SER Y ESTAR SE CONFUNDEN EN LA VIDA
Fui en la mañana luz y a mediodía
era de nuevo luz. Aquellas horas
me habían hecho ser carne derramada
por la sombra de todas las aceras.
Fui palabra y abrazo cuando al lado
pasó otro ser vestido de palabra.
Por la tarde fui árbol en el campo
y agua bebiendo al caño de la fuente.
Fui demasiadas cosas aquel día;
tantas que al terminarse la jornada
me encontraba confuso y aturdido.
Ser yo es ser lo que pide cada hora:
rosa junto al rosal, aire en el aire,
camino en el camino, navegante
en el mar proceloso de la vida.
Ser y estar conjugándose al unísono,
la esencia y la presencia confundidas.
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