ANÉCDOTAS Y CATEGORÍAS
Vayamos, otra vez, de la anécdota a la
categoría. La Agrupación Socialista Bejarana celebró el sábado una jornada en
la que concentró tres hechos distintos: el 121 aniversario de su fundación, el
premio a los afiliados con 40 años de antigüedad en esta agrupación, y el Premio
a la Libertad. Muchos elementos en un solo día.
Ciento cuarenta y un años son muchos y no todos
han sido fáciles. Esta agrupación es la primera fundada en Castilla y León, algo
que dice mucho de ella y del contexto obrero de esta ciudad estrecha en su larga
historia. El recuerdo estaba justificado, como lo está cada año. Aunque solo
fuera por el contraste con la situación actual.
Militar cuarenta o más años en una agrupación
es algo similar a lo anterior, pero poniéndole cara al paso del tiempo. Por
eso, los que simbólicamente recogieron el reconocimiento llevaban en sus caras
las arrugas de muchas ilusiones y de muchos recuerdos personales y colectivos.
La militancia creo que tiene elementos que retienen y elementos que impulsan, alientos
y desalientos, entusiasmos y desilusiones. Todo se juntaba en ellos. Los
vaivenes en las ideas y en las actuaciones a lo largo de tantos años no han
dado para que se rompiera la cuerda. Y ahí siguen. Convendría que lo hicieran
con serenidad y sin conceptos absolutos, rumiando en las ideas y moldeándolas
si es preciso.
La guinda fue la entrega del Premio de la
Libertad. Ya he contado alguna vez que se ideó hace ya bastantes años como algo
que debería ser de todos, de la derecha y de la izquierda. La derecha, que
gobernaba en aquel momento en Béjar, no quiso sumarse a la propuesta, y, desde
entonces, es el PSOE el que sigue dándole continuidad y energía. Este año se le
concedió al cantautor Luis Pastor, por todo lo que aportó (junto con todos los cantautores)
en los años de la transición y siguen aportando hasta ahora mismo. Creo que el
premio está muy bien dado, tanto para Luis individualmente como para todos los
que prestaron su pluma y su voz para poner melodía a una época y a una manera
crítica de ver la vida.
Como las dos primeras actividades eran actos
de partido, la diferencia con la entrega del premio resultó muy evidente. En
las primeras todo era alabanza del partido y rechazo de la derecha. Se sigue en
esa manía enfermiza de prestar más energía en humillar al contrario que en analizar,
y ensalzar en su caso, las ideas propias. A mí este estilo no me gusta en
absoluto y no me sentí cómodo en las intervenciones, salvo en la del diputado
en cortes por Salamanca, que se apartó bastante de criticar a la derecha y se centró
en animar a los demás desde las ideas socialistas.
Y, por la misma razón, me agradó mucho la
parte de entrega del premio. La intervención de Celador fue de sinceridad y de
entusiasmo, de cercanía y hasta de emoción. Bien por él. Y la de Luis Pastor,
con el reproche a la izquierda de no haber hecho suficiente crítica en estos
años, también me convenció. Luego, su recitado (no podía ser de otra manera en
el contexto en el que se hallaba) de «Qué fue de los cantautores» puso guinda
emocional a todo el acto.
¿Cuál puede ser la categoría y la idea a que
nos lleve todo esto? Se me ocurren varias: La necesidad de recopilar la
historia de vez en cuando y de entender que somos lo que somos porque hemos
sido antes lo que hemos y han sido; el valor de la constancia y tal vez el
peligro de que la militancia también nos prive de ciertas reflexiones; la
necesidad de la autocrítica y el peligro de la autocomplacencia… No son pocas
cosas Desarrollarlas o quedarse solo en la fotografía del momento es cosa de
cada cual. También mía.
3 comentarios:
141 años es motivo de alegría. Qué pocas instituciones hay que puedan celebrarlo.
Enhorabuena.
En realidad, son 121. Un lapsus mío. Pero el valor es el mismo.
121 tampoco es moco de pavo. En nada 141
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