viernes, 29 de enero de 2021

AUNQUE NO PUEDA IR

 

 

AUNQUE NO PUEDA IR

Hoy, 29 de enero, es fiesta en Valero. Las circunstancias sanitarias obligan a que la celebración sea restringida. Hace años que, por diversos motivos, no acudo; pero eso no impide que sea mi pueblo del alma. A él he dedicado muchas páginas y muchos sentimientos.

En el año 1950, la Diputación de Salamanca editó un libro titulado Tradiciones salmantinas. Folklore. En él se recogían las aportaciones que sus ‘corresponsales’ mandaban. En Valero fue don Bienvenido, mi primer maestro, el que entregó el relato de diversas costumbres y conmemoraciones. Una de ellas era -y es: yo la he cantado alguna vez- la de la alborada de san Valerio. Sin analizar el valor simbólico de las alboradas ni de las albadas, dejo aquí la letra de esta conmemoración. Aunque no pueda ir.

DEVOCIONES ESPECIALES DE ALGUNOS SANTOS:

ALBORADAS DE VALERO: Algunas conservan la tradición y siguen cantándose como en tiempo de nuestros abuelos, entre ellas las de San Valerio y Nuestra Señora de las Candelas. Las otras restantes han perdido la fama y costumbres antiguas y han dejado de cantarlas; sentimos que se pierdan y olviden estas sanas y antiguas costumbres. Ya dijo Balmes: “Quitad la virtud y las costumbres sanas y fomentaréis del vicio”.

En las vísperas de las alboradas se usa y se hace con regocijo y alegría que el Mayordomo convide a un grupo de jóvenes de ambos sexos de los que mejor cantan en el pueblo, luego a familiares y amistades.

Estos invitados llevan almireces, tapaderas y otros hierros, yendo a casa del Mayordomo a reunirse sobre las once de la noche; a esta hora sale también el tamboril tocando un pasacalle, yendo a casa del Mayordomo a reunirse con los invitados. En el espacio de tiempo hasta que llega la hora de la alborada, los Mayordomos tienen que estar continuamente obsequiando a los reunidos con dulces típicos (mantecados), vinos generosos y tabaco. La alegría y el alboroto son en general muy animados y grandes. De una a dos salen cantando diversos cantares y tocando los instrumentos por varias calles, no dejando dormir al pueblo y volviendo de vez en cuando a tomar algo a casa del Mayordomo.

Antes de amanecer echan las campanas a vuelo y lanzan al aire gran cantidad de cohetes y bombas que anuncian el comienzo de la alborada. A la puerta del Mayordomo la cantan la primera vez, después tienen sitios destinados para pararse y volver a cantarla; cada vez que la cantan indican que empieza al lanzar un cohete para que los de las campanas las dejen de tocar mientras se canta, parándose toda clase de instrumentos menos el tamboril que acompaña muy suavemente; al terminar tiran dos cohetes y comienzan otra vez a tocar las campanas, los distintos instrumentos y toda clase de ruidos cantando distintos cantares a pleno pulmón y generalmente con gran orden. Al terminar vuelven a la casa del Mayordomo a tomar más dulces; dan el parabién y enhorabuena a los que mejor han cantado y se despiden deseándose salud.

La música de la alborada es agradable, es una reminiscencia de estilo árabe, mezcla con melodías tradicionales.

He aquí la letra:

ALBORADA DE SAN VALERIO:

Valerio, Obispo y pastor

y patrón de nuestra Iglesia,

que por ser Santo alcanzó

la mitra de gloria eterna.

 

La renta de su obispado

la reparte con grandeza

a los pobres más mendigos

con grande “manifacencia”.

 

A vos bendito Valerio

bien podéis estar contento,

porque estáis en compañía

del Divino Sacramento.

 

Y por estos Mayordomos

que vos sirven con gran celo,

Dios le de mucha salud

y después la gloria en premio.

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