miércoles, 21 de noviembre de 2012

!!CRISIS EN EL PORTAL DE BELÉN!!

Los medios de comunicación nos apabullan con noticias que tienen como factor común una lanzada de amargura y de negatividad. De hecho, las demás secciones siempre las colocan en las últimas páginas, en esas que pillan al lector ya cansado y con prisas. Yo creo que no lo hacen bien pues, al menos en los tiempos que corren, esas secciones podrían ayudar a provocar alguna sonrisa que tanta falta hace.
Los periódicos digitales han venido a arreglar en parte este desajuste porque no tienen más remedio que colocar cualquier noticia en la portada, aunque al cabo de pocas horas ya la encuentras en la parte baja de la faldilla.
Seguramente por eso es por lo que han colocado a la vista de todo el mundo esta noticia que, sin duda, va a cambiar la historia del mundo: EL PAPA DICE QUE EN BELÉN NO HABÍA NI MULA NI BUEY.
¿Qué vamos a hacer después de esto? Huerfanitos ya para toda la vida del vaho de estos animalitos que tan buen calorcito le daban al niño mientras sus padres lo miraban, los pastores lo adoraban y los reyes del oriente le llevaban los regalos. No hay derecho. Esto no puede ser. Propongo reponer la historia y rellenar el portal con nuevas mulas y bueyes. La verdad es que, puestos a mirar, no sé qué tal se llevarán los bueyes con las mulas. Las mulas son muy promiscuas (que se lo digan a los burros y a los caballos, sus padres), y los bueyes no hacen más que mirar al suelo. En estos tiempos que corren, esto de la promiscuidad hay que mirarlo mucho, no siendo que terminen por pedirse en matrimonio y haya que montar otras manifestaciones para protestar por tal espectáculo fuera de la moral más acendrada.
Esta gente, desde que la iglesia es iglesia, cada vez lo embrolla todo más y se sitúa en el hazmerreír de cualquiera que aspire a la altura del alfabetismo y del sentido común. Ojo, y este asunto ha sido guía de todo el Occidente durante milenios; entre otras cosas porque al que se salía del redil lo mandaban a la hoguera para que diera calor. Cada vez que aspiran a dar sedimento a una supuesta verdad o a un dogma no hacen otra cosa que echarlo más por tierra. Y, como no se apean de ninguno sino que siguen añadiendo leña al fuego, pues cada vez tiene uno que taparse más la nariz.
Todo lo que no sea intentar resaltar la importancia de la espiritualidad en el ser humano y encauzar esa espiritualidad en la justicia y en el amor positivo es andar a por uvas en el mes de enero. ¿No les parece poco eso? ¿Por qué no se vuelven un poco más humildes y reconocen la imposibilidad de hacer ciertas los demás elementos?
Ahondar en el asunto de la llamada Trinidad te sitúa en la imposibilidad de las imposibilidades. Asegurar la virginidad de una virgen María es como reírse de esa muchacha delante de todo el mundo. Pregonar su concepción sin mácula es colocar al resto de mujeres de la Historia en los paseos de la Casa de Campo o de la calle de la Montera. La propia historicidad de Cristo es dudosa. La presentación de la religión (de todas ellas) es mistérica y parece que juega con los fieles al ratón y al gato exigiéndoles siempre el acojono si quieren alcanzar la salvación. ¿Pero qué han hecho los pobrecitos? ¿Es que alguien se puede imaginar que existe alguna persona que no quiera salvarse y alcanzar vida eterna? ¿Es que el poder infinito de Dios necesita jugar con los seres humanos a alguna película de buenos y malos? ¿Pero cómo un Dios de amor -es imposible concebirlo de otra manera- puede permitir ese juego de jueces y ladrones? ¿Acaso es que este asunto de la creación se le escapó de las manos en algún momento? ¿Pero cómo puede concebirse nada malo si todo tiende hacia Él, si todo, en buena lógica, ha sido siempre Él?
Salvo, claro, que sea un invento del ser humano, que lo ha creado a su imagen y deseo y acaso, por eso, nos ha salido con tantas aristas y deficiencias y al servicio de quien nos ha salido.
En fin, que me desvié hacia cosas serias desde el ridículo de la mula y del buey del señor este de la bata blanca, dicen que gran teólogo del s. XX. Qué barbaridad.
Eso sí, no le voy a perdonar que, si mi nieta quiere poner un belén esta Navidad, tenga recelos encolocar un buey y una mula, y en llevarlos y traerlos una y otra vez hasta donde yo estoy contemplándola como si viera el paraíso. No se lo voy a perdonar.
Es verdad que el libro habla también de otros asuntos, pero son por el estilo.
Por compartir respuestas, copio aquí alguna de las que dan los ingeniosos lectores a tan “extraordinaria” noticia:
-          ¿Y ahora qué hago con las figuritas del belén? Ah, no, dile que se las meta por donde le quepan.
-          Hay que ver el juego que da esta gente del Vaticano. Bueno, si con esto mantienen la bragueta cerrada…, démoslo por bueno.
-          ¡Benito, cómo están las cabessssssssssssssasss! Buenas tardes a los normales.
-          El papa se equivoca, yo estaba allí durante el nacimiento y estaban la mula y el buey.
-          Ya, pero, ¿había caganet? ¿eh?
-          Asombrado. Tú fíjate si ahora nos dicen también que el affaire de la virgen no fue con la paloma, sino el con la mula.
-          ¿Estaría asegurado a todo riesgo no? Porque creo que de la seguridad del garaje se encargaba Ana Botella.
-          Estas imprescindibles aclaraciones papales forman parte de la modernización de la iglesia católica. La verdad es que tampoco era un pesebre, sino un garaje y no había mula ni buey, sino un citröen saxo y un seat panda (la mula y el buey habían sido despedidos hace tiempo mediante un ERE aplicado por Pilatos). Próximamente ya nos aclararán lo del embarazo de la virgen por una paloma, que según parece ocurrió durante un botellón no autorizado y del que nadie se hizo responsable después.
  
Hay algunos comentarios al respecto muy buenos, vamos para descojonarse. Y es que con estos brujos filosofando sobre sus los cuentos que llevan repitiendo años y años hay material para varios miles de chistes. Si no fuera por lo caro que nos cuesta...
Hombre, ya puestos os voy a destapar la cruda realidad de que lo Reyes Magos no existen, Santa Klaus tampoco y los niños ni los trae la cigüeña ni aparecen bajo un repollo. Lo siento, pero tenía que desvelarlo y cambiar vuestro mundo. Espero que podáis superarlo. (pfff ja ja ja)
-          Muy bien dicho. ¿Un buey y una mula juntos? ¡Ni hablar!, Los mulos con las mulas y lo bueyes con las bueyas, siempre que estén casados y lo hagan exclusivamente para procrear.
-          La industria de los belenes va a demandar a Ratzinger...¡ A ver qué hacemos con las mulas y bueyes que íbamos a vender en navidad!

Y en este plan miles y miles de respuestas ingeniosas. No es para menos. Esto yo creo que supera aquello del traspaso en porciones del alma, aquello que tanto le preocupaba a una tal Mariló Montero.

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