PARA
EL RINCÓN DE PENSAR (A modo de aforismos)
-Se daba sin mesura a los
demás; pero, cuanto más se entregaba, notaba que era más grande su soledad.
-Tenía un gran fondo de
armario. Aquel día apareció vestida con el color de la tristeza.
-¿Qué significa tener una
posición respecto de algo? Tal vez tan solo tener conciencia de la relación del
individuo con el medio en el que sucede ese algo.
-Si refuerzo mucho una
idea, ¿no puedo terminar creyéndome hijo y consecuencia de ella?
-Tengo que andar un
camino rodeado de todas mis circunstancias, que son casi todo (¿o todo?). El
final será el destino. Yo solo seré caminante y no veré realmente ese destino.
-Yo creo a los demás
cuando los siento o los pienso. Los demás me crean a mí. La vida es producto de
la colaboración. Todos somos comunes, o comunistas; somos contingentes para
sustentar la necesariedad.
-La vida siempre corre en
paralelo con dos vías: la de la realidad cumplida y la de la condicionalidad (y
si, y si, y si…: todo lo que pudo haber sido y no fue). Recordar el pasado en
modo condicional resulta tan mágico como agotador o decepcionante.
-Imagina una mesa de
mármol. Sobre ella caen gotas de lluvia, chocan palabras de conversación y se
cuentan monedas. ¿Qué tipo de sinfonía resulta?
-¿Y si al aplacarse la
tormenta se acaba el juego y se impone el silencio? La sinfonía del silencio
-Corren malos tiempos
para invocar a la fiebre; pero ¿no sirve en ocasiones para despertar la llama
de la imaginación y hasta del pensamiento?
-¿Es en el dolor donde se
observa la belleza pura?
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