martes, 9 de enero de 2024

CARTA A PEDRO CAMPO

 

CARTA A PEDRO CAMPO

Querido amigo:

Se dice que la vejez es una forma de acostumbrarse a la soledad y la muerte una manera de acostumbrarse al olvido. Seguramente no les falte razón a este par de sentencias. Tú has terminado la primera fase y comienzas el indefinido trayecto de la segunda.

En este punto, los cercanos suman recuerdos para que, juntos, se den la mano y dibujen una imagen más completa para detenerla en el tiempo. En ella se suelen recoger algunos de los aspectos (casi siempre más favorables) que han sobrevivido al olvido y que, como hace el mar con los restos de los naufragios, devuelve la memoria hasta el presente.

En ti hay muchas cosas que traer a esa memoria. Cada uno aportará las suyas, sobre todo aquellas que tengan que ver con experiencias personales vividas juntos. En todas ellas figuras tú como protagonista. Pero algunas son comunes para todos los que han compartido tiempo y espacio contigo.

Déjame recordar solo una de tipo personal. Cuando llegaba el fin de año, recordarás que me apetecía tomar unos vinos contigo y con Sergio. En ese rato repasábamos los acontecimientos del año (partido, elecciones, manifestaciones, carteles, sede…) y apostábamos para los del siguiente. En esa ocasión pagaba yo, que para eso invitaba. Pero esto es personal, Vamos a lo colectivo.

Vas a quedar en la memoria de todos como un hombre consecuente con tus ideas, siempre dispuesto a servirlas y a defenderlas, para lo bueno y para lo menos bueno. Contigo no había nunca dudas, se sabía cuál iba a ser tu reacción

Vas a permanecer en esa memoria también por haber sido la imagen real del PSOE en Béjar, por identificar la sede con tu presencia, por ser el hombre de la intendencia, por estar siempre ahí para todo lo que fuera necesario. Con tus enfados y con tus contentos, pero siempre al pie del cañón. Y lo que digo del PSOE lo afirmo para el sindicato UGT. Porque, en el fondo, creo que eras aún más del sindicato que del partido.

Cuando uno ha dedicado tanto tiempo a una ocupación, como tú has dedicado al partido y al sindicato, la historia de estas instituciones termina por igualarse y hasta confundirse con la persona. Algo de eso es lo que ha ocurrido contigo. Por eso, la historia, sobre todo la interna, tanto del PSOE como de la UGT de los últimos cincuenta años, se confunde con la tuya. Nada menos.

Cuando te visité en la residencia, me mostraste tu decaído estado de ánimo. El proceso en la salud parecía ya irreversible; ya solo quedaba el escaso consuelo de la paciencia. Después, el tiempo pasa -que es lo que siempre pasa- y nos hacemos esclavos de su paso.

El tiempo es la conciencia que nosotros tenemos de nosotros mismos. Hoy tú ya no tienes conciencia de ti mismo, ha pasado tu tiempo. Pero queda la conciencia que nosotros tenemos de tu paso por él, nuestro recuerdo de ti, de tu persona, de tus ideas, de tu disponibilidad, de tu carácter. Y esta conciencia se estirará en ese recuerdo. Luego vendrán otros que harán lo mismo con nosotros e iremos tejiendo la historia y el tiempo en una cadena interminable llena de abrazos y de ideas.

En ellos estaremos.

Hasta siempre.

Béjar, 09, enero de 2024

 

Antonio Gutiérrez Turrión

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