sábado, 19 de diciembre de 2020

FELICES FIESTAS DE NAVIDAD

FELICES FIESTAS (DE NAVIDAD)

Son como niños y no crecen. Habrá que recordar otra vez que todo el mundo envejece, pero no todo el mundo madura, Ni mucho menos. Es lo que parece sucederles a los prohombres del Congreso. Resulta que hasta se enfrascan porque uno dice Felices Fiestas y el otro le recrimina por no decir Feliz Navidad. Vaya por dios, qué pecado.

El rifirrafe no pasaría de la categoría de anécdota si no encerrara todo un simbolismo detrás y toda una concepción de la vida. A ver, convendría no provocar para que no se levante la tormenta.

Parece claro que es mucho más completa la palabra “Fiestas” que el término “Navidad”, pues recoge todas las posibilidades imaginables de celebración, mientras que la palabra Navidad nos conduce a las connotaciones religiosas. Es verdad que esta sociedad bebe aguas religiosas en su cultura, pero no es menos cierto que cada día las variantes son más y cada cual las vive según le parece. Con estas dos variables, resulta evidente que Fiestas es más respetuosa con la pluralidad de los ciudadanos.

Pero es que todo se complica cuando se enfrentan los hechos sin dogmas preconcebidos y sin prejuicios insalvables.

¿Hace falta recordar, a estas alturas de la fiesta, lo que realmente se celebra y dónde hunde sus últimas raíces esto de la Navidad? Es el solsticio de invierno, leches, el cambio de orientación de la luz, el aumento del día frente a la noche… Que hay que repetirlo casi más que lo de la falsedad de los Hombres de Musgo. ¿Que sobre eso se quiere imponer la luz religiosa o divina?; pues muy bien, pero sin engañarse ni engañar a nadie. Entre otras cosas, porque no hace falta.

¿Hace falta recordar también que la fecha elegida para señalar el nacimiento de Jesús es azarosa y en modo alguno responde a ningún dato real? Es que lo ponen todo a huevo, para rematar y meter gol siempre.

Todo esto sin entrar en otras cuestiones de mucho más largo alcance.

Así que, tómense las cosas con calma, con algo más de sensatez, de sentido común y de buena voluntad. Y no provoquen, por favor, porque, si no, se puede entrar al trapo y se caen los palos del sombrajo. Y conviene la paz entre todos. Si hasta para esto tenemos que oponernos, apañados estamos.

Pero, si con eso se contentan, pues Feliz Navidad. O Felices Fiestas de Navidad.

Una consideración: No por mucho levantar la voz se tiene más razón, ni por oponerse a todo se sirve mejor a un partido ni a una sociedad. Se debería ser líder por convencimiento, no por avasallamiento.

Un deseo: Que estos días, y todos los demás, sean lo mejor que puedan ser. Mucho depende de nosotros mismos.

Y, como son como niños, un caramelo para cada uno. Venga.

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