LA MÁSCARA Y EL ROSTRO
Desde
que soy el tiempo y el espacio,
habito
entre la máscara y el rostro.
Soy
camino que avanza deshaciendo
lo
que estaba dispuesto. Solo he sido
un
torpe destructor y un incendiario.
O
tal vez sea al revés y, con mis pasos
de
errante muñidor de espacio y tiempo,
haya
ido dando cuerpo y consistencia
a
ese rostro real en el que guardo
el
álbum de mí mismo y mi conciencia.
A
veces voy del rostro hasta la máscara
por
parecer aquello que me salva
del
inclemente juicio de los otros.
A
veces ando a cara descubierta,
mostrando
las señales de mi rostro.
En
este ir y venir se me va el tiempo,
sin
saber descubrir cuándo es preciso
vestirse la mentira de la máscara
para
este carnaval de la apariencia,
o
mostrar las heridas en el rostro.
1 comentario:
Somos lo uno y lo otro, dos caras de una misma moneda.
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