jueves, 13 de junio de 2024

A BOTE PRONTO

 A BOTE PRONTO

Pues se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo y ya los analistas más conspicuos, los de medio pelo, los atrevidos y los más tímidos tienen base y datos para echar su cuarto a espadas y arreglar el mundo. El ciclón pasará y en muy pocos días casi nadie se acordará de la tormenta ni se fijará en los daños o en los beneficios que haya producido. Somos así y así andamos por el camino de la vida. Sin embargo, estos resultados van a marcar la tendencia de las leyes que se vayan aprobando en los próximos años en Bruselas, leyes que afectarán a casi toda Europa y a cada uno de nosotros.

Pues así, como uno más, ahí dejo algunas de mis impresiones en forma de guion:

. Por más atenuantes que se le pongan al enfermo, la derecha ha subido claramente y ha ganado estas elecciones con clara mayoría. Para interpretar los números primero hay que describirlos.

. Nadie debería olvidar que en estos comicios se votaban representantes europeos, no nacionales.

. También en España, la derecha política ha ganado claramente las elecciones. De poco sirve cómo las hubiera planteado cada uno (crecimiento, consolidación, plebiscito, resistencia…); al final lo que cuenta es el número de votos, que es lo que va a permanecer durante varios años.

. Me disgusta ver cómo, salvo desastres evidentes, todos se muestran contentos y, además, señalan como perdedor al de enfrente; como si eso sirviera para algo y quisieran engañarse y engañar a los demás.

. La socialdemocracia, ideología que me parece en estos tiempos la menos mala, anda un poco de capa caída en resultados y no se atisba un futuro más halagüeño. Si en bonanza económica pasa esto, qué puede pasar en tiempos de dificultades económicas…

. Las ideologías tienen que analizarse en dos vertientes, la que hace referencia a las ideas y la que se refiere a su adecuación a la realidad en la que han de ser aplicadas estas. Sigo teniendo la impresión de que falta casi todo de la primera vertiente y que se van las fuerzas en la segunda. Los resultados no parece que sean los mejores. Si sacrificando la discusión de las ideas nos encontramos con estos resultados, tal vez habría que cambiar el orden de factores, o al menos hacer más visibles esos valores.

. Son muchos los grupos de extrema derecha que surgen casi de manera espontánea. Muchos desaparecerán con la misma velocidad, pero señalan un mar de fondo que los analistas deben escudriñar y señalar cuáles son las causas. Sospecho que son muchas, muy variadas y que no pocas obedecen a hechos que nos podrían sorprender y que no están precisamente relacionadas directamente con la política.

. En España, además de a los grupos tan variados que surgen en este tipo de elecciones, hay que tener en cuenta todo lo que tiene que ver con los nacionalistas, independentistas y soberanistas. Un revuelto de ajos que tira para atrás al mejor paladar. De nuevo el “asunto territorial” a escena, en el país más viejo de Europa, pero que sigue sin hacerse y sin definirse.

. Una consecuencia inmediata es la dimisión de la coordinadora de SUMAR, Yolanda Díaz. Esta coalición nació con deficiencias evidentes, tratando de sumar un conjunto de grupos regionales y locales sin implantación nacional. Volvieron a repetir aquello de Podemos «¿Aquí cómo nos llamamos?». Y así les ha ido. Otra vez “el asunto territorial”.

. Los focos no se han ido nunca de los Pirineos para arriba, pero ahora ya han centralizado todos sus vatios de potencia en este país, en el enfrentamiento zafio entre los partidos y en la falta de perspectiva y de mirada a la comunidad. Otra vez lo que importará cada día es el lucimiento mediático y el empeño en hacer caer al contrario con cualquier método. Hoy mismo lo he visto en el Senado en una pregunta de una senadora del PP a la vicepresidenta del Gobierno. Cuando las preguntas no son tales sino intentos de golpear porque sí y sin venir a cuento, las respuestas tal vez deberían elegir el camino de la risa, de la broma y del pasarrato. A veces, el mejor desprecio es no hacer aprecio.

. A ver si ahora que no aparecen elecciones en el horizonte (¡ojo con Cataluña!), tal vez las aguas se calmen y a las mentes les dé por dedicarse a pensar y a proponer. A ver.

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