lunes, 13 de mayo de 2024

LO QUE QUEDA DEL PROCÉS

 

 LO QUE QUEDA DEL PROCÉS

¿Tiene sentido que yo dibuje aquí unas líneas y un esbozo de idea acerca de las elecciones catalanas si ya se ocupan de ello todos los medios de comunicación? Aparentemente, poco sentido tiene; pero nihil mihi alienum puto, nada me impide echar mi cuarto a espadas, persigo que no me pueda del todo el desencanto o la desidia y sigo creyendo que todo nos afecta a todos. Por ello, anotaré aquí alguna consideración, aunque sea, como siempre, en forma casi de índice o guion. Por supuesto, huyo de abrir todas las variables y me quedo solo con aquello que considero más importante.

Como considero que la ideología socialdemócrata, en los tiempos que corren, es la menos mala -he dicho la menos mala, no la mejor-, me alegro de que el PSC haya sido el partido más votado. Con todos los acontecimientos políticos últimos, el contexto era el más favorable de los posibles. Solo faltaba que al menos parte de la ciudadanía catalana no dijera algo así como gracias. Era ahora o nunca.

Casi de manera unánime, se afirma que, con estos resultados, el llamado “procés” ha terminado: «El debate de la amnistía, que ha agriado hasta el límite la política española, ha tenido el efecto contrario en Cataluña, ya que ha desactivado el independentismo y ha finiquitado lo que quedaba del Procés sin darle(s) a las derechas un papel clave en la formación de gobierno». Son palabras de un especialista en el diario nacional de mayor tirada.

Esta me parece a mí la clave de todo este embrollo, porque alcanza mucho más allá en el tiempo y en el día a día que cualquier formación de gobierno que se articule. Yo no tengo nada claro que esa afirmación responda a la realidad. Es verdad que no se intuye la posibilidad de un gobierno inmediato regido por partidos independentistas; pero es que lo importante es la suma de consecuencias que uno y otro gobierno acarree.

¿Cuál va a ser la actitud que va a tomar Ezquerra a partir de ahora? ¿Se nos ha olvidado ya que antes que actuar como de izquierdas actúan como independentistas? ¿No responde a la lógica la sospecha de que se radicalice mucho más como independentista y confronte son Junts echándose como estos al monte? ¡Que EL ASUNTO TERRITORIAL sigue estando en la base de todo! Y no hay leyes ni programas sin tener claro cuál es el territorio en el que se van a aplicar. España, por desgracia, sigue siendo “un país sin hacer”.

Y, si el “mundo” nacionalista e independentista se queda fuera del gobierno, ¿no tienen campo abierto para pedir, pedir y seguir pidiendo, incluso desde la más burda demagogia?

Y, si entran en el gobierno, ¿no corren el mismo peligro de chantaje continuo?

Alguna vez he escrito que los golpes de estado se dan de muy diversas maneras; no es necesario siempre entrar con los fusiles en ristre. Uno de ellos, más sibilino y de guante blanco, consiste en ir vaciando de contenidos las leyes comunes hasta que un día cualquiera uno mira y se da cuenta de que allí no queda nada de donde tirar. Este proceso es el que creo que se está dando en parte en Cataluña. Así que yo ya no sé qué es mejor, si todo de golpe o poco a poco. ¡Si al menos activáramos el significado de las palabras lealtad y solidaridad...!

Y nunca se ha tratado de que nadie renuncie a nada, siempre que sea con las ideas y con las leyes. Es la misma razón que debe sustentar a los que se sitúan radicalmente en contra de los nacionalismos y los separatismos; sobre todo si el que los promueve es sospechosamente el rico frente al más pobre.

Así que yo no apunto demasiado al optimismo. Pero la gente habla con sus votos y a ello hay que someterse como mal menor. Por más que analicemos de dónde proceden y veamos si responden a ideas, a razonamientos, a coraznadas o simplemente a instintos. ¿Qué pensarán los dirigentes de Ezquerra que pagaron con la cárcel de sus resultados comparados con los de Junts, cuyo principal representante huyó en un maletero?

Como siempre, el tiempo pasa, que es lo que siempre pasa, e irá diciendo lo que tenga que decir. Ah, y amanecerá Dios y medraremos.

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