TARDE
DE PLAYA
En la dulce modorra de
las tardes
de este julio cargado de
cautelas,
tus ojos se declaran
playa abierta
donde tomar el sol e
imaginarse
un baño de placer. Tiendo
en su orilla
mi cuerpo y mi deseo. Pido a las olas
que acompasen sus ecos
con el aire
que sopla tenues brisas de
levante
y guarden, cual procede,
las distancias
para no molestar. Y allí
me quedo
viendo como la tarde nos
contempla,
tú playa sin final y yo
bañista
feliz y solitario en esa playa
que el mar de tu
presencia me regala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario