sábado, 26 de marzo de 2022

COMO DIOS MANDA

COMO DIOS MANDA

          La lengua es un humilde cifrado de la realidad, es esa figuración en la que convertimos el mundo para que lo podamos dominar, trasladar y hasta intentar comprender. Pero siempre de una manera muy pobre, solo como aproximación, como intento, casi como ilusión. Le sucede como al cerebro, que es una máquina complejísima, pero que, a la menor, se nos desequilibra y tenemos que llevarlo a revisión. Por eso la necesidad de conocerla bien y de echarle una buena dosis de buena voluntad en el asunto ese de la comunicación. Si no se le añaden estos ingredientes, el cocido no podrá tener nunca buen sabor.

         A todo se le suma la dificultad de que todos los elementos que componen una lengua andan en movimiento y son culo de mal asiento. Les pasa a los fonemas, les sucede a las palabras, ocurre con los sintagmas, con las frases y con los significados. O sea, que hay que agarrarse, que vienen curvas.

         Pero como, a pesar de todo, la lengua aspira a ser reflejo de la realidad, resulta que es esa realidad la que la está condicionando a cada instante, poniendo y quitando elementos a su antojo y moviendo los significados según sus caprichos.

         Valga para muestra un ejemplo: COMO DIOS MANDA.

         Se trata de una expresión que ha sido utilizada, en general, para indicar que algo debe realizarse bien, con suficiencia y de acuerdo a las normas establecidas. De tal manera, que algo hecho como Dios manda queda refrendado por la comunidad y quien lo haya realizado queda confirmado por los demás.

         ¿Se ha utilizado siempre con la misma frecuencia tal expresión adverbial? Parece claro que no. ¿Cuándo lo habrá sido? Evidentemente, en las épocas en las que la influencia religiosa haya resultado más fuerte. Si, además de esa influencia religiosa, ha existido confluencia entre ella y la realidad política, entonces miel sobre hojuelas. ¿Habrá habido alguna época reciente en nuestra Historia en la que esto se haya producido? Cada cual decidirá. No hay más que observar cómo se expresan las personas de más edad

         ¿Y en el momento actual? La tendencia apunta a la baja. ¿Hay relación directa con la menor influencia de los elementos religiosos? Seguramente.

         ¿Qué pasará en los años siguientes? Pues vaya usted a saber, pero apostamos a que dependerá de nuevo de la curva de influencia de los elementos religiosos

         «Haz los deberes como Dios manda».

        «Lávate las manos como Dios manda».

        «Compórtate como Dios manda».

        «Vístete como Dios manda».

        Y en este plan.

         Lo más difícil de todo es saber cómo manda Dios. Bueno, tal vez Dios manda «como Dios manda».

No hay comentarios: