lunes, 18 de mayo de 2015

PALABRAS PARA UN MITIN

      PALABRAS PARA UN MITIN
Este fin de semana he andado ocupado en asuntos de campaña. Tengo la obligación contraída de ayudar al PSOE en estos meses, en esta ciudad estrecha y en las condiciones en las que todo esto se halla. Ahora no es momento de argumentar ni de exponer las razones de esta disposición.
El sábado se celebró un mitin en Béjar; era algo así como el acto central de la campaña electoral. En él nos reuníamos gentes que nos decimos progresistas de Béjar y de los pueblos de la comarca. No creo que las campañas solucionen casi nada, pero este acto era algo distinto porque, en el mismo espacio y en el mismo tiempo, gentes diversas intercambian palabras y se daban ánimos unos a otros. Ser candidato de izquierdas en un pueblo perdido y pequeño poco tiene que ver con serlo en una ciudad grande. Cuántas dificultades se puede uno imaginar.
Me encargaron que les dirigiera unas palabras. Yo no soy candidato a nada. Las razones son otras. Apunté las palabras, aunque sé que, para un acto de este tipo, no es normal que se haga. Después -la palabra hablada incorpora gestos, silencios, tonos, timbres, glosas…- se las dije a todos juntos. Las doy aquí a la luz porque me las quiero decir a mí mismo también y, sobre todo, porque este es el TONO en el que a mí me gustaría que se manifestaran los mitineros de los medios de comunicación: nada de complacencias propias y de qué buenos somos; mucho menos de qué malos son los demás; y todo lo posible acerca de ideas y de talantes a la hora de representar. Con todas las morcillas e improvisaciones que siempre incorporo, estas fueron mis palabras, este fue mi “mitin”:
PRESENTACIÓN CANDIDATURA PSOE
BÉJAR 16-O5—2015
CENTRO DE CULTURA SAN FRANCISCO
Queridos amigos, gracias por vuestra presencia en este día en el que nos reunimos gentes progresistas de Béjar y de los pueblos de la comarca.
En esta ocasión traigo apuntadas casi todas las palabras que os quiero decir. Lo hago así buscando tres objetivos. El primero es el de la brevedad: detrás de mí os hablarán otras personas a las que, el menos de entrada, es probable que tengáis más ganas de oír que a mí. El segundo se da la mano con el primero: es el de procurar precisión en lo poco que yo pueda deciros. Y el tercero es el de mantener el tono de anfitrión que en este día me corresponde.
Permitidme que comience, pues, como portavoz de la Gestora de Béjar, por dar la bienvenida a todos los que nos acompañáis, desde los que vienen de más lejos (Demetrio Madrid),  pasando por Fernando Pablos, en su doble condición de secretario provincial y candidato a las Cortes de Castilla y León, y las demás personas de Salamanca, hasta cualquier simpatizante que está en la sala, pasando por todos los compañeros que, desde los pueblos de la comarca, se han acercado hasta aquí; ellos son la prueba de que, en realidad, lo que proclamamos hoy es la voluntad de un amplio grupo de personas de distintas localidades que se ofrecen para representar a sus convecinos, de acuerdo con unas ideas sociales comunes, aquellas que dan fuerza y están en la base del PSOE. Si me lo permitís, gracias especialmente a ellos. Yo mismo nací en uno de esos pueblos y siempre me declaro, no de pueblo, sino orgullosamente de pueblo, con todo lo que ello implica. Allí se me apareció la vida, allí empecé a intuir lo que significan el tiempo y el espacio, y allí advertí por primera vez que la hermosura de la vida no se reparte de la misma forma para todos. Sentíos bien entre nosotros, sed cada uno uno más y compartid lo que podáis aportar y lo que os podamos ofrecer.
Como decía, hoy presentamos en público también a un grupo de personas de Béjar que van a personificar un conjunto de ideas y un programa político que busca la mejora de los ciudadanos y que, desde un modelo de ciudad organizado, se ofrece a esta para coordinarlo y para llevarlo a cabo.
Ortega y Gasset, uno de nuestros principales intelectuales en el siglo veinte, escribía, en su obra “Meditaciones del Quijote”, esta expresión: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Cada ser desarrolla su vida en unas circunstancias propias, cada comunidad en otras específicas y todos dependemos de lo que nos rodea.
Como es sabido, el PSOE de Béjar ha vivido en los últimos tiempos unas circunstancias especiales, muy especiales, acaso las más especiales desde su refundación hace casi cuarenta años. No haré más referencia a ello, pero quiero que no lo olvidéis.
Pero también es evidente, y todos lo podemos comprobar aquí y ahora, que un nutrido grupo de personas, de variada condición social y socialista, de espíritu progresista y con los mejores deseos de hacer avanzar y mejorar la vida de nuestra ciudad y de nuestros pueblos, está hoy dando voz y visibilidad a esa concepción socialista y siendo representante de todas las personas que sienten la vida en esta escala de valores. Para ellas, por encima de cualquier otra circunstancia, existen los valores, existen las ideas, existe una ideología y existen las personas. Tenemos que salvar la circunstancia y con ella tenemos que salvarnos nosotros, como personas y como gente progresista, y seguir existiendo en una situación mejorada y positiva.
Con ese espíritu de superación, con la conciencia de que su trabajo se hace en favor de la comunidad y seguros de prestar un buen servicio a sus convecinos, estos compañeros que forman la candidatura del Partido Socialista Obrero Español en Béjar y en la comarca se presentan a nosotros y a todos los bejaranos y comarcanos. Todos tienen ante nosotros la misma consideración y aprecio, a todos les agradecemos de la misma manera su disposición.
Después los vamos a nombrar y les vamos a agradecer su disposición con un aplauso fuerte, pero ahora me voy a permitir realizar un ejercicio de representación. En la vida me cuesta representarme incluso a mí mismo pues me doy cuenta de que fallo con frecuencia. Pero me armo de valor, me disfrazo de ciudadano de la calle, de elector normal, de persona que paga impuestos, que pasea, que va y viene, que sube y baja con otros en el ascensor, que puebla las aceras, que compra el pan, que se manifiesta en público y a veces piensa… (o más bien –para qué nos vamos a engañar-, me disfrazo de mí mismo, que no es poco y es lo que menos mal hago) y, desde esa posición, me atrevo a formularos unos cuantos ruegos. Conozco más a los integrantes de la candidatura de Béjar, pero, como las ideas básicas son las mismas, también formularé los ruegos a todos los candidatos presentes. Ya veis, en lugar de venir a proclamar vuestras bondades, que sé que las tenéis,  rompo el guion y me convierto en buzón de voz para pediros cosas.
En primer lugar, os pido que no olvidéis que representáis unas ideas organizadas, es decir, una ideología. Y que, en esa ideología, el principal valor es el de la persona: ningún valor es superior al de ser persona: ni la riqueza, ni la belleza, ni la sapiencia… Nada vale tanto como la condición de ser persona, simplemente por el hecho de serlo.
En segundo lugar, os pido que no vayáis contra nadie, que vayáis a trabajar en favor de todos. Este partido tiene vocación de gobierno, pero, por encima de ganar o de perder, está el hecho de buscar mejorar, de mejorar a todos. Entre nosotros no debe caber, más allá de la controversia política, eso de los vencedores y de los vencidos: o nos salvamos todos o perdemos todos.
En tercer lugar, os solicito que realicéis con intensidad vuestro trabajo de representación social; pero que no perezcáis en el intento. La ayuda a los demás tiene que proporcionar también una satisfacción personal y tiene que fluir con naturalidad, desde la convicción, como consecuencia de unas ideas previas que la empujan, porque, si no, termina cansando, molestando y siendo ineficaz.
En cuarto lugar, os ruego que seáis breves en el tiempo y no os eternicéis en ningún cargo. Cuando se sirve mucho tiempo, se corre el peligro de la rutina, de la dejadez y de servirse uno a sí mismo y, entonces, todo cambia de color, los valores se pueden pervertir y todo queda en apariencia y falsedad.
En quinto lugar, os pido que penséis y miréis con amplitud, que tengáis altura de miras,  y que no os dejéis llevar por la improvisación del momento. Si servís a la localidad es porque tenéis unas ideas previas y un modelo de localidad determinado. En ese modelo es donde encajan las resoluciones y los proyectos. Solo después es cuando viene eso de hacer fuentes; diecisiete, o incluso dieciocho.
En sexto lugar, os recuerdo que nunca tenemos la verdad absoluta; primero porque, seguramente, una verdad absoluta no existe, y, en segundo lugar, porque los demás, a pesar de todo, también tendrán algo de razón. Su razón, si se suma con la nuestra, tal vez sea más amplia y más beneficiosa para los ciudadanos. Recordad el proverbio de Antonio Machado: “¿Tu verdad? No, la verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela”. Luego ya vendrá eso de hacer fuentes.
En séptimo lugar, os invito a que escuchéis la voz de los ciudadanos, a que dialoguéis con ellos. Y recordad que, en cualquier conversación, es tan importante o más saber escuchar que  hablar sin pausa. Después vendrá eso de hacer fuentes, o incluso lo de arreglar calles y esas cosas de “nosotros hemos hecho” que tanto se prodiga.
En octavo lugar, os ruego que, entre vosotros mismos, entendáis que todos aportáis lo que podéis y que nadie es superior a nadie. Todos somos importantes y nadie es imprescindible. No vayáis a comportaros como aquellos habitantes filósofos de la película “Amanece que no es poco” cuando aclamaban al alcalde con las aquellas palabras de “alcalde, todos somos contingentes, solo tú eres necesario”. Colaborar no es mandar ni jerarquizar sino laborar en común, aportar en el mismo nivel, sentirse todos igual de importantes. Si esto se cumple, lo de las fuentes y las calles vendrá después y con mayor facilidad.
En noveno lugar, quiero rogaros que, en vuestro trabajo municipal, contribuyáis a cambiar y mejorar la escala de valores en la que nos tiene sumidos un conjunto de tradiciones y costumbres rancias y obsoletas de nuestras localidades, que obedecen más a elementos extraños y misteriosos que a ninguna medida racional. Esa España de charanga y pandereta que parece conformarse con la tríada de toros, procesiones y verbenas y que apenas comparece en otras expresiones culturales más racionales, ricas y actuales. Esas sí que serían otras fuentes que manarían con otro tipo de agua. Y, por cierto, serían más de 17 o 18. Os lo dice uno que siente devoción por un trago de agua del chorro de una fuente cualquiera.
Y, para no ser demasiado pedigüeño, haré un último ruego. Es el siguiente: No vayáis al Ayuntamiento a redimir a nadie ni a proclamar que sois mejores que nadie. Tampoco a sustituir a los ciudadanos en sus obligaciones. Esa es una concepción muy superada, aunque parezca más cómoda para muchos votantes. Y, además, es una visión de la política muy autoritaria, muy paternalista y muy de derechas. Id a decir a todos que nuestra ciudad o nuestro pueblo es lo que de ellos hagamos entre todos; que vosotros coordináis y organizáis, promovéis y animáis; pero que las sugerencias tienen que venir desde el  interés de todos los vecinos, desde su participación y desde su implicación en todo lo que tiene que ver con la vida en la polis, en la ciudad, o sea, en la política. Solo de esa forma se puede conseguir una ciudad, o un pueblo, mejores, más sociales, más participativos, más activos y más democráticos. Os aseguro que, si todos trabajamos con espíritu colectivo y con vuestra disposición a estar al frente de este proyecto común, los resultados serán los mejores para todos los ciudadanos. Y después también vendrá eso de las fuentes y de las calles. Pero ya veis que de otra manera.
En el fondo, y, si lo miráis bien, no os solicito más que una buena dosis de sentido común y de buena voluntad; el sentido común que dan nuestro pensamiento y nuestra ideología, y la buena voluntad que de ella también se desprende.
Os marearán con el sonsonete manido de “obras, no palabras”. Cuando esto oigáis o leáis, pensad en lo siguiente: Al ser humano, lo único que le distingue del resto de los animales y le coloca en una situación privilegiada respecto de ellos es precisamente la palabra. El resto de animales nos supera en todo lo demás. A  nosotros nos interesan las palabras porque ponen voz a las ideas, las ideas sustentan las políticas y las políticas animan las realizaciones concretas. Nosotros también pedimos fuentes -si puede ser, más de 17- pero de otra manera, porque nuestra escala de valores es otra bien distinta. Usadlos en este orden: ideas, palabras, exposición de argumentos, acuerdos y realizaciones. Si me permitís, en el ejemplo de las ya famosas fuentes, primero los valores del agua y de la geografía urbana, después la proposición y el intercambio a través de la palabra, más tarde el acuerdo, y, por último, el cemento y la paleta. Y así con las fuentes y con todo.
A ello os convocamos y en ello os deseamos la mejor de las suertes. Vuestro éxito será el éxito de los ciudadanos, que es lo que realmente nos importa a todos.
Os recuerdo, por último, unas palabras que rezan en el acta fundacional de nuestra agrupación, desde hace ya 113 años: “En nuestro partido cabe todo el que, amando la verdad y huyendo de mistificaciones, persiga los grandes ideales y esté siempre dispuesto a sacrificarse por el bien general”. Son muy claras. La interpelación de las mismas os la dejo a cada uno de vosotros.

Ánimo y muchas gracias.  

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