martes, 30 de septiembre de 2025

DE VIRIS ILLUSTRIBUS

 

DE VIRIS ILLUSTRIBUS

Las comunidades han necesitado desde siempre ejemplos y referencias, espejos en los que mirarse, modelos para ser imitados. Desde el macho alfa de la manada primitiva hasta el ejemplo más refinado por su cultura y por su actividad social o intelectual en otras épocas.

Los ejemplos se han ido modelando a lo largo del tiempo y las características de esos ejemplos se han ido adaptando a los valores que la sociedad ha ido imponiendo, o se ha dejado imponer por poderes superiores. No es lo mismo un modelo primitivo de buen cazador que un modelo de guerrero espartano, o que un cultivador exquisito de virtudes religiosas, ni que un modelo de científico creador de elementos de ayuda para la sociedad, o un deportista actual... Apasionante resulta echar tan solo una mirada a esa panoplia de modelos para entender cómo se han ido confeccionando las escalas de valores y tal vez para quedarnos sorprendidos por ello.

Uno tiene la impresión -por no asegurar que la evidencia- de que hoy se llevan la gloria aquellos ejemplos que mejor saben explotar la pasarela pública y que mejor saben vender el producto a una sociedad que se alimenta de imágenes vacías y de ráfagas aisladas. O sea, de apariencias, en todas sus variedades.

Pero la paleta cromática es muy variada y el arco iris admite muchos tonos. Quiero decir, claro, que no todo es o blanco o negro; que no todo es solo apariencia y que hay ejemplos que demuestran lo contrario.

Los ayuntamientos suelen distinguir a algunos de sus vecinos con reconocimientos públicos que suponen para los premiados algo así como ponerlos en un pequeño pedestal para que sirvan de ejemplo ante los demás miembros de la comunidad. Se convierten en algo así como ´ciudadanos ilustres´, al modo de aquellos viri illustres clásicos tan celebrados en obras que llevan el título de De viris illustribus.

Supongo que establecer los reglamentos y los protocolos para esas designaciones no debe de resultar nada sencillo. ¿Qué perfiles son los que van a ser premiados? Después de haber elegido esos perfiles, ¿a quién dejas fuera, si siempre hay varias personas que pueden merecer esos honores? Si te presentan un candidato, ¿cómo te atreves a dejarlo fuera con tu voto negativo? ¿Hay que atreverse alguna vez a dejar alguno de estos premios desierto? Y así una ristra de preguntas. No, no debe de resultar sencillo esto de la designación de premiados. Aunque, en resumen, mejor será pecar por exceso que por defecto.

En Béjar creo que este año han acertado de pleno al premiar a vecinos que se han destacado sobre todo en actividades que tenían como finalidad el provecho no propio, sino de los demás ciudadanos. Dicho de otro modo, la solidaridad -además de otras cualidades- ha sido reconocida en las personas que visiblemente la han practicado y la siguen practicando. Por eso, mi reconocimiento y mi enhorabuena para ellos. En este caso con nombres y apellidos: Abejarock y sus organizadores, Festival de blues y la familia Sánchez Paso, Luis Felipe Comendador, Juan Hernández Heras, Nayerda Slujalkovsky. Y tras ellos, para todos aquellos que no han sido premiados, pero que ejercen en el silencio la ayuda y el ejemplo con su vida y su escala de valores.

Como le comenté a uno de los premiados, este puede que sea uno de los reconocimientos más bonitos y que produzca mayor satisfacción, porque viene de la mano de los vecinos, de las personas más próximas, de aquellas con las que se convive y en quienes más y mejor puede lucir el ejemplo para ser imitado.

Inevitable para mí recordar el premio que en los primeros años del siglo pasado ya se concedía, por suscripción popular, en la revista bejarana Cultura y Tolerancia, dirigida por el anarquista José María Blázquez de Pedro, nada menos que «A la mujer más buena»

Este es un caso más en el que se cumple aquella afirmación unamuniana de que «Nada hay más universal que lo individual, pues lo que es de cada uno lo es de todos».

Así, de nuevo, lo que parece anécdota se nos convierte en categoría y en guion de pensamiento para cualquiera en el espacio y en el tiempo. Dicho de otra manera, que lo que se predica para esta ciudad estrecha y para el año presente sirve para cualquiera otra y en cualquier momento.

domingo, 21 de septiembre de 2025

CONSEJOS VENDO

 

CONSEJOS VENDO

Las revoluciones tecnológicas y comunicativas han abierto la ventana de tal manera que cualquiera puede asomarse a ella y echar su cuarto a espadas para arreglar el mundo en todas sus variables. Por eso, a nadie le puede extrañar que, en no importa qué rincón de la aldea global, cualquier persona opine en público y solucione de palabra el mayor desaguisado.

Tal vez antes las discusiones tenían el campo algo más acotado y se referían con mayor frecuencia a aquellos sucesos que se presentaban en un espacio y en un tiempo más reducidos y más próximos; todo lo demás quedaba demasiado lejano y acaso no se opinaba sobre ello, por desconocimiento o porque no interesaba.

Hoy, ya lo he dicho, todo está en boca de todos.

No está mal que así sea, porque la aldea es global y porque todo atañe, casi visualmente y en tiempo real, a todos. Bienvenido sea ese soplo de luz y de llamamiento a la participación y al compromiso.

Pero, si le damos la vuelta a aquel dicho que afirmaba que no hay mal que por bien no venga, nos encontramos con que no hay bien que por mal no venga.

Algunos peligros acechan a esta oportunidad de intervenir en todo.

El primero es el de meter la mano en el fuego de la ignorancia, pues poco o casi nada sabemos de casi todo. Un poco de prudencia y de humildad no vendría mal. Tampoco un algo de contención en las afirmaciones. Un fondo difuso de sentido común y de buena voluntad es el que mejor resiste los embates del instinto, de la pasión y de lo primero que se nos ocurre.

El segundo apunta a la forma de comportarnos en una conversación cualquiera. Me atrevo a sugerir algunos consejos para que esta discurra un poquito menos mal. Son estos:

a) Escuchar, siempre escuchar.

b) Realizar intervenciones cortas.

c) Tratar de que lo que digamos guarde relación con lo que ha dicho nuestro interlocutor, o sea, dialogar y no sumar monólogos.

Si al fondo de prudencia le añadimos estos mecanismos, que son tanto mecánicos como mentales, creo que todos ganaríamos mucho y los malos entendidos, que tanto abundan y que estropean casi todas las disputas, empezarían a sentirse desplazados y extraños.

Cualquiera echará a rodar su imaginación figurándose a los cargos públicos y a los periodistas sabelotodo en plena pelea, barullo y griterío. Pero es más importante, si esto tiene alguna virtualidad, que lo apliquemos a nuestras conversaciones de diario, esas que conforman nuestra intrahistoria, la historia de verdad, aquella pequeñita en la que somos o deberíamos ser protagonistas.

Las visiones del mundo son infinitas; sus expresiones deben aspirar a ser sencillas, claras y prudentes. La convivencia está en juego; la polarización y la crispación, también. Y no está el horno para bollos.

domingo, 14 de septiembre de 2025

ES UN GENOCIDIO

 

ES UN GENOCIDIO

En la guerra de Israel contra Palestina, sobre todo en la franja de Gaza, se han producido más de cincuenta mil muertos acreditados. El número real tiene que ser mucho mayor. Los muertos son de todo tipo, muchos de ellos niños y mujeres. La ciudad de Gaza, donde vive la mitad de la población, está siendo literalmente arrasada. Los gazatíes se mueren de hambre y andan de un sitio a otro sin cobijo ni poder de resistencia. El individuo ese que preside los EE. UU. se jacta en un vídeo de la posibilidad de crear en la franja una inmensa ciudad de vacaciones una vez que sean expulsados los habitantes nativos... Y así hasta el infinito.

En diversos centros de poder en el mundo (también en España) se andan cuestionando si se trata de un genocidio o de qué coños estamos hablando. Y lo hacen como si estuvieran testando el sexo de los ángeles.

Las palabras son aproximaciones a la realidad; siempre les queda esa grieta por la que se cuelan interpretaciones y connotaciones particulares o colectivas. Pero hay que tener cuajo para seguir dudando de lo que implica todo lo que está ocurriendo en Palestina y cómo se ha de llamar. Al final, lo que importa es la barbarie que vemos a diario y algo menos la interpretación jurídica que de ello se haga y su reflejo en el léxico que describe esa realidad y esas leyes.

Pero, por si acaso, no estaría de más que acudiéramos a la etimología de las palabras para no confundir a la gente con engañifas e intereses inconfesables.

La palabra ´gen´ produce y genera una familia léxica enorme y un sinfín de palabras que hunden su origen en ella; es, sin duda, una madre muy prolífica: generación, genética, género, génesis, genotipo, genoma, ingenio, ingeniero, original, genialidad, gentileza, generalizar, general, genocida, genocidio, genotipo... Y mil más

´Caedere´ es un verbo latino que significa matar. También genera una familia léxica generosa: homicidio, infanticidio, parricidio, magnicidio... Súmense, por favor, ambos términos y obren el milagro: Genocidio = matar el gen, eliminar la generación, exterminar a todo el género, hacer desaparecer de la faz de la tierra a todos los elementos descendientes de los mismos genes... No hace falta ser muy listo para verlo, ni pedir el premio nobel por ello. Y, si no, a estudiar a Salamanca, coño.

¿Qué es, entonces, sino un genocidio, lo que se está perpetrando en las tierras palestinas?

¿Y nos la vamos a coger con papel de fumar? Poco me interesa ahora si jurídicamente es fácil determinar quién es el responsable de esta barbarie, pero lo que se consuma a la vista de todos y con el silencio de no pocos (sobre todo de Occidente -búsquese también su etimología y añádanla a la familia léxica-) es un GENOCIDIO en toda regla. Y quien sea responsable es un GENOCIDA. Lo demás es dar vueltas al caldero sin prender el fuego.

lunes, 8 de septiembre de 2025

ROMERÍA DEL CASTAÑAR

 


ROMERÍA DEL CASTAÑAR

N.B. Hace un año publiqué esta crónica juglaresca de la romería del Castañar. Dicen que fue fidedigna, aunque yo no estuve realmente en la misma. Hoy la reproduzco en las mismas condiciones. Tan solo he cambiado el día de la semana (lunes por domingo), que ni siquiera altera la medida del octosílabo.

Lunes, ocho de setiembre,

el sol despuntado había

y las gentes bejaranas

saludan un nuevo día.

Es día de fiesta, de gozo,

de honrar a Santa María.

Por eso, a media mañana,

hacia el Castañar subían

llenando rodeos y aceras

con palabras de alegría.

 

En torno del santuario

que en el monte se erigía,

se congregan multitudes

para celebrar la misa

en la Plaza de los Tilos,

con toda la clerecía,

los fieles y los cofrades

que forman su cofradía.

Las gentes menos devotas

por el Castañar caminan

repartiendo parabienes,

saludos y cortesías;

unos llenan las aceras,

otros andan a porfía,

por encontrar un buen sitio

desde el que recrear la vista.

Por allí amanecen rostros

de personas conocidas

que solo una vez al año

en el monte aparecían;

por el otro lado caras

de gentes desconocidas

que se mezclan y se funden

en jovial algarabía.

 

La misa ya terminada,

la procesión se veía

con la imagen de una virgen

subida en una hornacina,

seguida de muchos fieles

que cantan, rezan y gritan,

con voz que recibe el viento,

vivas a Santa María.

Los devotos, cuando pasa

la imagen, callan y miran,

tal vez soñando milagros

para el resto de sus días.

Allí las autoridades,

alcalde, concejalías,

guardia civil, comarcanos,

peñas, gentes, policías,

como guardando a la imagen

de ofensas y de mancillas.

Desde el Mirador, la Virgen

bendice industrias y mira

todo lo que a ver se alcanza

de Béjar y cercanías.

 

De vuelta la procesión,

ya camino de la ermita,

se repiten los aplausos,

los cánticos y los vivas

mientras departe la gente

entre cañas y sangrías.

Los bares, los chiringuitos

que en El Castañar había

no dan abasto sirviendo

lo que la gente pedía.

 

Así se llega la hora

de degustar la comida

en restaurante o al fresco

que les regala la umbría.

 

Para esa hora muchos fieles,

con la costumbre cumplida,

han vuelto a coger la senda

que a la ciudad conducía

desgranando comentarios

que hablan de la romería.

Muchos otros aprovechan

para ir a la corrida

de toros que en “La Ancianita”

se celebra en este día,

-afirman que con la imagen

de la Virgen presidida:

hasta este punto se mezclan

devoción y fantasía-.

 

Solo queda la verbena,

con la noche ya crecida,

para cerrar esta fiesta

y cantar su despedida.

Mañana, de nuevo es hora

del deber y la rutina.

 

¿Qué buscarán estas gentes

monte abajo y monte arriba,

tras una imagen que calla

y parece que medita

viendo a tanta gente junta

y a sus favores rendida?

 

El juglar también contempla

todo lo que allí veía

y no sabe darle a esto

respuesta definitiva.

¿Devoción, costumbre, fiesta,

superstición, fantasía,

miedo, consuelo, carencia

de seguridad de vida?

 

A meditar sobre ello

este juglar os invita.

martes, 2 de septiembre de 2025

AYLAN EN LAS ARENAS

 Hace diez años de la muerte del pequeño Aylan en las playas, huyendo de la guerra. Entonces compuse este alegato en forma de poema que hoy quiero reproducir: sigue tan vigente...

                    AYLAN EN LAS ARENAS

«Las manos de mis niños se me escaparon de la mías». Palabras del padre de Aylan, niño sirio que se ahogó en el mar, entre Turquía y Grecia, junto a su madre y un hermano mayor de cinco años. Todos huían de la guerra en su país.

 

Supe de tu existencia desde el día

aquel que, desde el mar de la Antillas,

surcaron naves hacia el mar de oriente,

con la muerte en sus vientres

y una insaciable sed del oro negro.

Te adiviné en los turbios pensamientos

llegados de la tundra de Siberia,

envueltos en la faz de la locura.

Estabas incubando cuando Europa

jugaba a repartirse Oriente Medio.

Naciste cuando Alá andaba furioso

jugando a la guerrilla con los niños,

descabezando bienes y razones

en nombre solamente del misterio.

Creciste con el miedo a los caprichos

del sátrapa de turno en tu contorno.

El hambre te empujó, te empujó el viento

contra el último engaño de occidente.

El mar se volvió cómplice y al verte

tan solo, tan pequeño, tan humilde,

se apiadó de tu tierno sufrimiento.

 

Todo eso lo había visto y no supe mirarlo.

 

Tú hoy le pusiste cara y me increpaste

por no haberlo gritado a grito limpio,

por no cambiar la parte que me toca

y no gritar la rabia y la impotencia:

por no haberme manchado en mi palabra.

 

Hoy va mi maldición contra esta historia,

que es historia de todas las historias.

Porque hoy tú eres el resto de un naufragio

que llega desde el cielo y certifica

el despiadado paso de los tiempos.

Que los dioses respondan de sus culpas,

que los seres se miren la conciencia,

que yo sepa llorar lo intolerable

pidiendo tu perdón,

y que la tierra grite

un grito de dolor en las arenas

donde tú te rendiste

acunado en el eco de las olas

del mar Mediterráneo.

lunes, 1 de septiembre de 2025

EL VERANO PRESENTA SU RENUNCIA

 

EL VERANO PRESENTA SU RENUNCIA

           

El verano presenta su renuncia

en este día primero de setiembre.

El tiempo no pervive, se transforma

en la materia gris de la conciencia

y se abren nuevas puertas giratorias

al ciclo donde habita la costumbre.

De repente, se anuncia la rutina,

que empieza a convivir con la nostalgia.

 

Es la vida, que rueda y que repite

otro ciclo sin rumbo, como Sísifo

subiendo y descendiendo con la roca,

que esconde en lo más hondo de su seno

las reglas de un destino misterioso.

 

Tan solo tú repites personaje

en ese doble hacer de la conciencia

que suma la costumbre y la nostalgia.

Yo debo interpretarlo pues en ello

me va la realidad de mi existencia.

Te pido solamente que, en escena,

reconozcas mi nombre y mis palabras.

martes, 26 de agosto de 2025

ESTOY NACIENDO

 

ESTOY NACIENDO

 

Estoy naciendo en tiempo que no es tiempo

y en espacio que no conoce límites.

Aún soy acaso fuego o agua o aire,

la tierra no conoce mi presencia.

 

Cuánta transformación, cuánta materia

a bordo de la nave del misterio,

oculta en el silencio de los siglos.

 

De repente despierta mi conciencia:

soy cuerpo que se siente en movimiento,

luz que traspasa todo lo que observa,

sustancia diminuta, voz que canta,

lanzadera sin rumbo por el aire,

llama que quiere arder para quemarse,

y ascender y volver de nuevo al sitio

donde empezó a existir, en esa noria

que repite y repite su trabajo

en una obstinación incomprensible.

 

Estoy suspenso, absorto, enmimismado,

tratando de entender tan solo un poco

en este misterioso abecedario.

martes, 19 de agosto de 2025

CÓMPLICES

 

CÓMPLICES

Resulta recurrente la discusión acerca de la labor del escritor e intelectual ante la realidad más acuciante, sobre todo ante los hechos más crueles, como son las guerras y los conflictos que producen hambre y desastres naturales. Se suele afirmar que la literatura, y la poesía en concreto, no tienen como misión arreglar el mundo, sino crear belleza a través de la palabra. Anoto aquí también otra opinión de peso acerca de este asunto. Habla el filósofo y ensayista George Steiner: «La cuestión de si el poeta debe hablar o callar, de si el lenguaje está en condiciones de casar con sus necesidades, es una cuestión real. “Ninguna poesía después de Auschwitz”, dijo Adorno, y Sylvia Plath plasmó el significado latente de esta afirmación de una manera al mismo tiempo histriónica y profundamente sincera. ¿Ha perdido nuestra civilización en virtud de la inhumanidad que implantó y que justificó -somos cómplices de lo que nos deja indiferentes- el derecho a ese lujo indispensable que llamamos literatura? (...). No digo que los escritores deban dejar de escribir. Esto sería fatuo. Me pregunto si no estarán escribiendo demasiado, si el diluvio de letra impresa a través del cual luchamos por abrirnos paso, aturdidos, no representa por sí mismo una subversión del significado».

El contexto de esta frase es el de las guerras mundiales. Hoy no es que haya guerras mundiales, es que el mundo está en guerra, los conflictos se reproducen como setas y cada vez son más letales. Todos deberían porrear en la conciencia de los más sensibles. Algunos resultan sencillamente insoportables. ¿Qué debe hacer el que se manifiesta por escrito y aspira a ser leído? ¿Qué postura tomar ante la constatación de que casi cualquier palabra de un creador ni va a ser oída ni escuchada y no va a influir en absoluto en la resolución de los conflictos? ¿Hay que seguir gritando? ¿Hay que rendirse y olvidar la existencia de esos conflictos? ¿Hay que apuntarse como voluntario para luchar físicamente en el campo de batalla?

Ahí seguimos, con la duda y con la herida a cuestas, con la impotencia a las espaldas y con el desánimo llamando a la puerta. Las variables son muchas y todas tienen algún punto de poyo que las explica. Tal vez lo que menos dudas ofrezca sea todo aquello que apela a la conciencia de cada uno y a la respuesta que a esa llamada tengamos que dar. Cada uno en sí mismo y en los círculos más próximos, en los que pueda dejar alguna semilla que acaso algún día pueda nacer, crecer y dar algún fruto.

En el contexto de mi espacio y de mi tiempo presentes, un incendio devora los parajes naturales que le dan a estas tierras un sabor de lujuria en sus paisajes. La misma teoría y la misma duda. ¿Qué hacer?, cómo gritar?, ¿qué resoluciones personales adoptar?, ¿habrá que echar a la hoguera los versos que proclaman la belleza y quemarla con ellos?, ¿tendremos que analizar a fondo las causas de los desastres y denunciarlas con razones y

prosa sin remilgos y a tumba abierta?

Hay humo en el ambiente, mucho humo. Mi mente se consume en la impotencia y ando desorientado, como el fuego. Que todo acabe pronto y vuelva a ser el cielo sobre el suelo un beso y no un enfado.

miércoles, 13 de agosto de 2025

¿QUIÉN GUARDARÁ DE MÍ...?

 

¿QUIÉN GUARDARÁ DE MÍ...?

 

¿Quién guardará de mí

las notas que protegen el recuerdo?

¿Y cómo arpegiarán

formando una imprecisa melodía?

 

Sé que tan solo soy

un eco casual del universo,

una simple partícula,

un átomo de un cuerpo gigantesco.

 

Pero han de ser tan solo

esas pequeñas cosas las que digan

las letras de mi nombre

cuando ya no comparta su presencia.

Alguna roca, acaso,

regalará una lágrima a la tierra

y el río la reciba

para decir con ella que comparte

esa mella minúscula

que el silencio del tiempo orada y grita;

un papel despistado,

o el eco que repite la costumbre

que cifraban las horas

en el roce diario con la vida.

 

Me duele no saberlo,

pues el dolor consiste en no saberse,

y entonces no estaré para contarlo.

martes, 5 de agosto de 2025

CARTA ABIERTA AL NUEVO ALCALDE DE BÉJAR

 CARTA ABIERTA AL NUEVO ALCALDE DE BÉJAR

Se acaba de producir el relevo en la alcaldía de Béjar, a través de una moción de censura y dentro de los procedimientos legales previstos. Los relevos, en estas condiciones, no son nunca agradables y solo la suma de irregularidades y de despropósitos del alcalde cesante explican que este hecho se haya producido.

A los que dejan el equipo de gobierno, a pesar de todas las discrepancias, hay que agradecerles los mayores o menores esfuerzos que hayan realizado (y que deben seguir realizando en la oposición) en pro de la ciudad de Béjar. Queda dicho.

A partir de hoy, es al nuevo equipo de gobierno a quien hay que pedir que lleve a la práctica las ideas que quiere defender. Por eso esta carta abierta al nuevo alcalde.

En primer lugar, mis felicitaciones y mis deseos de que el tiempo que queda de legislatura sea provechoso para el nuevo equipo; porque, si lo es para ellos, lo será también para todos los ciudadanos, que es lo que a todos más importa.

A Antonio Cámara, el nuevo alcalde, le asisten su preparación y su dedicación desde siempre a asuntos de tipo social. Por ahí, las comparaciones, si es que hay que hacerlas, resultan odiosas. Pero no se trata solo de preparación técnica, sino también de carga ideológica, esa que (cuando la hay) nos sostiene y nos orienta en los actos de cada día. Y Antonio Cámara y su equipo vuelven a las responsabilidades de gobierno desde la ideología socialista. Sí, sí, desde la ideología socialista. Resulta obvio, pero hay que recordarlo: no es lo mismo tener intereses que tener ideología. Y, a buen entendedor, pocas palabras.

A mi modo de ver, esta ideología consiste en el desarrollo de un esquema tan escueto y simple como este:

1.      Cuando nacemos, solo tenemos en común la desnudez. Todo lo demás (amparo, sociedad, familia, medios...) ya nos diferencia.

2.      Si en la vida no partimos en igualdad de condiciones, todo lo demás resulta ser una espantosa mentira, y tenemos el deber de mejorar y de corregir esa desigualdad continuamente.

3.      Durante el desarrollo de la vida, el esfuerzo de cada persona es diferente. Resulta de justicia también reconocer esos esfuerzos desiguales y premiar proporcionalmente al que más empeño ponga.

4.      Nadie puede negar que, antes que nada, se debe producir la igualdad de oportunidades y solo después se produce el esfuerzo individual diferente.

5.      Una ideología socialista debe entender, por ello, que sus esfuerzos mayores deben volcarse en mantener esa aproximación a la igualdad de condiciones en todo momento. Por eso hay que pedir más a quien más tiene y dar más a quien más lo necesita.

6.      En consecuencia, las decisiones diarias deben marcarse en esa dirección. Para eso está la planificación y el concepto de comunidad, que se debe tener y que se tiene que describir sin complejos en el programa.

7.      A partir de ahí, vendrán los proyectos concretos y las decisiones de mayor y de menor alcance en la práctica diaria.

Parece un esquema como para andar por casa, pero creo que recoge las ideas principales de lo que entendemos por socialdemocracia.

Como el nuevo alcalde y su equipo comparten esta ideología, estoy seguro de que la comunidad entenderá por qué se toman las decisiones que se tomen en cada momento y la ciudad tendrá un rumbo concreto y visible.

Por lo demás, deseo que el azar os sea favorable y que siempre tengáis presentes las ideas que defendéis, por encima de enfrentamientos personales, que a poco o a nada conducen.

A los ediles que componen el ayuntamiento es a quienes más debemos exigir un buen comportamiento personal y colectivo. A los ciudadanos nos compete también desarrollar una actitud cívica que beneficie a la comunidad. Es tarea de todos y en ello debemos estar. Contad conmigo y pedid a los ciudadanos que aporten su granito de arena. Entre todos haremos que la ciudad funcione algo mejor.

Suerte en esta nueva etapa a todos.

Antonio Gutiérrez Turrión

miércoles, 30 de julio de 2025

NO TENGO DE QUÉ HABLAR

 

NO TENGO DE QUÉ HABLAR

No tengo de qué hablar desde hace días

y estoy en colisión con las palabras.

Habíamos rubricado un justo acuerdo

según el cual yo había de presentarles

un tema al que intentar ponerle cara:

lo que el día nos prestara para hincarle

el diente; y a su vez ellas prestarse

a vestirlo con traje presentable.

Pero tengo calor y a mí estas cosas

me sacan sin querer de mis casillas.

Sé que hay cosas por ahí, por esos mundos,

esperando que yo vaya a buscarlas

y sé también que hay otras más lejanas

que me traen el sabor de la nostalgia:

se han ido y ya no debo repetirlas

en la forma que muestran las palabras.

 

Tenéis que perdonarme, hoy no es el día

y prefiero tal vez ser simple cómplice

del sosiego, el reposo y el silencio.

miércoles, 23 de julio de 2025

TÍTULOS ACADÉMICOS

 

TÍTULOS ACADÉMICOS

La velocidad con la que se suceden los acontecimientos hace que, durante el curso normal, no tengamos tiempo de detenernos en asuntos que se esconden y que pasan de perfil, a pesar de que suponen actitudes escandalosas. Luego llegan los tiempos muertos y el verano, esos momentos en los que parece que todo se detiene, y salen a la luz muchos trapos sucios, que sirven también a los medios de comunicación para agarrase como los perros a un hueso y para llenar las páginas durante la calma chicha del sol y de las moscas.

Resulta que anuncian los periódicos que una tal Noelia Núñez, joven vicesecretaria del PP, se tenía inventado un currículo extenso que, en realidad, estaba vacío casi del todo: había empezado hasta tres carreras y no había terminado ninguna. Y la han pillado con el carrito del helado.

El caso tal vez es más frecuente de lo que parece y viene a resumir todo un conjunto de variables que intervienen en ello; desde asuntos políticos hasta universidades de medio pelo, desde redes sociales hasta cunas económicas... Apariencias, apariencias y más apariencias.

Las generaciones pasan y los tiempos cambian; por eso no es bueno juzgar sin tener esto en cuenta. Pero no es menos cierto que las comparaciones son inevitables y que todo en la vida tiene ese poso de relación y de comparación.  Alguna vez habría que revisar ese sambenito que tiene el “y tú más”, porque será siempre inevitable, por más que siempre debiera ser relativo.

El caso es que esta niña pija del PP podría aprender de uno de sus antecesores, Pedro Casado, quien tardó diez años para superar algún curso universitario y, cuando tenía un puesto importante en su partido, remató toda la carrera en unos meses. Así borraría la mancha que estropea toda su página curricular.

Los hijos de los más pobres de los pobres tuvimos la suerte, en los años setenta, de que se habían abierto unas becas, llamadas becas-salario, que aseguraban la posibilidad de que los más aplicados, si se esforzaban, podían acceder a los estudios universitarios, pagar sus matrículas y reintegrar a sus familias parte del dinero sobrante (becas-salario). Por supuesto, se exigían unas notas determinadas y nadie se podía descuidar en perder ni una asignatura ni un curso. Y ahora nos vienen estos con todas estas patrañas. No hay derecho.

No se trata de santificar los títulos, pero tampoco de degradarlos hasta igualarlos a la nada. En las paredes de mi habitación cuelgan tres títulos expedidos por la Universidad de Salamanca con mi nombre. No tengo que ir exhibiendo por ahí nada, pero tampoco tengo que pedir perdón por ello.

Y ahora, traslademos el asunto a la representación social. Todo el mundo tiene derecho a ser elegido para esta labor, pero habría que cuidar un poco la hoja de servicios, por lo menos por parte de los aspirantes. Si no se hace, luego nos sucede lo que nos sucede, que a uno lo pillan con carrera conseguida misteriosamente en seis meses, a otra la descubren con varias intentonas académicas, pero todas fallidas y a otros los ascienden de porteros de casa de dudosa reputación a consejeros ministeriales. En todos los sitios cuecen habas.

Debe de ser que esto de la universidad y de los títulos anda también con la resaca veraniega y se divierte de festival en festival, como si todo siguiera sujeto a la representación y al jolgorio público general. Las reflexiones académicas han sido sustituidas por las aportaciones de una manada de analfabetos influencers que mueven el mundo de los instintos a ritmo de Tik Tok y de instagram (perdónenme los extraordinarios divulgadores académicos a los que no hay más que agradecerles su labor y darles las gracias). Y así, todos bailando y fumados en un mundo sicodélico y gaseoso. Tendrá que ser así.

martes, 22 de julio de 2025

PREGUNTAS RETÓRICAS

 

PREGUNTAS RETÓRICAS

 

¿De qué hablar sin gritar y dando espacio

a que la voz encuentre un compás dulce

y no se vuelva lloros o lamentos

como agua que se ahoga en los torrentes?

¿Del cruel genocidio en Palestina?

¿Del blando disolvente que deshace

 las bases de esta extraña sociedad?

¿Del tedio de las horas en verano,

con el sol que retrasa hasta el olvido

los sueños y aminora los espacios?

¿De la pobreza gris de las palabras

buscando hacer del tiempo lo que el tiempo

siempre dejó en las manos del azar?

¿De la muerte que acecha y no da tregua?

¿De la inútil contienda de la arena

con la espuma del mar en sus orillas?

¿Del tiempo y del espacio como agentes

de todo lo que ocurre en la memoria?

¿Del nombre de la rosa? ¿De su aroma?

¿De todo lo que fuiste y ya no eres?

¿De ti como refugio y plenitud

en donde ser y estar se reconocen?

¿De mí mismo, que, al fin, soy todo esto

y sé que soy el fuego que me salva?

¿Del silencio, del cero, del olvido

al que me acerca pura la palabra?

 

Es dura la labor y vasto el campo;

pero he de ir a ellos, aunque, acaso,

provoque mi derrota en el intento.

martes, 15 de julio de 2025

ÉTICAS

 

ÉTICAS        

Termino la lectura de uno de esos libros que me dejan huella y ventanas abiertas para la consideración y para la opinión. Se trata de El loco de Dios en el fin del mundo, de Javier Cercas. En sus casi 500 páginas y a través de numerosas consideraciones y diálogos, consigue entrañarse en los elementos esenciales del catolicismo y de su estructura vaticana.

Las religiones en general incorporan en su esencia la presencia o la ausencia de premios y de castigos según el comportamiento de sus fieles. La católica promete nada menos que una vida eterna y feliz como continuación de esta tan llena de dificultades y de dudas: «Gimiendo y llorando en este valle de lágrimas». «Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios». El proceso histórico no se explica sin la presencia de esta idea y de su aplicación; hasta el punto de que no es extraño que parezca una suma de preceptos que terminan casi dando miedo. La jerarquía y el poder civil bien se han aprovechado de esta situación para mantener bajo control a los fieles menos avezados, más dóciles y sumisos.

Pero la demostración racional de la existencia de esa vida posterior es sencillamente imposible. Solo es posible su admisión desde el mundo de la fe. Embarcarse en una vida virtuosa con la espada de la recompensa o del castigo de la vida eterna parece sencillamente un chantaje continuo.

Hay una ética no religiosa, sino laica, que empuja a un buen comportamiento sin el horizonte del castigo o el premio de otra vida: «Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos ven a Dios». Se actúa porque está bien y es bueno, no por un premio o un castigo. El dios de esta ética es el bien en sí mismo, en la verdad de las cosas. Quizás el filósofo Kant es quien mejor lo explica.

¿Cuál de las dos éticas es superior, la laica o la religiosa? ¿Es posible la conjunción de ambas? La primera parece no necesitar de la segunda.

Pero ¿y los “locos” religiosos católicos que se embarcan en vidas de entrega a los demás, a los más necesitados, sin exigencias de ningún tipo, solo como imitación de aquel que sienten como ejemplo en esa entrega?

Conjugar el presente “ven” con el futuro “verán” no es malo, pero que no falte el presente “ven”.

Reproduzco aquí esta composición poética que sublima estas dos éticas. Tiene origen religioso, pero bien se puede entender en la ética laica también.

No me mueve mi Dios para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.

 

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

clavado en una cruz y escarnecido,

muéveme ver tu cuerpo tan herido,

muévenme tus afrentas y tu muerte.

 

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,

que, aunque no hubiera cielo, yo te amara

y, aunque no hubiera infierno, te temiera.

 

No me tienes que dar porque te quiera,

pues, aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.

Qué locura, qué revolución, qué maravilloso escándalo, qué transformación y qué ideales tan absolutos. Insisto: está pensado el soneto para la vida religiosa, pero se puede trasladar a la ética laica.

martes, 8 de julio de 2025

CRECIMIENTO / BIENESTAR

 

CRECIMIENTO / BIENESTAR

Cada uno contrasta sus pensamientos con todo aquello que hacen visible los pensamientos de los demás. Es la parte inevitable de comparación que existe en toda acción humana. Somos seres sociales y nada menos que ocho mil millones de ejemplares en este pequeño planeta. Y el contraste se establece, sobre todo, con aquellos hechos y opiniones que se hacen más frecuentes. Son los del día a día, aquellos que son más generales y que llegan al común de la comunidad, sobre todo a través de los medios de comunicación. En ese diálogo silencioso que uno establece con esas imágenes y con esas opiniones se deslizan enfados o asentimientos, como si de una discusión constante se tratara.

Para mi desgracia, me declaro muy alejado del común de esas imágenes y de esas opiniones; por ello, vivo en un casi constante enfado y me muestro protestón con mucho de lo que veo y leo.

Pero, de vez en cuando, descubre uno, en la lectura sobre todo, que alguien desarrolla un razonamiento que está próximo al que uno tiene. En esos casos, se siente reconfortado, descubre que no está solo y se toma un ratito de consuelo y de ánimo.

Leo en El futuro de Europa, obra de Antonio Turiel, estas palabras: «Dos de los pilares conceptuales más importantes del neoliberalismo económico son su fe absoluta en el libre mercado y su defensa a ultranza en el crecimiento» (pg. 112). Enseguida se afana en demostrar que ambos pilares son falsos y que ni existe el libre mercado ni el crecimiento continuo nos puede llevar a otra consecuencia distinta que no sea el caos.

Y, bien mirado, uno piensa que, en realidad, la experiencia se encarga de demostrarnos que esto es así de manera evidente y que el sistema tiene que terminar por agotarse en sí mismo y morirá de éxito, tal vez no tardando mucho.

Desarrollar este pensamiento no es objetivo de estas líneas. El autor lo hace muy bien en su libro, pero por hacer la idea visible. Estamos ya en días de pleno verano en esta piel de toro. Los calores aprietan. Las playas se hallan abarrotadas. Los hoteles, otro tanto. El empleo en el sector terciario ha crecido un montón. Aparentemente, todos tan contentos.

O no todos. Que pidan opinión a los vecinos de algunas ciudades y de ciertos barrios, completamente abarrotados de gente que parece (solo parece) contribuir con su actividad al crecimiento económico continuo. ¿Cómo no defender que el crecimiento tiene que ser regulado y orientado si no queremos que sea peor el remedio que la enfermedad?

Es solo un ejemplo, pero la lista podía crecer hasta casi el infinito.

De nuevo habla el autor: «El problema es que, dentro del marco teórico-conceptual del neoliberalismo, no crecer es tener problemas económicos y sociales graves: los créditos no se devuelven, las empresas quiebran, la gente pierde su empleo... Eso ha llevado a una identificación abusiva de crecimiento con bienestar que hoy en día es aceptada de manera acrítica y generalizada por la sociedad. Sin embargo, dado que los límites biofísicos que nos marca el planeta existen, el crecimiento perpetuo es imposible, y de hecho ya estamos en un momento histórico en el que el crecimiento no puede ya continuar por los diversos trastornos que está causando. Más aún: insistir en seguir creciendo ya no consigue mayor bienestar a la población, sino mayor empobrecimiento y degradación tanto social como como ambiental. El paradigma de esta degradación por crecimiento en la España de 2024 es la gentrificación y turistificación de las grandes ciudades, que las está convirtiendo en gigantescos resorts para turistas mientras expulsa a la población autóctona hacia la periferia, lo encarece todo y degrada sus condiciones de vida”.

Y así en todos lo que nos rodea.

Pero, venga, todos a la playa, a poner nuestro cuerpo en el medio metro cuadrado que nos puede quedar libre. Y llenemos las carreteras, y dejemos esas playas y ciudades costeras vacías medio año, y llevemos a sus trabajadores al subsidio de desempleo, y gastemos lo habido y por haber, y quejémonos al mismo tiempo de la destrucción del planeta, y bla, bla, bla.

martes, 1 de julio de 2025

AMANECE

 

 AMANECE

 

Amanece muy pronto en estos días

de finales de junio: es el verano.

La luz tiene más prisa por mostrarnos

todo lo que la noche nos oculta.

Llega la luz con prisas y con ella

se encienden los espacios, las medidas

se ufanan en sus límites, cual seres

que forman una a una lo creado.

Son árboles, son montes y son agua

y es fuego y claridad y luz rendida.

La melodía del mundo se acelera

para cantar más tiempo y su armonía

convoca a redimir todos los seres

en hermosa canción de plenitud.

 

Quiero sumarme al gozo y en su seno

cantar, agradecido, su canción.