ONCIENCIA-EXISTENCIA / EXISTENCIA CONCIENCIA
Todos los seres pasamos por la vida y terminamos yéndonos al
mundo del olvido. En medio del camino, unos se paran a preguntarse por esas
cuestiones nunca resueltas que indagan en el origen, en el sentido y en el fin
de la vida; otros se dejan llevar y ya tienen bastante con irse bandeando en el
día a día para sobrevivir y flotar en el río que mueve sus necesidades
inmediatas. Por el medio, todos aquellos que mezclan una cosa y la otra, que un
rato son pensadores y otro más frecuente se dejan de estas indagaciones, que
acaso no terminan por solucionar nada.
El caso es que la existencia va pasando y se va llenando de
pequeñas cosas y, de vez en cuando, también de momentos que parecen más
solemnes. En fin, que todos tenemos existencia; pero no sé si todos tenemos
conciencia de nuestra existencia. Y no resulta lo mismo andar el camino con
conciencia de que lo estamos haciendo y de cómo lo estamos haciendo que ser un
empujón continuo y un impulso del viento, de la moda y de las costumbres
comunes.
No soy demasiado original si propongo la cuestión siguiente: ¿La
existencia determina la conciencia, o es la conciencia la que determina la
existencia? O en una pequeña glosa: ¿Los condicionamientos sociales que nos
toca vivir determinan nuestra forma de ver y de actuar en el mundo, o son
nuestro análisis, nuestro estudio personal y nuestro bagaje cultural los que determinan
la formación de nuestra conciencia, nuestra escala de valores y nuestra
conducta diaria, es decir, nuestra existencia?
El filósofo griego Platón definió la conciencia como la
relación del alma con ella misma. Parece que le da autonomía y supremacía al mundo
de las ideas frente al desarrollo diario de la vida, de las cosas de carne y hueso.
En tal caso, la conciencia debería determinar la existencia.
Supongo que muchos de nosotros aspiraremos a que nuestro poder
de pensamiento algo pueda con la configuración de nuestra conciencia, y que
esta nos dibuje una escala de valores que rijan nuestro comportamiento diario y
nuestro discurrir en la vida. La persona como tal, así, adquiere protagonismo y
libertad para decidir su comportamiento. Por ahí andan un poco las investigaciones
más recientes que buscan en nuestras neuronas relaciones y actuaciones.
Pero no siempre ha sido así; si no, la pregunta formulada no
habría sido pertinente.
El filósofo Carlos Marx defendió la postura contraria afirmando
que la existencia determina la conciencia. Se fijaba en la visión sociológica
de tal tesis. La realidad venía a darle la razón cuando observaba que cualquier
persona se veía determinada, en su pensamiento y en su forma de ver la vida,
por su origen social, por el grado de formación, por la comunidad que lo
rodeaba. De ahí a la famosa conciencia de clase no hay más que un paso y la consecuencia
de tratar de eliminar las clases sociales para crear una conciencia universal
lejos ya de las imposiciones externas y de las desigualdades.
Son solo dos muestras en la historia, que ejemplifican las dos
posturas propuestas al principio.
Cada uno debería echar unos ratos a pensar si esto tiene alguna
importancia, si una postura tiene más fuerza que la otra, si se mezclan y de
qué manera, o si merece la pena defender una visión u otra. En ello van nada
menos que toda una filosofía, una ética y un comportamiento vital determinados.
Y no solo en las ideas más solemne, sino también y sobre todo en todas las
formas diarias de pensamiento y de comportamiento ante nosotros mismos y ante
los demás
Cada cual lo hará a su manera. Una buena forma de empezar es tal
vez observar las ideologías según los antecedentes familiares, según los
barrios de residencia y según las posibilidades económicas. Empezando por
nosotros mismos. O cualquier otra.
Pero ahí queda la pregunta para una tarde de otoño. ¿Existencia
lleva a conciencia? ¿Conciencia conforma existencia? ¿De fuera hacia dentro?
¿De dentro hacia fuera? ¿O todo es un vaivén de olas hacia el mar y hacia la
playa?
3 comentarios:
Begoña Ruiz
Buena pregunta, Yo creo que nuestra existencia es la unión de conciencia y circunstancias. Es como aprender un idioma, lo aprendemos por las circunstancias que nos rodean, pero también los poetas sois capaces de hacer unas metáforas jamás oídas. El conocimiento, la pasión ... puede despegamos de la rutina de los hábitos que nos condicionen.
Yo sigo anclado en la duda. Pero me parece que, sea lo que sea primero y principal, la conciencia es la que da sentido a la vida. Es más, la conciencia es el tiempo y es la vida.
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