“El
nacionalismo de los de arriba sirve a los de arriba. El nacionalismo de los de
abajo sirve también a los de arriba. El nacionalismo, cuando los pobres lo llevan
dentro, no mejora, es un absurdo total”. Bertold Brecht
En mi reciente viaje por países de Centroeuropa, pregunté
varias veces por alguna muestra visible del pensador Bertold Brecht. Mis guías
no me contaron nada y me quedé un poco desconcertado por ello. Tal vez en sus
argumentarios para turistas no cabían estas explicaciones. Tampoco importa
demasiado.
Hoy lo recuerdo por su soltura a la hora de pensar, de decir
y de señalar. Y de él tomo estas palabras que, como una lápida sepulcral,
retienen las esencias del nacionalismo, de todos los nacionalismos. Incluso,
para nuestro contexto, acierta, me parece, hasta en la terminología (“los de
arriba… los de abajo”).
Los nacionalismos son siempre de derechas, y los partidos que
se llaman de izquierda y los defienden, en tanto que lo hacen, están
anteponiendo intereses particulares (derecha) a intereses generales y
universales (izquierda). O sea, están actuando como partidos de derecha Es
probable que lo hagan pensando en que es un paso intermedio imprescindible para
después aplicar la justicia social de manera más productiva. Yo hasta les puedo
conceder eso. Pero se prostituyen en la efervescencia nacionalista y se
equivocan en el pronóstico, pues luego han de luchar, en peores condiciones,
contra los más poderosos.
Y, además, parece que miran poco a la experiencia
histórica, que es demoledora con los nacionalismos, sobre todo con los
excluyentes. Y todos, de alguna manera, lo son. Lo que puede venir después es
mejor pensarlo pero no verlo.
Vuelvo a soñar
en la victoria -o mejor en el convencimiento- emocional que suma y que se
alegra con el abrazo y con la ayuda, en vez de con la reticencia y con el
recelo. Será difícil el apretón de manos si uno no quiere, pero al menos hay
que dejarlo en evidencia y con alguna duda en su conciencia.
Y, por abrochar hoy con otro pensamiento suyo: “Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de
comenzar a decir la verdad.”
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