UN AÑO
Un año es un suspiro simplemente
que se nos marcha en un visto y no visto.
En él caben, no obstante, los recuerdos
de muchos episodios que aún nos duelen,
que nos hacen sentir lo que ahora somos
y también atisbar lo que seremos.
Pero en pocos suspiros -tal vez veinte-,
aquel aún no nacido se hace adulto,
se convierte en maduro en otros veinte
y en otros veinte más ya tiene al lado
la voz de la vejez y el desencanto.
Con otros veinte más, todo es pasado
y susurran los ecos del abismo.
Pensar esta certeza y ser sensible
a la verdad de ser tan solo tiempo
acongoja tal vez, pero alimenta
la esperanza de ser en otro tiempo
en que el suspiro dure, al fin, más tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario