NAVIDAD
Como un punto de luz al que asomarse,
la Navidad desciende de la noche.
Es tanta oscuridad la que desprende
esta ceguera en que se mira el mundo…
Hasta el cielo parece estar dormido
y no sabe qué hacer con tanto frío.
Nacer implica siempre
una profanación de lo pasado,
un comenzar de nuevo en la inocencia,
con la esperanza puesta
en arrancar la luz que encienda el mundo
y proclame el poder de la alegría.
Prohibida por decreto la tristeza.
Se obliga a obedecer a la sonrisa.
No hay más remedio: todo
el pescado de la vida está vendido.
El miedo se ha batido en retirada
y los dioses se acunan silenciosos,
confiesan sus errores y se suman
a la fiesta que viven los humanos.
Después vendrá a nosotros todo aquello
que tenga que venir.
Será una
suerte
de jugar a mentirnos y a engañarnos.
Porque habrá que nacer cada mañana
inocentes, sencillos, limpios,
despojados
de toda imposición que no proceda
de aquello que la luz nos vaya dando.
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