UN ACTO COMPLETAMENTE SERIO
Quizás es que la vida fue un despiste
de la infinita máquina del tiempo,
un error de montaje en la cadena
febril de su grandiosa factoría.
Y no debiera ser -esto no es serio-
permitido un descuido tan notable.
Entramos asustados en sus brazos,
sin un simple cartel que nos indique
la buena dirección hacia la muerte;
andamos a la buena desventura,
como en milagro escénico, en certeza
de la mayor de todas las certezas:
la muerte que nos llama a cada instante.
Es un acto la muerte completamente serio:
conviene recibirla con traje de etiqueta,
recordar que a esa cita la asistencia
se torna obligatoria
y es ese un matrimonio que dura para siempre;
o tal vez sea más justo y placentero
llegar hasta sus brazos lentamente,
con el torso desnudo,
como se entra en el mar, saboreando
las caricias y el tacto de las olas,
saciándose en la espuma de sus rizos
y hundiéndose en el fondo,
donde todo se olvida y se diluye.
Estoy en duda eterna con la vida
mientras hago camino hacia la muerte.
1 comentario:
Hola. Enhorabuena.
Siento usar esta vía informativa, pero ¿me podría facilitar el modo de contacto vía email con la Junta Directiva del B.P.? Llevo enviados muchos correos a su consideración y a la de la junta y nadie los atiende. Gracias.
Alex.
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