LA REALIDAD Y EL DESEO
No sé si heriré demasiado
la sensibilidad de Cernuda al aprovecharme del título de su obra La realidad y el deseo para referirme a
lo sucedido en Cataluña en el día de ayer, en el que se celebraron elecciones
autonómicas.
Apenas he seguido la
campaña, a pesar del porreo continuo que los medios nos han dejado en las
espaldas. Recordaré simplemente que en otras comunidades también viven
personas, con dos brazos, dos ojos, una cabeza, diez dedos…, o sea, personas. Y
apenas si se citan cuando deciden en sus territorios.
Estoy hasta mucho más
arriba de mi cogote de los esfuerzos que toda la comunidad llamada española ha
dedicado tanto al País Vasco como a Cataluña durante todos los años de mi vida.
Hasta mucho más arriba del cogote. Tal vez solo se le haya dedicado más tiempo
a los asuntos del imperio americano y a su Hollywood. Y de eso ya ni digo hasta
dónde estoy.
El caso es que la
realidad y los deseos se cruzan en los caminos y en las diversas tendencias
políticas que allí y aquí existen. Como los deseos son distintos, habrá que
atenerse a la realidad para obrar desde ella y no hacerse ilusiones que
suplanten a esa realidad tozuda.
1 La legalidad es la que
es y toda ella está de parte del Estado.
2 La legalidad
constitucional puede ser cambiada y existen mecanismos para ello. Solo hay que
seguirlos.
3 El independentismo gana
presencia cada vez que se vota.
4 Hay partidos que se
califican de izquierda en Cataluña, pero que anteponen el carácter
independentista a las ideas sociales. Es la mezcla del agua con el aceite.
Quizá tengan alguna razón para ello, pero deberían explicarla. A mí me parece
una contradicción infinita. Pero, ya digo, son muchos y acaso tengan sus
razones. ¿Cuáles?
5 Como no se pueden poner
puertas al campo, habrá que ir pensando en alguna fórmula que conjugue la
realidad múltiple de los catalanes con el derecho. Con coherencia, con todas
las consecuencias y sin contradicciones. Y atendiendo a TODOS los catalanes.
6 Hasta donde llego, la Historia
-aquí y en Euskadi- muestra un intento de las oligarquías y de una buena parte
de la población por asegurarse una vida mejor en economía, en economía y
después en economía. Véase la situación de Cataluña: situación geográfica, con
el Mediterráneo a sus pies, con África cerca y con el centro de Europa a dos
patadas; analícese la benignidad del clima en temperatura y lluvias;
compruébese la feracidad de sus tierras; recuérdense las aportaciones de
gobiernos y de gentes de otras tierras, las concesiones para el comercio con
América… Y así hasta una lista muy larga.
7 No habría que esperar
al momento en el que se acuerde alguna fórmula de consulta para llamarlos
educadamente de todo, menos bonito. Cuando el rico se levanta de la mesa y se
marcha de la cuadrilla (este es el país más viejo de Europa), que al menos le
quede al pobre la dignidad de no ser esclavo agradecido. Moralmente habrá que
hacer que se mueran de vergüenza y que se vayan corridos hasta esconderse
debajo de la mesa. Especialmente todos aquellos menos desfavorecidos que
aplauden con las orejas a los que reniegan de las tierras y de los afectos de
todos sus antepasados.
8 Y, al final, organizar
una vida desde una mayor pobreza, pero también desde una mayor dignidad. Que
todavía queda orgullo por estas tierras de España. Venga, que nunca medraron los bueyes en los páramos de
España.
2 comentarios:
Jo....vaya disgusto que tiene usted!
Me gusta tu contundencia de hoy...
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