Me divertiría un montón realizar una encuesta
en la que se formularan preguntas que tuvieran que ver con los tres asuntos del
título. Haría, además, apuestas, e invertiría ahorros en la rifa. Naturalmente
a favor de San Jordi (esta vez escribo San con mayúscula, por si se enfada, dónde
vas a parar).
¿Que no sabe usted quién fue san Jorge? No me
diga. Sí hombre, ese del dragón y de la lanza. De todos modos, da igual, lo
importante es que usted está muy al tanto de que es el patrón de esa
extraordinaria región de la península en la que viven seres especiales,
superiores en esfuerzo y sabiduría a los de otros territorios. Es el mismo,
sabe usted, pero, al adaptar su nombre a esa lengua tan superior como es el
catalán, pues ya se hace más familiar. ¿A que ahora ya sí se da cuenta? ¿A que
incluso tiene algún familiar con ese nombre, aunque usted sea pongamos de la
Alcarria o de Vitigudino? Claro, hombre, si, además, cada uno se llama como le
da la gana y ya está. Seguro que ahora ya sabe lo de la rosa y el libro. ¡Pero
si lo dan en todos los medios, a todas horas y todos los años! Fíjese, me
atrevo a apostar que usted, que no ha leído mucho que digamos, lo mismo hasta
se ha animado a ir a la librería y comprar un ejemplar de algún premio de esos
que dan por ahí. Y no se me desate usted, por dios, que ya veo que conoce hasta
los últimos detalles del asunto de san Jordi. Lo que pasa es que no se
acordaba. Solo una última cuestión: ¿Sabe usted que también es patrón de alguna
otra región de España? ¿No? Ah, claro, que de esto no le han hablado nunca ni
ha visto noticias en la televisión ni en los periódicos. Ya. Pues yo tampoco le
diré nada, ya ve usted.
¿Y de los Comuneros qué tal andamos? ¿Sabe usted
quiénes eran? ¿Y lo que representaban? ¿Quiénes eran los que los comandaban? ¿A
quién se enfrentaron? ¿Qué suerte corrieron? ¿Cómo se celebra ahora su
historia? No me ponga cara de asustado, que parece que está viendo una
aparición o algún milagro. ¿Que no ha visto usted noticias en los medios de
comunicación? Ah, entonces va a ser por eso. Seguramente será porque sean mucho
menos importantes que eso de san Jordi, dónde va usted a parar. No le diré a
usted nada al respecto, solo que existen de verdad y no son inventos. Busque,
busque usted.
¿Y qué me dice del Quijote? Esa cara tan
extraña no me gusta. ¡No me diga que no lo ha leído! Bueno, no me diga nada
que, con su gesto, ya me lo ha contado todo. ¿Y del premio Cervantes? Huy, su
cara es más expresiva todavía. No, no, no me responda. Tampoco le diré nada,
que tiene eso que llaman libre albedrío y ejerce según le parece, o según le
dicen y dejan.
Como hoy es el día del libro, y de san Jordi
estoy hasta el gorro (acaso aquí no estaría mal escribir hasta la barretina)
por tanto como lo detallan los medios de comunicación; como tampoco he ido a
Villalar de los Comuneros, aunque conozco su significado a pesar de que para
los medios no regionales eso ni exista; y como tampoco he tenido oportunidad de
leer el texto del premio Cervantes de este año (ya lo haré); y como el año
pasado perdí la costumbre de releer el Quijote, algo que venía haciendo desde
hacía muchos años, me olvido de todos estos asuntos, mando al rincón una vez más
a los medios de comunicación tan manipuladores a la hora de elegir las
informaciones y abro el libro de Cervantes en busca de nuevas satisfacciones y
como terapia de olvidos y enfados.
Anda p´allá.
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