miércoles, 26 de agosto de 2020

MIRANDO SIN SABE A DÓNDE MIRA


MIRANDO SIN SABER A DÓNDE MIRA

En el dolor se anuncia un nuevo llanto,

salvo si no te asiste la esperanza,

porque, entonces, el llanto se reprime,

pierde su consistencia y su sentido,

se hace sólido y cierra todo paso

a asomarse a los ojos de la vida.

 

¿Qué medita el anciano, qué reclama

sentado en esa silla a todas horas,

mirando sin saber a dónde mira

y a esa mirada solo le responde

una línea que apunta hacia la nada?

Entre dolor y llanto, solo quedan

el silencio, el recuerdo y el vacío.

 

El tiempo ha hecho costumbre; en ella viven

ese saber que todo está ya escrito

y acaso la certeza, el desconsuelo

de que nada, tal vez, tuvo sentido.

 

Solo el tacto revive la presencia

de más horas de gozo y de alegría.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Triste, muy triste... me imagino en esa mirada que no es mía pero que algún día puede que sea la misma.