POR
LO DEMÁS…
Hoy, cuarto día de junio
del año dos mil veinte,
me propongo
-como hago cada tarde por
un rato-
hilvanar con decoro unas
palabras
que salven la razón de este
momento.
No tengo tema, pues estoy
cansado
del dolor que provoca la
pandemia
y el mundo se ha encogido,
de forma misteriosa,
en sombra y en ausencia
de certezas.
Hay un campo abonado a la
protesta,
pero no tengo fuerzas:
solo quiero
beber las aguas claras
del amor.
(Disculpad mi evidente
cobardía).
Por lo demás, no ha
sucedido nada
que me llame a engolfarme
en conocerlo.
Los versos se me escapan
de las manos
y huyen hacia el dominio
del olvido.
A rescatarme llega la
evidencia
de que la vida sigue
estando activa
y yo puedo violarla con
mis fuerzas.
Me retiro del verso y voy
a ella:
respiro, siento, juzgo…,
estoy viviendo.
1 comentario:
Pues de eso se trata. Anímate Antonio.
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