lunes, 23 de abril de 2018

SAN JORDI, LOS COMUNEROS Y EL QUIJOTE



Me divertiría un montón realizar una encuesta en la que se formularan preguntas que tuvieran que ver con los tres asuntos del título. Haría, además, apuestas, e invertiría ahorros en la rifa. Naturalmente a favor de San Jordi (esta vez escribo San con mayúscula, por si se enfada, dónde vas a parar).
¿Que no sabe usted quién fue san Jorge? No me diga. Sí hombre, ese del dragón y de la lanza. De todos modos, da igual, lo importante es que usted está muy al tanto de que es el patrón de esa extraordinaria región de la península en la que viven seres especiales, superiores en esfuerzo y sabiduría a los de otros territorios. Es el mismo, sabe usted, pero, al adaptar su nombre a esa lengua tan superior como es el catalán, pues ya se hace más familiar. ¿A que ahora ya sí se da cuenta? ¿A que incluso tiene algún familiar con ese nombre, aunque usted sea pongamos de la Alcarria o de Vitigudino? Claro, hombre, si, además, cada uno se llama como le da la gana y ya está. Seguro que ahora ya sabe lo de la rosa y el libro. ¡Pero si lo dan en todos los medios, a todas horas y todos los años! Fíjese, me atrevo a apostar que usted, que no ha leído mucho que digamos, lo mismo hasta se ha animado a ir a la librería y comprar un ejemplar de algún premio de esos que dan por ahí. Y no se me desate usted, por dios, que ya veo que conoce hasta los últimos detalles del asunto de san Jordi. Lo que pasa es que no se acordaba. Solo una última cuestión: ¿Sabe usted que también es patrón de alguna otra región de España? ¿No? Ah, claro, que de esto no le han hablado nunca ni ha visto noticias en la televisión ni en los periódicos. Ya. Pues yo tampoco le diré nada, ya ve usted.
¿Y de los Comuneros qué tal andamos? ¿Sabe usted quiénes eran? ¿Y lo que representaban? ¿Quiénes eran los que los comandaban? ¿A quién se enfrentaron? ¿Qué suerte corrieron? ¿Cómo se celebra ahora su historia? No me ponga cara de asustado, que parece que está viendo una aparición o algún milagro. ¿Que no ha visto usted noticias en los medios de comunicación? Ah, entonces va a ser por eso. Seguramente será porque sean mucho menos importantes que eso de san Jordi, dónde va usted a parar. No le diré a usted nada al respecto, solo que existen de verdad y no son inventos. Busque, busque usted.

¿Y qué me dice del Quijote? Esa cara tan extraña no me gusta. ¡No me diga que no lo ha leído! Bueno, no me diga nada que, con su gesto, ya me lo ha contado todo. ¿Y del premio Cervantes? Huy, su cara es más expresiva todavía. No, no, no me responda. Tampoco le diré nada, que tiene eso que llaman libre albedrío y ejerce según le parece, o según le dicen y dejan.

Como hoy es el día del libro, y de san Jordi estoy hasta el gorro (acaso aquí no estaría mal escribir hasta la barretina) por tanto como lo detallan los medios de comunicación; como tampoco he ido a Villalar de los Comuneros, aunque conozco su significado a pesar de que para los medios no regionales eso ni exista; y como tampoco he tenido oportunidad de leer el texto del premio Cervantes de este año (ya lo haré); y como el año pasado perdí la costumbre de releer el Quijote, algo que venía haciendo desde hacía muchos años, me olvido de todos estos asuntos, mando al rincón una vez más a los medios de comunicación tan manipuladores a la hora de elegir las informaciones y abro el libro de Cervantes en busca de nuevas satisfacciones y como terapia de olvidos y enfados.

Anda p´allá.

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