martes, 11 de septiembre de 2012

                                                             COMO SI NADA
Vengo manchado de la luz del sur, con la mirada blanca de las olas, que luchan sin consuelo contra la tez morena de la arena. Solo han sido unos días y todo suena a resumen, a capítulo final de otra novela, a parada y recuento, a final de partido.
Me he traído otra vez para mí mismo el don de la amistad, el calor de los cielos complacidos, el runrún de las aguas en lo eterno, la calma del abismo, la comezón del pulso de la rabia en pueblos de olivares y cenizas, la inocencia de siempre retenida en la cara sin tiempo de una niña.
Y, al llegar a mi casa, he sabido que todo está en su sitio, que los días son siempre de mí mismo, que nada me es ajeno porque todo es sin fin desconocido pero se dejará violar si yo lo intento, que septiembre de nuevo no linda con ningún otro mes del calendario, que los roces sencillos y olvidados son con las mismas cosas, que hay que empezar de nuevo lo que ha sido de siempre, que la camisa se  nota y se dibuja cuando toma contacto con mi piel, que mi nieta progresa desde el primer instante del colegio, que la tarde se pierde en la distancia feliz del horizonte con una fuerza autómata, que un anciano se me quedó dormido para siempre sin poder aguardar a que llegara, que el monte no verdea tan intenso y las sombras se van haciendo fuertes, que mi cuerpo se ve y se reconoce en mismos horarios de otros días…
En fin, que han llegado septiembre y los dominios de la monotonía, tal vez de la agradable y feliz monotonía que ve pasar los días y las tardes como sin darse cuenta.
 ¿Apunta ya el otoño? Aquí el otoño tarda, pero hay que irle poniendo la alfombrilla. Sin prisas y sin pausas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Otoño tardo, pero qué lujuria de colores cuando llegue.

Sinda dijo...

Qué bien que el otoño tarde, que quiero verlo este año por noviembre.
Entendí tu guiño,(don anónimo no se resigna).
Besos
PS: Me ha parecido precioso lo que has escrito.
Siento lo de tu viejecito, y que no te esperara.

Sinda dijo...

Qué bien que el otoño tarde, que quiero verlo este año por noviembre.
Entendí tu guiño,(don anónimo no se resigna).
Besos
PS: Me ha parecido precioso lo que has escrito.
Siento lo de tu viejecito, y que no te esperara.

mojadopapel dijo...

Como tú, también subo con luz del sur en los ojos pero buscando el verde que tanto ansío.