miércoles, 4 de septiembre de 2013

ME ACECHAN LAS ESQUINAS


ME ACECHAN LAS ESQUINAS
Se me quedan mirando con descaro
los pasillos, el aire, los sillones,
lo que ronda en mi casa las esquinas;
y sospecho que guardan el acecho
de todo lo que esconden de ti misma.

Por eso, en la figura de ese cuadro
que cuelga siempre inmóvil
en la mirada azul de la pared,
presiento los afectos de tus ojos;
o, en el calor mullido de la tarde,
que expande su fragancia
por todos los rincones de la casa,
siento el tacto sedoso de tus manos.

Lo mismo entre las páginas del libro
que ojeo cada día encuentro siempre
un aroma que sé muy familiar.

Tal vez tan solo soy un simple apéndice
de toda tu extensión, de la certeza
de ese río de instantes que es el tiempo
y que tú llenas toda, como el agua
de la fuente que mana hasta la noche,
y canta su canción interminable
para que yo la aprenda

con el dulce sabor de tu presencia. 

N.B. Con un simple cambio de género en el final del verso 5º y en el 4º verso de la ultima estrofa, la interpretación se torna totalmente distinta.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Precioso poema para tu amor de siempre.