martes, 15 de abril de 2025

SER YO TAMBIÉN PERFUME

 

SER YO TAMBIÉN PERFUME

 

Se han sumado las prímulas

con el jazmín, las lilas, los jacintos,

al concierto coral de primavera,

al hermoso ritual de los perfumes.

Las palomas arrullan, los cerezos

lanzan sus flores blancas a la atmósfera.

El agua es pura, limpia,

viene desde los cielos

para verdear los suelos

y dar vida a los valles.

 

Yo sueño en agua pura,

ser gota de esa lluvia engendradora,

fundirme con la tierra y en su seno

ser yo también perfume entre las flores.

jueves, 10 de abril de 2025

INDICIOS

 

INDICIOS

. La memoria es la gran victoria sobre el tiempo. En realidad, es la única medida del tiempo.

. La ciencia de "la adjetividad": Sentir cómo nos adjetivan los demás y cómo los adjetivamos a ellos. En eso se nos va buena parte de la vida; el resto se nos va en hacerlo con los lugares y con las ideas.

. La aurora vierte lágrimas de pena, / que cuajan en rocío / cuando ha llegado el día / y el mundo ha abierto entero / sus brazos a la luz.

. Contraste: Esa corta estatura que luce la costumbre y la figura esbelta de la curiosidad.

. El tiempo se ha llevado la memoria / a un lugar donde el sueño la recibe; / pero nunca al olvido, pues la aurora / escribe el calendario de las horas / y todo vuelve a ser tiempo y memoria.

. No afrontes la batalla con la muerte, / pues la tienes perdida; / firma con ella un pacto / y deja que decida lo que quiera. / Suplícale, no obstante, / que no venga con armas / y elimine el dolor de la contienda.

. Los rituales terminan confeccionando los calendarios de cada comunidad. «Ya es primavera en El Corte Inglés».

. El baile de las llamas en el fuego, / la danza más fugaz y luminosa, /un sueño sin soñar, / la transparencia.

. Hoy el cielo es color malva y morado, / ha vestido a la tierra de blancos y de verdes. La vida ha florecido / desde las altas nieves / hasta los verdes prados. / Es tiempo de gozar la primavera.

. Contextos complicados: En este mundo es difícil ser feliz sin hacer el ridículo.

. Cada muerte aumenta el número de pérdidas. Abraza con amor a los que quedan.

. Vida: Línea que se va haciendo y que siempre está dudando de su continuidad.

sábado, 5 de abril de 2025

LA RIQUEZA HUMANA: OTRA PERSPECTIVA

 

 

LA RIQUEZA HUMANA: OTRA PERSPECTIVA

Asistí ayer a una charla muy concurrida -gracias, Ramón y Cipri- en la que se quería exponer la situación de esta pequeña ciudad en la que vivo, cuarteándola en pasado, presente y futuro. Muy ambicioso el propósito. Actividades como esta se repiten de vez en cuando y con algo más de frecuencia cuando la comunidad tiene la sensación de que algo no marcha bien y anda sumida en el desencanto y hasta en la desesperanza. Es el caso de esta ciudad y seguramente el de otras muchas.

Que haya colectivos que se preocupen por ello e intenten poner en marcha ideas o simplemente poniendo el grito en el cielo es un indicio positivo: algo y alguien se mueve en a la comunidad, a alguien le duele el colectivo.

Pero hay varias maneras de presentar el panorama y sus posibles soluciones. La más utilizada -la he visto expresada en varias ocasiones por estos pagos- consiste en describir la presencia de grandes obras que darían trabajo a un número elevado de personas y convertirían a la ciudad en un paraíso o algo así. Tal descripción se idea en un momento y parece tener el poder mágico de alucinar a quienes la escuchan. Nunca añaden la forma de adjudicar la construcción de tales obras, ni la manera de adquirir los fondos económicos necesarios para ello, ni los ajustes administrativos. El fondo mágico lo suple siempre el Estado. Y así todo arreglado en un momento. Cuando escucho y veo estas proposiciones, me marcho desencantado y prometo no volver nunca más a escucharlas.

Otra forma consiste en la exposición sosegada y, sobre todo, planificada -aunque siempre parcial y con un punto de ilusión- de aquellas acciones que podrían llevarse a cabo con una visión posible y realista de la situación. Para ello, hay que tener en la cabeza un modelo de ciudad y no solo una suma de acciones aisladas y que solo viven en la ilusión de quien las sueña.

Ayer se dio esta segunda forma, la de las acciones combinadas, posibles y planificadas. A pesar de todo, esta forma sigue siendo siempre parcial, pues faltan acciones, se discuten otras presentadas y todas se prestan a la discusión. Pero nacen no de ocurrencias, sino de datos y de conocimientos, de experiencias y de bases ideológicas que las explican. Nada que ver esta fórmula con la de las ocurrencias y la de la buena voluntad, pero carente de base y de realidad.

Sí, la ideología también está en la base de todo esto. Y yo me alegro de ello. Con serenidad y sin descalificaciones para nadie, pero con la base de los datos y de las ideas.

En todas ellas falta, sin embargo, algo que a mí me parece esencial. Siempre se habla de patrimonio y de trabajo, y se piensa en obras de todo tipo que han de crear riqueza material. Nadie nunca menciona siquiera la principal riqueza que posee cualquier comunidad. La principal riqueza de una comunidad es, sin duda, la humana, la de las personas que la conforman. Una comunidad será más rica cuanta más riqueza mental acumulen las personas que la integran. Por ello, la principal atención debería estar enfocada a desarrollar esa riqueza y a incrementarla en todas las formas posibles. La riqueza material es necesaria para la supervivencia, pero esa supervivencia se logra con mucha menos riqueza que la que exigimos a diario. La supervivencia solo material resulta igual a una pobreza casi absoluta. Describir, organizar y desarrollar el contexto favorable a esa riqueza humana tendría que ser el principal objetivo. Lo demás casi tendría que venir por añadidura.

Me gustó el desarrollo de la exposición de ayer, pero añadiría siempre la importancia de esa necesaria riqueza humana.

Tengo la impresión de que en esta ciudad estrecha existe un contraste muy grande entre la riqueza (humana, o sea, mental) de unas personas y de otras; y, además, me parece que esa riqueza trabaja de manera muy aislada y personal. Remover toda esa modorra y aunar la mucha riqueza humana ya existente es una tarea pendiente y prioritaria.

La material, también; pero esta, de manera prioritaria.   

martes, 1 de abril de 2025

IZQUIERDA SENTIMENTAL

 

IZQUIERDA SENTIMENTAL

La vida de cualquier comunidad se va cuajando de acontecimientos que la van configurando y que le sirven de base para su ética personal y social. De hecho, la mayor parte de la comunidad -desgraciadamente, según me parece- gasta mucho tiempo opinando no acerca de ideas, sino a partir de los acontecimientos que la realidad le va presentando. Ahí están el deporte, las intervenciones de los líderes políticos, las apariciones de los personajes llamados (dios mío, qué disparate) celebridades (o, en la imbecilidad y la idiocia de la lengua del imperio, celebrities) ..., y en este plan.

En los últimos días se ha dictado una sentencia judicial exculpando a un jugador de fútbol (otra celebridad del carajo) de una acusación de violencia sexual. La opinión pública menos versada en el asunto se ha puesto en pie de guerra y casi toda la representación política de la izquierda se lleva las manos a la cabeza. No tengo opinión acerca de lo que piensa o declara la derecha, aunque supongo que esconderá la cabeza debajo del ala dejando pasar los hechos sin mojarse demasiado.

Si dedico mi opinión a lo que observo en la izquierda, es porque, en general, me encuentro más a gusto en esa cultura y porque es de ella de la que desconfío menos y en la que me quedan algunas esperanzas de transformación.

Pero creo que, en este, como en otros casos, actúa más con el sentimiento y con el deseo que con la razón. La consecuencia es que cada poco se lleva unas desilusiones que la dejan sin resuello.

Seguro que esta sentencia desazona a mucha gente, a mí también. Pero hay que recordar que solemos defender una justicia garantista antes que la condena sin pruebas suficientes; entre otras cosas, porque la falta de garantías nos podría llevar a consecuencias mucho peores, a aquellas en las que el poderoso interpretara a su solo capricho o subiéndose al empuje de la ola popular cualquier regla. Recuérdese, además, que existen los recursos.

Y analícese, por la otra parte, lo imposible que resulta encerrar la vida en la legislación, aunque la ley sea imprescindible para tenerla como referencia. En este territorio confuso se juega buena parte del partido.

Tan necesario es que la justicia atienda al espíritu del legislador como que no se extralimite en sus interpretaciones. Difícil equilibrio, pero necesario para poder convivir.

Por lo demás, en asuntos judiciales, las sentencias no afirman ni niegan que los hechos se produjeron o no; lo que se afirma es que se han probado fehacientemente o no se ha logrado probarlos. En tales casos, ya se sabe, se aplica la garantía aquella de in dubio, pro reo. No solo en los juicios sobre acusaciones sexuales, sino en todos.

En nada disminuye esta sentencia el hecho de la importancia que tiene la igualdad de sexos ni la necesidad de seguir modificando la escala de valores en la que se ha venido moviendo la sociedad.

Tampoco estaría de más pensar en presentar todo este movimiento con todas las implicaciones que tiene y no solo con simplificaciones que, si bien mantienen el ánimo alto por momentos, en no pocas ocasiones producen el efecto contrario al buscado.

La utopía es necesaria; la ilusión, también. La serenidad y la reflexión no son mala cosa.

Y ahí andamos.

miércoles, 26 de marzo de 2025

CANCIÓN DE PRIMAVERA

 

CANCIÓN DE PRIMAVERA

El tiempo hoy es un cuadro en acuarela

pintado en el color de la alegría.

 

El agua va escribiendo partituras

y el suelo le regala pentagramas.

Son las gotas de lluvia limpios ecos

de coros celestiales

cantando una solemne sinfonía.

El valle se ha adornado con vestidos

de espumas vegetales.

Los cerezos están todos en flor.

En lo hondo canta el río

y entona un limpio solo de trompeta.

 

Yo, desde la atalaya de mi alma,

miro, sueño y entono el mismo canto,

ese canto que anuncia

la fuerza inagotable de la vida.

Soy una nota más. Es primavera.

miércoles, 19 de marzo de 2025

DOS LOCOS PELIGROSOS ANDAN SUELTOS

 

DOS LOCOS PELIGROSOS ANDAN SUELTOS 

Dos locos peligrosos andan sueltos,

viviendo en la ebriedad de la estulticia.

Se llaman Trump y Putin y acumulan

“el mundo en la oquedad de su cabeza”.

¡Tienen sueños de tinte imperialista

avanzado ya el siglo veintiuno!

¿Cuál es su formación, cuál es su ética?

¿Qué defienden que no sea su locura

para un mundo de guerras y de luchas?

Como niños en patio de colegio

en horas de recreo, hacen juegos

mostrando a los demás su fuerza bruta.

¿Qué conciencia del mundo tienen ambos,

la del hombre cual lobo para el hombre?

¿De qué casa de locos han salido?

¿Sueñan con ser Augustos o Alejandros?

¿Saben qué valor tiene un ser humano?

¿Conocen las ventajas y provechos

que ofrecen para todo ser viviente

la ayuda mutua y el común empeño?

Dicen que se transmiten por teléfono

sus deseos más íntimos y luego

regalan las migajas a los otros,

cual jueces sin posible apelación.

 

El resto de la tribu, que hasta ahora

se ha rendido a los ecos que llegaban

de parte del imperio -papanatas

y faltos de criterio personal,

estúpidos que imitan

cualquier nota o escena en Hollywood-

se resuelve en excesos y aspavientos,

cual si todo esto fuera algún milagro

que jamás nos pudiera suceder.

 

La vieja Europa observa amedrentada,

muere gente en Ucrania y en los campos

de Gaza se consuma un genocidio

(¿habrán alguna vez visto estos sátrapas

a un niño entre los brazos de una madre?),

en el resto del mundo todo pasa

cual si de un día cualquiera se tratara.

 

Hoy no mandan los dioses ni los héroes,

lo hacen los más imbéciles, los que alzan

la voz más que los otros y las bombas

que sirven como escudo del dinero.

 

Malditos para siempre estos dos hombres,

modelos de barbarie y de locura.

 

¡Y yo aquí, en mi sillón, bien calentito,

con cara de asombrado gilipollas!

jueves, 13 de marzo de 2025

HOY HABLARÉ DE MÍ

 

HOY HABLARÉ DE MÍ

Me paso media vida criticando lo que me parece un mundo que solo existe para la representación, para la exposición y para la alabanza de uno mismo, y que olvida el valor de la reflexión, del razonamiento y de la idea frente a la fotografía y el deslumbramiento de la imagen.

Hoy, sin embargo, quiero pecar y dedicarme unos minutos a mí mismo. Coño, que ya está bien ver un día sí y otro también a tantos exhibiendo sus cosas y dándose jabón por todas partes. Sin que me acostumbre y sin que sirva de precedente.

He recibido el último libro de la serie Días reunidos. Desde mi terraza. Es el correspondiente a 2024 y hace el número dieciséis. DIECISÉIS. A una media de doscientas páginas, hacen un total de varios miles de páginas. Aquí miles no quiere ser el sustituto de un número indefinido, sino un determinante numeral que implica poner en fila india una página detrás de otra hasta alcanzar varios miles en esa larga lista. Muchas páginas. Espero que al menos algunas se salven de la quema y sirvan como guía para algún pensamiento.


 


Ahí luce la colección, junto con otros trabajos. Un rincón. Un tesoro personal.

Desde 2009 a 2024 he ido desgranando por esas páginas escritas pensamientos y poemas que dan muestra de aquellos ratos que he procurado robar a cada día para dedicármelos a mí mismo y a mi mente, para extraer de ellos algún pensamiento. Repetiré una vez más que muchas veces he partido de una aparente anécdota, pero que siempre he aspirado a que sirva como ejemplo para elevarse a categoría y a pensamiento.

Todo ello debería haber dado un cuerpo de creación y de pensamiento extenso y espero que no del todo despreciable.

Nunca tuve la idea de hacer de estos libros nada comercial. De hecho, los reparto a mis allegados y lo haré con la colección completa a alguna institución, por si quiere guardarlos y tenerlos a disposición de quien quiera acercarse a ellos para la lectura y la opinión.

Desde el principio tuve claro que el formato debía ser el de un espacio corto en el que se apuntara el esbozo de una idea o el desarrollo de un poema. A medida que ha pasado el tiempo, esta tendencia se ha ido acentuando. Por ello, en la última etapa predominan los aforismos, que yo llamo de distintas formas. He leído miles de libros a lo largo de mi vida y tengo que reconocer que en un alto tanto por ciento solo veo la repetición de un mismo esquema de historia en la que se diluye una idea, que, al final, parece que no existe y que deja su sitio solo a los elementos de segundo o tercer orden, que son los que llenan los cientos de páginas de distracción. Una buena idea, o su indicio, puede resumir bien el desarrollo de un texto de varios cientos de páginas. No quiero quitar valor al género novelístico, tan de moda desde hace más de dos siglos; pero muchos textos me dejan vacío y con ganas de eliminar muchas de sus páginas.

Esta decisión del formato breve me ha alejado del mundo comercial y de la estructura de la venta y el pasatiempo, pero me ha permitido opinar acerca de lo divino y de lo humano, de todo aquello que me han ido sugiriendo los días, mis días, con todas aquellas cosas que los han ido componiendo y que los han ido conformando. Por eso, al final, estas páginas no son otra cosa que mi forma de ver el mundo desde la fórmula de ideas aisladas, aparentemente dispersas y, con frecuencia, recurrentes ¿Quién no se repite en sus días y en sus costumbres?

Por lo que se refiere a los aspectos editoriales, nada habría sido posible sin el ánimo y la ayuda del editor y amigo Jesús Majada y de su pequeña editorial malagueña Caligrama. Él conoce muy bien todos los entresijos de las maquetaciones y de las impresiones. Y ha prestado toda su mejor voluntad. Sin él, y sin los que me han ayudado en algunas correcciones -así lo ha hecho en ocasiones otro buen amigo: Antonio Merino-, esto no habría tomado cuerpo editorial.

No tengo ni idea de cuál puede ser el futuro de todo este material bibliográfico; solo aspiro a que sirva como ejemplo de creación y de reflexión para mis más allegados, y, si es posible, para aquellos que quieran acercarse a sus páginas. Al fin y al cabo, mis días son un poco los días de todos los demás, y mi paso por la vida solo se puede explicar desde su paso por ella. Como decía Ángel González, “Yo sé que existo / porque tú me imaginas. / Soy alto porque tú me crees / alto, y limpio porque tú me miras / con buenos ojos, / con mirada limpia. / Tu pensamiento me hace / inteligente, y en tu sencilla / ternura, yo soy también sencillo / y bondadoso. Pero si tú me olvidas / quedaré muerto sin que nadie / lo sepa. Verán viva / mi carne, pero será otro hombre / -oscuro, torpe, malo- el que me habita...

Pues eso, lo dicho. Y ya está bien de hablar de mí mismo. Aunque, tal vez, esto sea lo que he hecho durante todos estos años, qué sé yo.

jueves, 6 de marzo de 2025

EL MUNDANAL RUIDO

 

EL MUNDANAL RUIDO

Me pregunto qué dirían algunos autores que han elogiado el silencio ante una sociedad tan ruidosa como esta: Borges, Proust, fray Luis, san Juan de la Cruz…

Hace tan solo unos días, me dirigía en mi coche, con otras dos personas próximas, hacia un lugar en el que teníamos que realizar unos encargos. Yo conducía. Una de estas personas no dejaba de hablar. Otra participaba con breves respuestas. Yo callaba. Sé que la persona más activa se sorprendió de que yo estuviera en silencio y llegó a pensar que tal vez estuviera enfadado por alguna cosa. Tal vez tenía razón; acaso no.

El don de la palabra se nos ha dado para establecer comunicación, para trasladar nuestra visión del mundo, para escuchar y entender la visión de los demás y para mejorar con ello nuestra convivencia. Es un regalo maravilloso; tal vez el milagro de todos los milagros.

Y, sin embargo, no parece que hagamos una buena práctica de él. Ni en cantidad ni en calidad. No sé si hay que ser tan drásticos como lo es El Tao en aquella sentencia: «El que sabe calla; el que habla no sabe». Me gustaría no serlo a pesar de reconocer una vez más que la palabra no es otra cosa que una muy pobre representación simbólica de la realidad.

Con la palabra se puede causar mucho bien y mucho mal. Habrá, por tanto, que afinar en su uso y en su abuso.

Si uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, ¿por qué no tener un poco más de precaución en su empleo?

Asistimos a acusaciones a gogó por todas partes, echamos al aire juicios absolutos sin ninguna medida, proclamamos las deficiencias del contrario antes que reconocer las propias o emplear el don de la palabra para proponer posibles soluciones, alzamos la voz con el único fin de ridiculizar al adversario, nos movemos en el mundo de los bulos y a casi todo se le da apariencia de veracidad en vez de concederle la presunción de inocencia.

Por si esto fuera poco, asistimos a locuciones públicas de personas que dicen representar a no sé quién ni a cuántos que elevan el tono como si estuvieran arengando a las tropas en el inicio de una batalla; o escuchamos a profesionales de la palabra que entonan peor que un niño de tres años, siempre con el tono en la nariz, con el final de frases enunciativas hacia el cielo y con la destrucción de sintagmas a destajo. ¿No se puede denunciar por esto lo mismo que por un beso furtivo?

No todo el mundo lo hace en el mismo grado, por supuesto; pero la abundancia empuja a uno a despotricar contra esto y contra aquello.

Al silencio se puede llegar por diversos caminos: la frustración, el desencanto, la extrañeza ante lo que se oye, la lejanía del ambiente en el que uno se halla, la economía de esfuerzos…, o la alegría que contiene el propio silencio y su sonoridad.

Se me vienen las citas a la boca y se me caen de las manos:

«Qué descansada vida / la del que huye del mundanal ruido…».

«La música callada, / la soledad sonora…».

«Quien mucho habla mucho yerra…».

«En boca cerrada no entran moscas».

«El que sabe calla; el que habla no sabe».

Y así, en este plan.

En el próximo viaje con esa persona, pienso hablar más; pero procuraré que no sea ni demasiado ni con intensidad exagerada. Daremos espacio al silencio, nos escucharemos y seguro que nos entenderemos mejor.

martes, 25 de febrero de 2025

BREVES

 

BREVES

Somos tan solo un texto silencioso

que puede ser leído

de distintas maneras por los otros;

el críptico valor de la existencia

habita en el sabor de esa lectura.

 

La nieve es una extraña redundancia

del cielo contra el suelo y contra el agua,

repite su insistencia blandamente

sabiendo que el final de su porfía

es desaparecer, como lo hace

el sol que se disuelve en el ocaso.

 

La muerte se aproxima en el momento

en el que las secuencias de este mundo

se alejan de nosotros

y no nos hacen caso, simplemente

nos muestran su total indiferencia.

 

Si un cuerpo se incinera, se elimina

la identidad del muerto: las cenizas

igualan sus miserias o prestigios

a los ecos del resto de los muertos.

martes, 18 de febrero de 2025

NOSTALGIA Y PERSPECTIVA

 

NOSTALGIA Y PERSPECTIVA

 

Recuerdo hoy el espacio donde inmolé mi carne,

aquella luz intensa que iluminó mis ansias,

el juvenil impulso de devorar el mundo,

reunido allí en las carnes de otro cuerpo.

Azucenado día en que plantamos flores

en los limpios parterres del jardín

y abrimos un camino de acceso a la llanura

donde vivir el tiempo hecho para el amor.

 

En este largo tiempo de compartir conciencia

se han hecho lluvia y fuego

las vidas de los dos,

a menudo confundo

tus besos con mis besos

y no sé si te miro o son tus ojos

los que miran por mí.

 

Respiro y te respiro, veo a lo lejos,

donde anuncia el crepúsculo

sus ansias de ser noche,

un sosiego de huesos,

gastados del oficio

de gozar el amor,

en un campo de frío y abandono.

martes, 11 de febrero de 2025

AFORISMOS

 

AFORISMOS

 

. Para un historiador, cada episodio tiende a ser distinto y autónomo; para un filósofo, todos los episodios tienen un fondo común. El historiador tiende a particularizar; el filósofo tiende a universalizar.

. La historia está escribiendo en nuestros cuerpos un relato continuo de amor desconocido, un cuadro en lentitud y en claroscuros que luce en el museo de los espejos y acaso nadie mire.

. Rechazar algo implica definirlo por vía negativa.

. La fuerza de un mecanismo como el amor se prueba realmente cuando este se pierde y desaparece. “Se canta lo que se pierde”.

. ¿La idea de Dios va de obediencia o de libertad? ¿De temor o de confianza?

. Espíritu y materia; alma y cuerpo. Sea cual sea la naturaleza del espíritu, si tal existe, o es materia o se halla integrado en la materia. Química orgánica-química inorgánica.

. Ascesis: Silencio, quietud, paz y olvido en el olvido.

. Con demasiada frecuencia andamos tan preocupados por seguir vivos que nos olvidamos de vivir.

. Fluye el tiempo y dibuja con especial caligrafía en el espacio donde habita mi conciencia.

. Qué difícil fijar esa frontera que dibuja el aliento ante la muerte.

. Si cantas armoniosamente, todo te escucha; si escuchas con atención, todo te canta.

. Cae la nieve lentamente e inventa la balada del silencio.

. Crónica de actualidad: Mucha pose y poco poso.

. Metátesis ética: Ni atacar ni acatar.

martes, 4 de febrero de 2025

GARGANTILLAS DE SAN BLAS

 

GARGANTILLAS DE SAN BLAS

Tengo conciencia de haber tenido hasta la fecha una salud, si no de hierro, sí al menos de alguna aleación metálica. Esto me ha permitido moverme con normalidad y no haber hecho paradas largas en mi actividad y en mi vida. Sin embargo, también reconozco que, cada vez que me pillo un catarro o una gripe, me cuesta salir del atasco más de lo deseable. Ni con el jarro, ni con el jarabe, ni con el vick vaporub, ni con la regla de san Benito. Me suele quedar una tos, o mejor, como se dice, una tosica, molesta para mí y para los que me rodean, que no hay manera de darle esquinazo.

En estos días ando en ello y en ella. Me canso y me agoto, deseo pasar página y no veo el final del túnel todavía. Además, esta vez el calendario ha querido que la última parte -espero- resulte coincidente con la fiesta de san Blas, ese obispo medieval que parece -siempre en el territorio del parece- que curó a un niño con una cinta en la garganta. Supongo que desde entonces los milagros se habrán repetido por miles, pues la gente ha entendido que una exigencia tan sencilla como la de atarse una telilla unos días no supone demasiada carga y ahí anda con las cintas al cuello, no sé si para prevenir catarros, espinas en la garganta o toses a gogó. A ver si se acordara de mí y me quitara este peso de encima, que ya me carga en exceso y, total, un milagrito más poco le cuesta. Por cierto, que digo yo que ya podía haber dejado la fórmula del milagro para haberla utilizado desde entonces y habernos librado de tantos catarros, gripes y obstrucciones. Qué le habría costado al buen hombre. Pues ya ves, que no hubo suerte.

Y ahora, de la anécdota a la categoría.

Conozco la labor de personas muy cultivadas y sensatas que analizan la simbología y la importancia de todo eso que se ha dado en llamar “patrimonio inmaterial”. Admiro su trabajo y su labor, sobre todo cuando intentan no solo describir, sino interpretar el origen, las causas y las consecuencias de toda esta parafernalia que compone la cultura popular.

Hombre, curarse con solo ponerse una cinta al cuello, una telilla que apenas te cubre nada, no parece que se asiente en lo más racional. Si al menos fuera una buena bufanda, una braga o una gorra que cubriera bien las orejas… Como el personal sigue en sus trece de gargantilla al cuello, habrá que pensar que alguna fuerza extraña lo empuja a ello. A poco que nos sinceremos, estaremos a un paso de abrir la puerta a la influencia de las religiones, de las supersticiones y de todos sus misterios, entre los que se incluye no solo el miedo, sino también toda la sensación de falta de seguridad en la que el ser humano se ha movido y se mueve. A algunos ya les viene muy bien dejar casi todo en el misterio y en la leyenda. Dar un paso más significaría que se cayeran los palos del sombrajo y se derruyeran hasta las torres más altas.

Creo que sigue siendo verdad que la vida no se puede reducir a silogismos, que es un poco más rica e imprecisa que eso, que el corazón tiene razones que la razón no entiende, que las situaciones personales y sociales condicionan las creencias, las costumbres y las actividades, y todos los ingredientes que se le quieran echar a la ensalada; pero un análisis basado en la razón es aquel hacia el que deberíamos encaminarnos. Sin negar los orígenes de cada suceso, pero tratando de explicarlo y de modificarlo si no nos convence.

En último caso, reivindico algo que repito con frecuencia: Mejor no te engañes; pero, en último caso, engáñate sabiendo que te engañas.

Y ahí, al lado, las Águedas. Otra que tal baila.

Vuelvo a pensar en tantos etnólogos que conocen tan bien todo este mundo. A alguno lo admiro de veras. Les pido un paso más. Que desvelen el misterio, que analicen las causas y las partes involucradas en todo este embrollo, y que se mojen sin miedo. Ellos deberían ser los principales argumentos de autoridad.

No sé si no parece más evidente aquello de la cigüeña por san Blas que lo de la gargantilla.

A lo único que hay que tener miedo es al miedo. Y a las toses, que no se van lejos; a donde sean bien recibidas, pero lejos.

miércoles, 29 de enero de 2025

VALERO EN LA MEMORIA

 

VALERO EN LA MEMORIA

Hay días que se repiten, pero siempre son especiales porque guardan algún sabor que deja poso en la piel y en lo hondo de la conciencia y del corazón. Definitivamente, la niñez sigue siendo el territorio del misterio y de las ilusiones.

Hoy es 29 de enero y hay fiesta en Valero, el lugar donde vi la luz y el espacio en el que se me ofreció el primer cuadro de la vida. Ya casi no acudo a la celebración con mi presencia física, pero, durante este día, mis recuerdos están con todos los que la festejan, con los que también querrían estar y no pueden y con los que se fueron para siempre.

Hace ya muchos años escribí este poema, que hoy recupero con la misma ilusión y con la misma nostalgia.

 

VALERO EN LA MEMORIA

Tú fuiste siempre mi último refugio

al que acudir en tiempos de tormenta.

Desplomado del cielo, entre las aguas

del Chico y el Quilama, te sorprendes

mirando al sur, por entre los cañones

profundos y escarpados de tus sierras.

Apenas si adivinas a lo lejos

la lentitud del cielo entre la nieve

-cima del Calvitero-;

lo demás, roca y jara, encina y nube.

 

 

Tus diminutas calles, avenidas

para el inmenso mundo en mi niñez,

las largas tardes del Humilladero

con las pozas del agua y el borcín,

las tiznadas cocinas, los sobraos,

las bodegas cargadas de matanzas…

Y los montes, señores de la vida,

con sus huertos minúsculos,

deudores del agua de los ríos,

robando las terrazas diminutas,

escalones al cielo de la sierra.

 

Desde lo más profundo de tus simas

me levanté a la vida sorprendiendo

el vuelo de las aves

y otras noticias que citar no quiero.

Tú me ofreciste, lento y tortuoso,

un camino de acceso a la llanura;

por él quiero volver hasta tus calles,

tus ríos y tus montes, que me enseñan

el origen fecundo de la vida.

jueves, 23 de enero de 2025

A CALZÓN QUITADO

 

A CALZÓN QUITADO

   ¿Se imaginan un juicio en el que el juez apareciera con los calzones quitados y la persona procesada (en este caso una mujer) apareciera toda toda desnudita, cual una Venus Afrodita? Pues le ha faltado el canto de un duro en el interrogatorio de un juicio en Madrid. El juez, un tal Carretero, que parece hacer honor etimológico a su apellido, ha entrado a saco y a calzón quitado en sus preguntas a una persona que acusaba de haber sido víctima de malos tratos sexuales. En este país de todos los demonios en el que se mezcla la cutrez más rancia con el desparpajo más snob y sin sentido, tenemos un día sí y otro también espectáculos de este tipo y del contrario.

Las preguntas inquisitoriales del juez, su continua interrupción a la interrogada, sus prejuicios evidentes, su vocabulario soez, su falta de escucha, y su muestra de superagente burdo, bronco y deabrido, y de estar por encima de todo lo divino y lo humano alumbraban un espectáculo casi dantesco y difícil de imaginar si no se escuchaba y se veían las imágenes.

Con ser este un espectáculo absolutamente desagradable y que no sé si técnicamente no anula cualquier sentencia de este juez en este juicio, convendría alzar la mirada y elevarse de la anécdota a la categoría. A pesar de los pesares. Porque el asunto afecta a la interrogada antes que a nadie, pero también nos alcanza a todos, en la medida en que sea o no reflejo de la sociedad en la que se produce.

Como siempre, algunas consideraciones en forma de guion:

. ¿Cuándo vamos a proclamar que los jueces no son otra cosa que obreritos de la justicia, que trabajan como los demás en una comunidad llamada España? Obreritos, nada más.

. Su independencia solo puede venir condicionada por tener los medios adecuados para no sentir ningún peligro de ser coaccionados por nadie. No más que cualquier otro servidor público, pero bueno… Lo demás es atenerse a la letra y al espíritu de las leyes, que elaboran otros, no ellos. Ah, y, si puede ser, en un horario fijado y controlado; porque a cualquier obrero se le debería fijar una curva de rendimiento para seguir manteniendo el puesto de trabajo.

. El fin de cualquier interrogatorio es el de encontrar pistas, indicios que encaminen al hallazgo de la verdad. Para ello, seguro que son necesarias muchas veces preguntas difíciles y hasta impúdicas: se trata de llegar a la verdad. ¿No se puede advertir esto a la interrogada y después mostrase con un poco de pudor y de serenidad a la hora de formularlas? ¿Un juez no tiene sentido común para saber que la interrogada está exponiendo elementos de su intimidad y que se valoran como se valoran en esta cultura? ¿Alguna vez entraremos a saco en poner al descubierto qué superestructuras han impuesto estos pudores sociales y culturales? También, y de qué manera, en el juez.

. Parece claro que una buena formación de los jueces en estos asuntos concretos vendría bien a todos, peo yo no estoy seguro de que esto arreglaría los desaguisados. El asunto me parece más complejo y que tiene muchas más aristas que limar.

. A mí me parece que esto obedece a causas que van desde lo biológico (sí, sí, he dicho biológico) hasta lo ético, lo social, lo económico y lo político. Casi nada. Levantar una bandera un día no está mal, pero tal vez esta sea el árbol y no el bosque.

Como es un terreno tan resbaladizo, recojo velas y lo dejo en forma de guion. Solo eso.

Y, por volver al espectáculo del principio, Carretero, a tus carretas y a la formación básica del sentido común y de la buena voluntad. Ahora creo que se llama educación infantil.

Lo del calzón quitado si eso lo dejas para otro día porque no sabrías controlarte.  

viernes, 17 de enero de 2025

CARTA A UN ¿DESCONOCIDO?

 

CARTA A UN ¿DESCONOCIDO?

Las palabras que siguen tienen un autor, que las firma y responde de ellas. A él solo hay que atribuirlas y a nadie más. Este es mi nombre y estos son mis apellidos: Antonio Gutiérrez Turrión.

En la Casa del Pueblo, PSOE, Béjar, alguna persona ha dejado este recadito colgado de la pared de la calle: «PUTAS Y SUS HIJOS». Resulta difícil descubrir cuál pueda ser el destinatario ni a quién se le atribuyen tales atributos: ¿algún vecino del edificio?, las militantes o simpatizantes del PSOE que respondan a la cualidad de madres y que tengan hijos?, ¿el sursum corda? Por localización (puerta de la sede del PSOE) habrá que deducir que es a sus militantes a quienes se les dedican tan lindos piropos, pero vete tú a saber. Tal vez la cobardía del aspirante a amanuense, que se esconde en el anonimato; acaso su estado mental, que en ese momento no le permitía concretar nada más, lo deja todo en la imprecisión… Qué sé yo.

Algo sí se puede afirmar del desconocido: con el sintagma nos ha dejado a dos velas acerca de su significado. ¿Quiénes: sus familiares, los vecinos, las mujeres del PSOE, él, ella o ellos mismos…? Qué lástima no concretar algo más para habernos enterado bien. Por otro lado, ¿a qué parte de la oración atribuimos este incompleto sintagma? Vamos a ver si al sujeto: ¿”Putas y sus hijos” hacen algo, son algo? O en el predicado: ¿Alguien fabrica "putas e hijos"? ¿Quién? ¿El que firma? ¿Alguna fábrica de jamones? Aclárese, hombre. O mujer. En fin, que se habrá quedado usted a gusto, pero necesita alguna lección para alcanzar la normalidad y la alfabetización. En nuestra lengua existen prefijos que señalan muy bien estas carencias; se trata de los prefijos sub- y an-. Si usted los aplica a normal y a alfabeto, verá lo que le sale. Hasta ahí supongo que sí llegamos. ¿O ni siquiera hasta ahí?

Ya ve que podíamos seguir hurgando en la herida de la expresión, pero ya es suficiente y hay otro aspecto que apunta mucho más al significado de esta pintada, sea cual sea el autor y el destinatario.

Verá usted, buen hombre, buena mujer o lo que coño sea; esto de insultar no es buena cosa, se lo aseguro, indica falta de educación y de empatía. ¿No ve usted, pobrecito, que se vive mejor intercambiando opiniones y razonamientos que insultando y escondiéndose sin dar la cara? Cuando no se tienen apoyos en la razón uno pierde el respaldo, y usted ni ha dado razones ni tiene apoyo. Permítame que le cuente algo: “imbécil” es un término que significa falta de apoyo por no tener báculo, esa cosa que tienen los obispos. Después, figuradamente, se atribuye a quien no sabe razonar. Pues sabe qué le digo: usted es un pobre imbécil, no ha alcanzado ni siquiera la normalidad ni el alfabeto. Se lo diré de nuevo: alguien que no alcanza lo normal es un subnormal (prefijo sub-, por debajo; normal ya lo entenderá usted).

Le prometo que yo querría que las personas hablaran, intercambiaran opiniones, trataran de convencerse unas a otras; y, juntas, con buena voluntad, tratar de alcanzar una convivencia positiva y amistosa. Se vive mucho mejor, se lo aseguro. No le veo a usted con las mejores cualidades para ese intercambio, pero no se preocupe: seguro que tendrá algo que aportar que sea mejor que este sintagma incompleto, insultante y cobarde.

La Casa del Pueblo, lugar donde usted ha puesto al aire su estulticia, quiere acoger a todo el que desee venir con buena voluntad y aportar serenamente y con razones lo que crea conveniente para la mejora de los miembros de la comunidad. Le escribo de manera personal, pero puedo garantizarle que esto es así. Eso sí, hay que venir con buena voluntad y con un poquitín de formación; si no, resulta muy difícil ponerse de acuerdo en nada.

Así que aquí sigo tratando de descifrar estas cuatro palabras. En su estructura, en su significado y en su destinatario, que, supongo, no será usted mismo.

Ánimo, buen hombre, o buena mujer o lo que usted o ustedes sean. Bajen los humos, vénganse a razones, no insulten, abran las manos para un apretón de amistad… Y aprenda o aprendan al menos a formar un sintagma en condiciones. Si no, resulta todo muy difícil y no llegamos ni a la normalidad. Y ya, en estos tiempos que corren…

Un saludo.

jueves, 16 de enero de 2025

HOY SOLO ESTOY PARA MÍ

 

HOY SOLO ESTOY PARA MÍ

 

El frio se ha instalado en mis entrañas.

Es tiempo del invierno y es enero,

ese mes de las cuestas y propósitos

que rara vez se cumplen. Yo medito

si he de salir al frío o encogerme

al calor y templanza que me ofrecen

las salas y pasillos de mi casa.

Me protejo de virus y bacterias

que pululan por bares y hospitales,

evito enfundarme en vestimentas

que repelen el aire. No es lo mismo

andar semidesnudo viendo como

el hielo se acumula en plena sierra

que parecer un oso revestido

de pieles y de gorros y de guantes.

Ya lo dijo el poeta: «traten otros

del gobierno del mundo y sus monarquías».

Yo me asomo despacio y con cautela

al mundo que contemplo en mi terraza

y decido que no está para bromas

el día con sus fríos y sus vientos.

Hoy no estoy para nadie, para nada

de todo lo que existe en este mundo;

tan solo para mí: soy de mí mismo,

de mis fríos, mis fobias y mis filias,

de este pequeño mundo en el que habito.