lunes, 12 de julio de 2021

NUEVO GOBIERNO. ¿MEJOR GOBIERNO?

NUEVO GOBIERNO. ¿MEJOR GOBIERNO?

Al resguardo de la calorina del fin de semana, comentaba con alguien algunas cosas acerca de la renovación del Gobierno. Había escuchado al presidente anunciarlo y justificarlo. Marcaba como objetivos fundamentales del mismo la recuperación económica y su orientación ‘verde’ junto a la distribución de fondos para una digitalización mayor. Entre los valores fundamentales presumía de una mayor presencia femenina en el Gabinete y de una disminución de edad en sus componentes.

Yo nunca he conocido ningún Gobierno que no anduviera enfrascado en alguna recuperación económica; así que no me pareció ninguna novedad, aun entendiendo que la maldita pandemia ha requerido el gasto de casi todos los esfuerzos.

Más llamativa me parece la orientación de esfuerzos en un futuro ecológico y sostenible. A ver si es verdad.

Y vamos con lo políticamente incorrecto.

¿Realmente añade plusvalía al Gobierno el hecho de ser mujer? Pues nómbrense todas ministras si es así. Pertenezco a un grupo en el que las dos únicas mujeres que forman parte de él son presidente (sí, sí, con -e, porque el participio de presente indica el que está presidiendo, sentándose por delante, en sitio visible, sea hombre o mujer) y secretaria. Y ni veo caras raras ni a nadie haciendo aspavientos por ello. Empezamos a estar en un momento del proceso en el que la discriminación positiva -que se entendía necesaria para la normalización de la igualdad- se está empezando a transformar en algo que rechina si se tiene que exhibir en público, aunque suene bien a la oreja en la primera audición y contente al menos reflexivo. La exigencia de igualdad de oportunidades sin discriminación por sexos es más vieja que el pan: así decía Platón en su República: “Ninguna ocupación en el gobierno del Estado corresponde a la mujer por ser mujer ni al hombre en cuanto hombre, sino que las dotes naturales están similarmente distribuidas entre ambos, y la mujer participa, por naturaleza, de todas las ocupaciones, lo mismo que el hombre”.

¿Qué plusvalía añade la juventud al Gobierno? Sopésense los pros y los contras, sobre todo en un mundo en el que lo ‘joven’ se promociona, se publicita y se explota en la publicidad hasta límites vergonzosos. ¿Puede la juventud arrimar más entusiasmo? Puede. ¿Puede añadir más descontrol? Puede. ¿De verdad que no necesita el buen gobierno de la experiencia de quien no tiene mucho que ganar en el trayecto vital individual y por ello puede alzar la mirada y hacerla panorámica y acoger el bien común y general? ¿De verdad que no? Los ancianos de la tribu, los paterfamilias, los senadores, los patriarcas, los abuelos… ¿No se puede leer un poco y extraer consecuencias de lo que nos enseña la Historia? Claro que, para leer, se necesita tiempo; y el tiempo te hace mayor.

Mis mejores deseos para todos, los que se van y los que llegan. Qué descanso volver a un horario normal y tener tiempo para leer, para pasear o para charlar con los tuyos. El servicio público se puede hacer en cualquier escenario; aunque los focos solo apunten a algunos sitios. También con una vida privada coherente y seria. Por cierto, los ministros dimisionarios podrían prestar sus experiencias en las agrupaciones de barrio más próximas, como militantes de base. ¿Lo harán?

Habrá que tener cuidado con lo que se dice, pues hay que recordar que, cuando se habla, se mueve todo el sistema, y no solo se dice lo que se dice sino lo que se insinúa y lo que se deja de decir. Purito estructuralismo. Y a buen entendedor…

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