DESASOSIEGO
Ayer, a media tarde, entre la sombra de
los robles y paseando, alguien me preguntaba por el desarrollo de las
elecciones vascas y gallegas. Respondí que no estaba interesado en nada. Y no
era verdad. Tal vez lo hacía porque los resultados estaban casi cantados o
porque no quería hacer sangre en la herida de mi desánimo.
Solo dejaré nota de mi sensación y a otra
cosa:
1. Las elecciones en estos
territorios no deberían tener más importancia que las que se celebran en otras
comunidades autónomas. ¿A qué viene tanto bombo en los medios estatales?
2. Cualquier proceso
electoral es la de muchas variantes; todas son importantes, pero unas más que
otras. Hay que saber jerarquizar para distinguir el polvo de la paja.
3. A mí me parece que la
conclusión más importante es la de que los nacionalismos (en forma cubierta o
encubierta –Feijòo se apartó de las siglas del PP-) y los independentismos
siguen al alza y esto no tiene visos de ser atajado, ni en el sentido positivo
ni en el negativo de la extrema derecha. O sea, que todo se radicalizará aún
más. Enseguida tendremos un nuevo ejemplo en Cataluña.
4. Los nacionalismos y
soberanismos alcanzan tanto a la derecha (PNV), como a las llamadas izquierdas
(EH Bildu, BNG), y, a media voz, a parte del PSOE.
5. Yo sigo sin comprender
cómo se puede uno considerar de izquierdas y ser nacionalista o
independentista. A mí todo esto me huele a egoísmo y prefascismo. Sé que son
palabras duras, pero así lo pienso y lo declaro. Me gustaría que alguien, con
buena voluntad me lo explicara: estoy dispuesto a escuchar y hasta a
comprender.
6. Cada día me parece más
evidente, si esto es posible, que el asunto territorial es condición previa
para cualquier otra discusión o aplicación de códigos. En consecuencia, sin
arreglar este asunto, me parece que todo irá a peor y el desánimo cundirá aún
más que por la desgracia de la pandemia.
7. Si tuviera razón en lo
que digo, que alguien piense en las consecuencias emocionales y políticas que
puede acarrear en condicionar votos en las fuerzas políticas más extremas.
8. El fracaso electoral de
Podemos parece venir a confirmar que con la concepción territorial no se juega:
o se es o no se es. Vuelvo a recordar aquella famosa frase de Pablo Iglesias: ¿Aquí cómo nos llamamos? Pues eso.
9. Parecida falta de
definición es aplicable a una buena parte del PSOE, sobre todo en la periferia.
Cuando el bueno de Iceta pide más competencias, ¿a qué y a cuáles se refiere?
Por ejemplo.
10. La vida es evolución y nada
es inamovible. Habrá que volver a analizar los principios básicos y saber si se
cree en ellos. Si es así, hay que seguir defendiéndolos a cara descubierta y a
mente despejada. Las medias tintas no dan buen resultado. Sin amenazas ni
exclusiones, pero sin complejos.
11. Si no, todo vuelve a
recordar aquellos versos: De todas las
historias de la Historia, / sin duda la más triste es la de España, / porque
termina mal. Como si el hombre, / harto ya de luchar con sus demonios, /decidiese
encargarles el gobierno / y la administración de su pobreza.
¿Por qué tanta fuerza
egoísta y centrifugadora y tan poca solidaridad y deseos de bien común?
1 comentario:
Porque existe mucha intolerancia Antonio, y con estos mimbres salen estos cestos. Un desastre.
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