ESE JUEGO CON REGLAS
TAN EXTRAÑAS
La
vida es ese juego que jugamos
para
aplazar el pulso con la muerte.
La
muerte, que nos mira y acompaña,
hace
como que no nos reconoce,
pero
sigue callada a nuestro lado,
por
si tiene un antojo y se le ocurre
cogernos
de la mano y enseñarnos
el
camino que no tiene retorno.
Entonces
no hay remedio. Es como un libro
que
alcanza su final sin darnos cuenta
y
acaso nos encuentra despistados,
sin
ni siquiera haber leído el prólogo,
que
contiene un recuento de instrucciones
para
andar en sus hojas sin misterios.
Pero,
ay, en un idioma tan extraño
que
apenas nos permite descifrarlo.
1 comentario:
La instrucción válida para mí... aprovechar la vida procurando no hacer mal a nadie.
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