VALS DEL AGUA
Que llueva con pasión, con ansia desatada,
que se aneguen de ardor los corazones,
que se incendien las calles y los parques
con agua que no apaga los sudores,
que todos los caminos en el sur
-y también en el norte-
se llenen de sedientos que levantan
al cielo su protesta de sequía,
de sequía de pan y de justicia
que enciende los desiertos cada día.
Que los mares a un grito se desalen
y se eleven al cielo hechos espuma
y nieve de protesta contra un mundo
borracho de egoísmo.
Que las cuentas y cuentos de los seres
que mecen a su gusto los mercados
se agosten y se tornen en desiertos
donde beber se vuelva un desacato.
Que el fuego, el aire, el agua, con la tierra,
enseñen otra vez su poderío.
Que queden sin salir las procesiones
por falta de paraguas
en que amparar la luz de la razón,
que el agua empape con sus dulces gotas
los campos sin cultivo del amor.
Que haga pasar de moda las comedias
de tanto mercadillo de ocasión
en el que cualquier cosa solo cuesta
sin que se tenga en cuenta su valor.
Y que llueva durante todo un año
para cambiar por fin de esta estación
eterna en la que el agua se diluye
como el hielo en un cóctel on the rocks.
Que el diluvio de antaño se repita
y arrecien las protestas y el clamor
de todos los que sufren sed y hambre
en las entrañas vivas del dolor.
Y que al fin, si zozobra y hace aguas
el barco de la vida,
que nos pille borrachos de agua limpia
y embriagados de luz y de pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario