miércoles, 12 de julio de 2017

FUE UN TIEMPO



FUE UN TIEMPO

Fue un tiempo de cerezas y de olvido,
de jaras, leche en polvo, encina y nidos.

En aquel impreciso territorio
que me acogió en su seno,
los parques eran fértiles, los ríos
eran cauces con aguas esmaltadas,
donde brillaban truchas
y sudaban los hombres monte arriba.

Fue un tiempo de cerezas y de olvido.

Las tardes se entregaban complacidas
al poder de las sombras de la noche,
los sueños eran todos dulces sueños
y todo era un gran sueño con el cielo
sirviendo atentamente de testigo.

Cuando el tiempo hecho azar
me mudó los espacios y los días,
no quise despertar de aquellos sueños:
acaso sentí miedo o desconcierto

ante tanta verdad desconocida.

Fue un tiempo, fue, yo sé que ha sido.

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