Han detenido a Mario Conde, en otro
fiasco financiero y fiscal al que tan acostumbrados estamos, por desgracia, en este
país. No es un caso cualquiera, ni uno más: representó toda una forma de
teatralización de la riqueza, de la ostentación y de la admiración del rebaño.
Me quedo con una imagen que
recoge, en forma popular, una copla de ascendencia religiosa. Para qué comentar
más:
Tres condes hay en el mundo
que relumbran más que el sol:
el conde de Montecristo,
Mario Conde y conde MOOOOR.
Amén.
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