sábado, 20 de junio de 2015

HÉROES SIN APELLIDO


En esa hora incierta de la Historia, en un ángulo oscuro de la noche en el que barruntar siquiera los primeros indicios de la aurora es algo extraño, los hombres se bajaron de los dioses. O tal vez fueron los dioses los que dieron acceso a los mortales a conocer las salas del Olimpo, sus dimes y diretes, sus fisgoneos continuos y ese ramalazo de humanidad de la que todos parecían andar impregnados. En ese intercambio de papeles y en esa mezcolanza, también los mortales quedaron abducidos por rasgos divinales y algunos se instalaron en escalones medios entre la tierra y el reino celestial. ¡Cuánto engaño y misterio y cuánto hijo del cielo y de la tierra! Después serían del Río, de la Iglesia o de otros moldes.
En esa página del libro de la Historia es donde por primera vez se ensalza la presencia de los dioses y se alaba el proceder del héroe, de todos los dioses y de todos los héroes que en el mundo han sido. Me renovó esta idea la lectura en la que ando de repaso de la epopeya latina por excelencia: La Eneida virgiliana.
Pero es que nada es nuevo ya en Virgilio y todo se había de quedar viejo y ejemplo repetido en cualquier tiempo. Antes todo lo griego, después todo lo histórico y en todas las latitudes. Dioses y héroes a gogó por todas las esquinas, salvadores del mundo y guías comunitarios que llevan a las masas a pacer a donde mejor quieren, epónimos y ejemplos con su varita mágica y sus fuerzas sin límites.
Repasar el perfil de esos héroes es como ver seguido el cambio de valores en la Historia, y como dividir en bloques los deseos de unos y de otros.
Yo entiendo la presencia de estos héroes como ejemplo de pueblos primerizos que buscan su identidad frente a los otros, pero me quedo helado al repasar sus hechos, sus hazañas. Siempre matando y poniendo cabeza a tierra al adversario, siempre por encima de cualquier norma, siempre lejos del tipo medio, siempre asustando a todos. Qué empeño con marcar las diferencias siempre frente a los otros, siempre perdonavidas por el mundo, nunca débiles de nada, ni siquiera portadores de la compasión con los otros.
Menos mal que, con el paso del tiempo, sus fuerzas y sus rasgos se han ido suavizando: nuestro Cid es muy bruto y de un tajo deja a cualquiera sin cabeza, pero ya no es aquello de calmar océanos ni devastar ejércitos enteros con una sola lanza. Que se me antoja a mí que vaya un empeño en eso de matar y más matar, en eso de conquistar y más conquistar. ¿No tendrían otras ocupaciones más provechosas?
Hoy los héroes son otros, pero lo son también. Hoy andan en pantalón corto y corren en la hierba, o visten de corbata y dirigen el rumbo de las bolsas; otros marcan su territorio con menos apariencia pero con garras más fuertes y engañosas. Hay héroes del deporte y hay héroes que se quedan en los barrios marcando territorio. Hay héroes que viajan todo el tiempo por el mundo y los hay que se mueven caminando y dejándose ver entre los próximos. Hay héroes…
Con ser tan variados nuestros héroes, me parece, no obstante, que todos se dirigen hacia fuera, enseñan a las masas mucho más que a sí mismos, reciben los honores y servicios siempre con las enseñas de la publicidad. No hace falta abundar en su señalamiento.
Pero es que hay otros héroes que miran hacia dentro, que buscan en sí mismos superar con el esfuerzo de su voluntad y de su imaginación los obstáculos que cada día les muestra el paso de la vida, que apenas son ejemplo si no es para sí mismos, que se alzan porque saben que caer es lo normal y más frecuente, que reconocen que todos fallamos y que nadie es más que nadie ni esto tiene importancia, que no es frente a los otros como se hacen más fuertes sino agrandándose a sí mismos y creando la vida en cada momento.

Eneas está dotado de diversas virtudes, no solo de la fortaleza sobrehumana. Pero, aun leyendo entre líneas, me quedo con mis héroes anónimos, con esos más sencillos. Aunque no den principio a ningún pueblo ni les dediquen calles ni batallas, aunque no sean protagonista de ningún programa ni de ninguna tesis doctoral.

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