Todas nos dejarían un no sé qué que quedan balbuciendo.
N.B. Por cierto, andar en estos laberintos cuando aún la situación sanitaria general apunta gris, ¿es una manera de huir de algo?

miércoles, 10 de junio de 2020

AMANECE EN LA PAZ DE LOS CAMINOS



AMANECE EN LA PAZ DE LOS CAMINOS

Amanece en la paz de los caminos,
la mañana se gesta lentamente,
con rumor de castaños y de pinos.
La luz va conociendo su existencia
a medida que hiere con sus rayos
la piel de la arboleda y de las rocas.

Aquí los robles con su frente altiva,
el rumor de una fuente; allí el sonido
de un pájaro que canta en cualquier rama,
o el viento, que acompasa sus vaivenes
al baile cadencioso de las hojas.

Se despereza el mundo, se hace cierto,
y, en el temblor, conoce que está vivo.

Yo soy luz, soy también naturaleza;
cuando entrego mis pasos al sendero,
conozco y me conocen, soy testigo
del hermoso milagro de la vida.

También yo tiemblo y vivo
al compás impreciso y luminoso
en que se va fraguando el nuevo día.

Es el campo un paisaje que ahora luce
vestido de misterio y de hermosura.
Respiro satisfecho, contemplando
lo que la luz me ofrece y, contemplando,
me pierdo en el olvido.

martes, 9 de junio de 2020

ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE



ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE
Parece que el furor de la pandemia se remansa por fin. Anda todo engolfado en el asunto de la desescalada, ese nuevo concepto que nos refiere a un afán compulsivo por volver a sentirnos como antes de todo este período doloroso. Algo tiene de irreal y de película todo esto.

Nada es aún definitivo, ni siquiera seguro, todo sigue en estado provisional y como a la espera de que al virus no le dé por volver a atacar en nueva oleada en el otoño. Mientras tanto, la vida va buscando viejas fórmulas y lo hace por etapas y por territorios fragmentados. Faltan por llegar a una tercera fase las aglomeraciones de Madrid y de Cataluña, junto con los que vivimos en la meseta alta, que andamos desparramados en este amplio territorio y dolidos de lleno porque la pandemia se ha cebado en nosotros demasiado. Este ha de ser un paso decisivo en el control final de todo esto. El segundo será el verano, ya a las puertas, con todas las acciones al aire libre, las reuniones casi inevitables y la llegada masiva de turistas.

Cuando esto se cumpla, será el momento preciso de medir nuestras responsabilidades individuales y el respeto que nos merecen los demás. Si salimos con el empeño en estos dos hechos, tendremos mucho ganado para todos. No será fácil. Los ánimos, cargados de recelos, aguardan en suspenso su llegada.

Serán los encuentros en la tercera fase, acaso visionarios y un poquito irreales, con la materia al lado y sin tocarla, con los abrazos quietos y a la espera, con los besos prendidos en los labios, con la vida soñada en otra escala y dando tiempo al tiempo, por si el virus se siente malquerido y entonces se aleja de nosotros, o encontramos los medios de darle un esquinazo definitivo pronto. Serán aquellos tiempos de romper las barreras y de dar rienda suelta a lo que ahora tenemos en reserva y escondido. Qué explosiones de afecto y de cariño, de amistad y de tiempo compartido. La vida se nos puso en blanco y negro, y andamos como ciegos buscando la otra luz de los caminos.

N. B. Ahora mismo leo que Castilla y León quiere pedir ese encuentro en la tercera fase ya para el próximo lunes. Y me quedo perplejo y sin resuello, pues a las ganas de ello se unen los recelos de todo lo que no tiene un asiento y un camino seguro. Veremos.

lunes, 8 de junio de 2020

TODAS LAS BANDERAS



TODAS LAS BANDERAS

La patria es un refugio de banderas
de múltiples colores. El tendero
la cose cuando vende el alimento,
el que educa está urdiendo lentamente
un tejido cargado de futuro
con que vestir honrados ciudadanos,
el que sana conduce a los pacientes
al disfrute tranquilo de la vida,
hay fábricas que suenan con rumores
que funden y que esmaltan la palabra patria,
en los talleres rugen el hierro y la madera,
el que limpia retira la basura
que ensucia el corazón y hace negras las calles,
las terrazas acogen las risas de la tarde,
los hospitales doman el dolor,
 se convocan las manos y las mentes
para avistar la luz del horizonte…

Mientras, la vida sigue camino de la muerte…

Son fuerzas que se cruzan, se saludan,
se abrazan y prosiguen su trabajo
en anhelo común y compartido.

Que cada cual se afane, con su herramienta próxima,
para izar la bandera de todo el arco iris
de una España fecunda en la que caben
los afanes de todos los que agitan
los ideales de todas sus banderas.