lunes, 26 de octubre de 2020

Y TAN LARGO EL OLVIDO

 


Y TAN LARGO EL OLVIDO

Leyendo a Marcos Ana

El azar y la noche los pusieron

en una habitación desvencijada

de un hotel de tercera. Hacía una vida

que solo acariciaba las paredes

de una cárcel oscura

y fue por fin la calle y fue el deseo,

y fue la luz sin sombras ni cadenas.

 

Es la primera vez, le dijo,

tengo cuarenta años y la noche

siempre fue para mí sueños robados.

 

Temblaron de ternura las bombillas

y se encogieron de pudor las sábanas,

las carnes estallaron y la dicha

se derramó hasta el filo de la muerte.

 

Ella se comportó como si fuera

la amante de repente enamorada.

 

Hoy mi servicio es gratis, te devuelvo

el dinero que pagas con el ruego

de que vuelvas mañana.

 

Un gran ramo de flores con mimosas

recibió al día siguiente con un sobre:

“A mi primer amor”.

Y no volvió a saber de aquel instante,

que se perdió en la bruma de los días.

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