ENSAYANDO UNA DANZA
en el cielo de agosto
deja huellas efímeras,
dibujos momentáneos
que el viento borra y lleva
al reino misterioso del olvido.
En el vacío reina la belleza
que dormía a la sombra
y viene a rellenar el nuevo abismo,
la luz se despereza y estrena amanecida.
El baile de los pájaros dibuja
otro baile en su seno.
Yo observo y me complazco.
Mis manos y mis pies, agradecidos,
ensayan un compás con esas alas
que invitan a volar en libertad.
1 comentario:
Fantástico
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