miércoles, 10 de abril de 2013

HORAS DE LUZ

HORAS DE LUZ
Amanece.
                    La luz se despereza
con una lentitud desconcertante
y el silencio se hace eco en soledad.

La hora del medio día.
                                          Qué contagio
de total plenitud y de absoluto
más allá de la luz
y más acá de todas las tinieblas.

Es media tarde.
                              El aire
se asoma a los balcones de la contemplación.
Abajo, el agua lame
la cara más brillante de las piedras,
evita la quietud y desafía al tiempo.

Anochece.
                       El silencio
se apodera y adensa las espumas
de ese rumor que habita entre las cosas.
La luz es otra vez viejo recuerdo
de un suicidio de amor por los caminos,
retorna a la quietud y al dulce desengaño.

Baja la noche a esa quietud y el cuerpo
se deja en soledad y en duermevela.

Solo queda tu cuerpo y en sus mapas
reverbera otra luz más cegadora.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Que poético transcurrir de un día!.