miércoles, 14 de mayo de 2025

SENCILLAMENTE HUMANO

 

 SENCILLAMENTE HUMANO

Esta aldea global que formamos todos nos ofrece una mezcla de imposiciones sociales, sin las cuales no podemos vivir, y otra serie de elecciones personales sin las que tampoco podemos decir que nuestra vida esté explicada. Según los contextos, acudimos a la explicación de los elementos sociales o de los personales para calificar y juzgar las acciones. El ser humano es un animal social, esto ya lo sabemos desde siempre; y, a medida que la población de este pequeño planeta aumenta, lo es, inevitablemente, más.

Pero es que esa impronta personal se traduce tanto en el comportamiento individual como en la actuación en el colectivo, y en esa mezcolanza es donde se dirime la escala de valores que defiende cada uno, en la que desarrolla su vida y sus acciones.

Ha fallecido Pepe Mujica, expresidente de Uruguay. Veo imágenes de su vida en el mismo telediario en el que aparece el actual presidente de EEUU en Arabia Saudí, haciendo negocios de armas por valor de no sé cuántos miles de millones de dólares. Los dos personajes son animales sociales, han nacido en una comunidad, viven en una sociedad y se relacionan con sus semejantes.

Pero, Dios mío, qué vergüenza solo el intento de hacer comparaciones entre los dos. Sus escalas de valores, sus formas de vida, sus intereses, su ética, sus actividades, sus proclamas, sus invitaciones a los demás, sus ideales para la comunidad..., su sentido de la vida, en suma, se parecen como la noche al día. En este caso, como el día (Mujica) a la noche (Trump). Mi admiración sin condiciones para el primero y lo que representa, y mi más absoluto desprecio para lo que representa el segundo.

Cuando fallece una persona, tendemos a destacar sus aspectos más positivos. Está en la lógica humana. En este caso, además, la persona y los valores que representaba se lo merecen.

¿Por qué tantos seguidores incondicionales para el presidente de EEUU y muchos menos para Mujica? Porque, aunque hoy los medios de tantos países se acuerden de la coherencia, de la sencillez y de los ideales sociales del uruguayo, mañana volveremos a la refriega de los enfrentamientos y del aplauso a aquel que dé más voces y aparente derrotar al contrario, o a seguir con entusiasmo a aquel que venza en público y a ignorar a todo aquel que no se exhiba ante los demás.

El mundo se nos sigue yendo en buena medida en apariencias y en histriones a gogó, en vociferadores y en demagogos, en cabezas vacías y en fuegos de artificio.

Pero siguen existiendo en la sombra muchas gentes con valores, con conciencia social, con el silencio y la actividad por montera, y con alguna coherencia entre sus ideas y sus acciones.

Pepe Mujica ha sido un ejemplo para todos estos. Y para todos los otros, si quieren pararse a pensar un poco y a hacer de su vida algo más que fogonazos y apariencias. Grande este hombre, por ser sencillamente humano. Un honor, un ejemplo y un espejo en el que mirarse de vez en cuando. Gracias por todo y por tanto.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Pués sí, todo un ejemplo.