jueves, 17 de febrero de 2022

PERO EL DÍA NO ADMITE CONJETURAS


PERO EL DÍA NO ADMITE CONJETURAS

Repica con sus luces la mañana

y el mundo está al completo por hacer.

Me desperezo y salgo a mi terraza.

Estoy como sin mí, deshabitado,

intruso en el silencio que atesora

los secretos de la naturaleza.

El eco del misterio se acumula

detrás de cada rama. Miro al cielo.

Y el cielo es una lámina de estaño

que ocupa hasta el confín del horizonte.

El viento peina ramas y parece

que afeita con sus soplos hierba y suelo.

El campo acoge en débil duermevela

toda la desmemoria de los días.

Imagino, hago planes, sueño ideas;

pero el día no admite conjeturas,

tan solo la esperanza de ser bien habitado.

 

Salgo a habitarlo al fin y en él empeño

las fuerzas que me quedan y el anhelo

de violar las certezas y las dudas.

No hay comentarios: