miércoles, 24 de agosto de 2022

EL TIEMPO EN MI TERRAZA

 

                             EL TIEMPO EN MI TERRAZA

 

En los meses de agosto y de setiembre,

mi madre cosía ropa en la terraza.

Eran sus años últimos, los años

en los que su memoria se marchaba

en busca de unos mundos que se hundían

en el rincón oscuro de la imaginación.

Del fondo del paisaje aparecían

fantasmas que, a su modo, peroraban

confusas melodías: «Una casa,

que me quitan la casa que tenía

a la entrada del pueblo y no me dejan

ni la alcoba y la cama en que acostarme».

Y de nuevo a la carga con la casa,

el hogar, que resume con certeza

todos los viejos sueños de una vida.

 

Yo la veía coser y en las agujas

era como si todo renaciera

para tejer de nuevo nueva ropa

con la que remudarnos los domingos

y volver a los tiempos en que todo

era ejercicio de supervivencia,

y dignificación de la pobreza.

 

Un día se marchó con las agujas

y los hilos de amor en el recuerdo.

 

Hoy la he visto de nuevo haciendo gancho

y tejiendo el jersey de la memoria.

De la suya y la mía, la del tiempo

que crea de nuevo el mundo y que vincula

el tiempo de la madre y el del hijo

en un fulgor de luz y de añoranza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un bonito recuerdo.